- Denis interviene en las discusiones sobre Padilla
Edgard Rodríguez C. ENVIADO ESPECIAL/SANTO [email protected]
De pronto se armó como dirían los dominicanos, un revolú (un alboroto), en la cueva de los Tigres de Licey.
Pensé que se trataba del arribo de Juan Marichal, el más venerado jugador producido en esta isla y cuya inmortalidad está asegurada por sus impresionantes cifras, pero también en el afecto que sus aficiones le profesan.
Para mí sorpresa era Denis Martínez, el carabinero nicaragüense que superó las cifras de Marichal en lo que respecta a un latino con más victorias en Grandes Ligas. Al instante estaba rodeado de peloteros y periodistas.
“Ese señol (señor) si que ganó juegos con cojones (en cantidad)”, comenta uno de los noveles jugadores de los Tigres, que además, se funde en un abrazo con Martínez, algo que José Offerman y Luis Castillo emulan.
Luego de saludarnos, trato de dispararle una pregunta grabadora en mano, pero cuando reacciono hay una docena de periodistas con la misma intención.
Al final, sin embargo, pudimos conversar con más tranquilidad y el tema de Vicente Padilla, fue obligado en el núcleo de este diálogo.
“Una cosa me gustaría dejar en claro sobre este asunto: no creo que la mejor manera de ayudar a Vicente sea exponiendo sus dificultades en público. Hay otras maneras de ayudarlo, si esa era la intención”, afirma Denis.
Martínez vivió una etapa dura de su vida, afectada por el alcoholismo y aunque afirma no conocer a fondo el caso de Padilla, cree que sea como sea el asunto, es el momento para que Vicente reflexione sobre qué quiere para él.
“Padilla es un atleta natural, un guajiro como yo, valiente y con un gran talento, pero su misión tiene que ser, sacarle máximo provecho a ese talento. Y quizá es el momento en el cual debe reflexionar para asegurar su futuro”, aconseja.
En los últimos días, Vicente ha estado en medio de discusiones. Primero por la firma de un nuevo y millonario contrato con los Filis. Luego por revelaciones sobre una supuesta tendencia a tomar a menudo, lo que complica su futuro.
“No estoy avalando lo que se ha publicado, primero porque no lo he visto, y segundo, no comparto la decisión de hacerlo. Sin embargo, le quiere decir a Vicente o al que lo desee saber: se puede gozar sin tomar licor”, señala.
UN CONSEJO
“Cuando yo tomaba lo hacía porque además de ser un chavalo inmaduro, me parecía que si dejaba de hacerlo me quedaría sin amigos y estaría fuera de fregadera, pero es al revés, conocés a mejores amigos y aprendés a valorar los detalles que hacen la vida”, señala Denis Martínez.
Para Martínez, la etapa más difícil con su alcoholismo llegó posiblemente a inicios de los años ochenta, cuando incluso fue detenido por manejar tomado.