- Guerrero con su nuevo equipo de Anaheim
Ken Peters/AP
ARIZONA.- Tras ver a Vladimir Guerrero depositar otra pelota sobre la cerca del jardín izquierdo, el coach de Anaheim, Ron Roenicke, no tuvo otro remedio que salir en defensa de sus lanzadores en una mera práctica de bateo.
“Es sólo el primer día. Esto es nada más para que el bateador se luzca”, gritó Roenicke desde el montículo.
Guerrero, por lo visto, no necesitaba de la ayuda.
El guardabosque dominicano luce recuperado de la dolencia en la espalda que lo limitó a 112 juegos en el 2003.
En apenas unos cuantos swings durante la pretemporada de su nuevo equipo, los Angelinos de Anaheim, Guerrero ha dejado boquiabiertos a muchos por su poder con el madero.
“Me siento bien. Cumplí con la rehabilitación y todo está excelente”, dijo el toletero de 28 años.
La contratación de Guerrero, por cinco temporadas y 70 millones de dólares, fue una de las más sonadas durante el receso invernal.
Luego de militar con los Expos de Montreal desde 1996, el quisqueyano dijo que no cree que le tomará mucho tiempo acoplarse a su nuevo equipo, poniendo hincapié en el grueso contingente de latinoamericanos que milita en Anaheim.
Entre ellos están los pitcheres Bartolo Colón y Kelvim Escobar y el jardinero José Guillén, quienes firmaron con Anaheim en el receso. Colón y Guillén son dominicanos, mientras que Escobar proviene de Venezuela.
“Necesitaré tiempo para conocerlos a todos, pero eso se dará y en unos cuantos meses vamos a formar un tremendo equipo”, dijo Guerrero.
Además, conversar con el dueño Arte Moreno y el piloto Mike Scioscia ha sido algo fácil, ya que ambos hablan español.
“He podido conversar con ellos y yo sé que la comunicación es la clave dentro de una relación, por lo tanto dependo en ello”, afirmó Guerrero.
En los entrenamientos, Scioscia bromeó con Guerrero cuando le quiso explicar cómo se hace el toque de sacrificio.
Para alguien que promedia 323 y 37 jonrones en las últimas seis campañas, está harto difícil que Guerrero tenga que sacrificarse.