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Miembros de la industria de la panificación y funcionarios del gobierno revisaron la última versión de la normativa del pan. (LA PRENSA/ G. Flores)

Panificadores nicaragüenses tras la autorregulación

Dan el último vistazo a la Normativa Técnica para establecer las condiciones higiénicos sanitarias en su quehacer, y asegurar su competitividad en la región Amparo Aguilera [email protected] Los aproximadamente tres mil panificadores del país, pronto podrían contar con una nueva “Biblia”, cuya función radicaría en autorregular su quehacer y mejorar la calidad de los “bollitos” […]

  • Dan el último vistazo a la Normativa Técnica para establecer las condiciones higiénicos sanitarias en su quehacer, y asegurar su competitividad en la región

Amparo Aguilera [email protected]

Los aproximadamente tres mil panificadores del país, pronto podrían contar con una nueva “Biblia”, cuya función radicaría en autorregular su quehacer y mejorar la calidad de los “bollitos” de pan.

Pero esto dependerá de la aprobación final de la nueva Normativa Técnica Obligatoria Nicaragüense, ideada desde el año pasado para establecer condiciones higiénico sanitarias en los locales dedicados al procesamiento de las ofertas de panificación.

Y desarrollada para estipular los aspectos microbiológicos y físico-químicos que conlleva el producto en sí, tanto nacionales como importados. Lo que de acuerdo a Norman Jirón, Director General de Regulación del Ministerio de Salud (Minsa), le tocará oficializar a la Comisión Nacional de Panificadores para luego aplicarse en todas las panaderías del país.

Aunque a juicio de Ermis Morales, representante de la Industria de Panificadores de Nicaragua, esto podría resolverse en este mes. “De manera que el próximo estaríamos empleándola”, adelantó.

AQUÍ DETALLES

En detalles la normativa descrita determina en sus aspectos generales que durante la manipulación del pan, se deberá evitar que éste entre en contacto con materias extrañas que lo alteren o deterioren.

Indica que para su elaboración, las instalaciones contarán con un edificio y equipos en buen estado higiénico sanitario para evitar contaminaciones por la presencia de insectos, roedores, polvo, pelos, o cualquier sustancia extraña que alteran las características del producto.

En sentido, aclara que en cada local deberá existir una separación entre el área de proceso y de venta; pisos en el área de producción, sitio de distribución; superficie lisa y de fácil limpieza.

Señala que los productos deberán ser elaborados con insumos exentos de materia terrosa, parásitos, microorganismos patógenos y en perfecto estado de conservación.

Siendo importante el agua potable; la no presencia de animales domésticos en el área de proceso o en su entorno; una adecuada iluminación y ventilación. Así como un dispositivo de control de insectos y roedores: pueden ser mallas milimétricas o cedazos.

También dicta que será rechazado todo pan que presente quemaduras, hongos, mohos o cualquier tipo de impureza y subraya que los ingredientes como la levadura y polvo de hornear deberán almacenarse en una bodega, con polines manejables para efectuar limpieza.

PERO ADEMÁS…

Estipula que el local deberá poseer un personal y material de limpieza. Estos últimos deberán rotularlos para su debido empleo y se ubicarán fuera del área de procesamiento.

Cada equipo o recipiente utilizado, deberá estar hecho con acero inoxidable y ser desinfectado (con sustancias aprobadas por el Minsa) antes y después de la jornada de trabajo;

En cuanto al transporte del producto, la normativa refiere que deberán trasladarse en superficies lisas, cubiertas y que no entren en contacto con el vehículo de transporte. Inclusive, determina que el pan cuando se empaque tendrá que acondicionarse de manera que quede al abrigo de la humedad y de contaminaciones.

EL IMPACTO

De acuerdo a José Buitrago, director de Desarrollo Sectorial del Instituto Nicaragüense de Apoyo a la Pequeña y Mediana Empresa (Inpyme), la normativa tiene un impacto técnico y social.

“Va a generar un pan de calidad. Por otro lado levantará la conciencia social de los panificadores asegurando un producto inocuo”, comentó.

Ermis Morales, presidente de la Industria de Panificadores de Nicaragua, valoró que la normativa va a generar confianza en los consumidores y hará más competitivos a los panificadores.

“Esto es importante, especialmente ante la eventual firma de un Tratado de Libre Comercio (TLC), conocido como Cafta por sus siglas en inglés, ya que obligará a todos los países cobijados por el mismo, a exportar un pan con la calidad requerida”, indicó.

Sin embargo, ambos funcionarios reconocieron que de aplicarse la normativa, al menos el 20 por ciento de las tres mil panaderías contabilizadas en el país, serían cerradas porque no están dispuestas a cumplir con la misma.

“Pero las que queden, que son la mayoría, contarán con un empleo sostenible, financiamiento y con productos de calidad”, sostuvo Buitrago.

FUERTE INVERSIÓN

Según Ermis Morales, la Normativa Técnica requiere una inversión de por lo menos un millón de dólares, ya que cada panadería necesitará entre tres mil y cinco mil dólares para el mejoramiento de su infraestructura, equipos y empleo de personal. “Ya tenemos 250 mil dólares, pero necesitamos incrementar este monto al millón como fondo revolvente para dar cabida a todas las panaderías y evitar que el Minsa les cierre”, insistió.  

Economía

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