Wilder Pérez R. [email protected]
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Aún negocian
Wilder Pérez R.
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A pesar que la Federación Nicaragüense de Béisbol Asociado (Feniba), rechazó el apoyo de los empresarios Denis Martínez y Enrique Gasteazoro, para asistir a las selecciones nacionales de distintas categorías de este deporte, las pláticas entre ellos continúan.
Después del sorpresivo retroceso en las negociaciones, se pensó que no había nada más que discutir sobre el tema. Sin embargo, ayer el titular de Faniba, Carlos García, tenía programada una reunión con Martínez y Gasteazoro, que no pudo confirmarse por lo difícil que se había hecho que coincidieran los tres en todo el día.
Con todo, García se mostró confiado en que el acuerdo llegará a un final feliz, dado que las diferencias las llamó “de forma y no de fondo”.
Las “de fondo” consisten, según Edgard Martínez, secretario de la Feniba, en que los estatutos dicen, en su Título IV, Capítulo Uno, que es la federación la que debe encargarse de decidir sobre las selecciones nacionales.
El titular de la institución mencionó que todo se puede acomodar, “por ejemplo, en vez de decir que la Feniba se encargará de las selecciones, podemos decir que elegirá a una organización que realice ese trabajo…, por eso descarto lo que se dice (que es una lucha de poder) porque si no, no estuviéramos dispuestos”, reaccionó.
PUNTOS CLAVES
El problema, según García, gira alrededor de dos puntos. El primero, la cláusula que dice que si Feniba incumple con el acuerdo, firmado por un quinquenio, pagará 50 mil dólares por año, en cambio la organización de apoyo no será multada si contraviene. El segundo, algo que propone la federación: que en vista que no se hará cargo de las selecciones, tampoco tendrá responsabilidad del dinero que se les asigne.
Gasteazoro dijo al mediodía de ayer, que el primer punto podía arreglarse de manera que no perjudicara a la Feniba, que declaró que jamás podría pagar una multa de esas retrasadas. Pero hay otros como el segundo, que lo discutirían en las próximas reuniones.
¿Y EL PODER?
Tanto García como Edgard Martínez, defendieron que no es una lucha de poder lo que se juega, sino las incoherencias del documento a firmar y los estatutos.
García negó que hubiera “echado al fuego” a los otros directivos de la Feniba para “no quemarse” frente a Denis Martínez, y lo que hizo fue “llamarlos para que no se dijera que había actuado como un dictador”.