- El golpe más fuerte lo dio Enacal
Noel Hernández Ramos [email protected]
En el 2001, los bolsillos de los usuarios de servicios como el agua, electricidad y transporte fueron afectados por incrementos, a pesar de los esfuerzos que encabezaron organizaciones civiles para revertirlos.
Algunos de éstos se sucedieron sin que siquiera fueran aprobados por los entes reguladores, mientras que otros tuvieron que ser llevados ante la Corte Suprema de Justicia (CSJ) o bien están a la espera de ser aprobados.
El golpe más fuerte fue el incremento en las tarifas de agua potable y alcantarillado aprobado por el Instituto Nicaragüense de Acueductos y Alcantarillados (INAA) en junio de este año.
Según el INAA, los incrementos anduvieron por el orden del 2.5 para aquellos clientes que consumen entre 20 y 50 metros cúbicos de agua al mes, aunque las tarifas en realidad reflejaron un aumento del 16 por ciento.
El alza comenzó a ser aplicada por la Empresa Nicaragüense de Acueductos y Alcantarillados (Enacal) de manera retroactiva desde mayo de este año, sin embargo fue rechazada mediante una petición de anulación ante la CSJ, por cuatro organizaciones: el Movimiento Comunal, el CENIDH, la Liga del Consumidor y la Coordinadora de Organizaciones No Gubernamentales.
TAMBIÉN SUBIÓ EL PASAJE INTERURBANO
Ante la poca respuesta a las demandas de los transportistas intermunicipales, en marzo del 2001, decidieron incrementar hasta en un 25 por ciento el valor de los pasajes del transporte a lo interno y entre los departamentos del país.
No obstante, las autoridades de la Dirección de Transporte Terrestre del Ministerio de Transporte e Infraestructura (MTI) no pudieron revertir la medida tomada por estos sectores, afectando con alzas los principales corredores del país.
En el caso del pasaje interurbano, subió de dos a tres córdobas, en junio, sin embargo, las protestas estudiantiles y de otras organizaciones por revertir las medidas sirvieron de presión para que al final no se impusiera el alza, pero la amenaza aún persiste.
TARIFA DE ENERGÍA TAMBIÉN SE DELIZA
Juan José Caldera, Director de Electricidad del Instituto Nicaragüense de Energía, explicó a comienzos de año que la electricidad durante el año 2001 sufriría un incremento del seis por ciento como resultado del deslizamiento de la moneda con respecto al dólar.
ALZA ELÉCTRICA, COMO ESPADA DE DAMOCLES
La tregua que obtuvo el Presidente electo, Enrique Bolaños, para que no se diera el incremento del 31.4 por lo menos en los próximos seis meses es simplemente una moratoria que de ninguna manera ha eliminado la posibilidad de un aumento.
En octubre de este año la empresa española Unión Fenosa solicitó al Instituto Nicaragüense de Energía (INE) un incremento en las tarifas de electricidad.
La noticia despertó opiniones encontradas en sectores importantes de la economía, como el Consejo Superior de la Empresa Privada (Cosep), cuyo presidente, Anastasio Somarriba, consideró que un alza de este tipo “llevaría a la quiebra” a los productores e industriales nicaragüenses.
De haberse aprobado el alza hubiera coincidido con el arranque del gobierno de Bolaños, por lo que organizaciones civiles como el Movimiento Comunal y la Liga de Defensa del Consumidor señalaron la “tregua”, más bien, como una salida política porque al final Fenosa insistirá con el alza el próximo año.
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