- Ladrones han “visitado” unas 17 iglesias protestantes de Tipitapa
- Policía descarta que se trate
de una banda organizada
Mario Sánchez [email protected]
Los ladrones están saqueando las iglesias evangélicas de los barrios y comunidades de Tipitapa. Según la Policía y el pastor del templo Manantial de las Asambleas de Dios, que fue el último afectado, unas 17 casas religiosas han sido víctimas de los delincuentes que roban luego de romper cerraduras y puertas o de escalar muros, para seguidamente cargar con los aparatos electrónicos y otros bienes de valor.
El capitán Martín Mejía, jefe de la Secretaría de la Policía de Tipitapa, dijo que hay mucha preocupación por los constantes robos que están sufriendo las iglesias evangélicas de este municipio, y aunque algunos de los ladrones han sido capturados, los templos siguen siendo afectados por la delincuencia.
En el caso de la Iglesia Manantial, ubicada de la gasolinera Esso cinco cuadras y media abajo, en esa ciudad, los cacos llegaron en horas de la madrugada del miércoles, cortaron el candado de la puerta principal y se robaron un amplificador de sonido, un órgano y dos abanicos de pedestal, todo valorado en unos 40,000 córdobas.
El capitán Mejía afirmó que aunque los robos a las iglesias evangélicas son perennes, no cree que los delitos sean cometidos por una banda organizada, sino por delincuentes que operan sin necesariamente estar relacionados, además, porque los robos han ocurrido en iglesias muy distantes entre sí.
Apolinar Mena, pastor de la Iglesia Manantial, dijo estar muy triste porque los ladrones se llevaron bienes muy costosos que será difícil reponer en poco tiempo. Ésta es la segunda vez que los cacos entran a robar a esta iglesia.
Dijo desconocer quiénes son los autores de los robos, pero informó que en la zona operan tres pandillas de vagos y delincuentes. Expresó que no puede acusar a nadie que pertenezca a esos grupos, porque aparentemente ninguno de los vecinos vio a los ladrones.
‘Hermanos’ en el día, ladrones en la noche
Los ladrones han entrado a las 17 iglesias evangélicas para robar altavoces, amplificadores de sonido, micrófonos, abanicos, sillas plásticas, etc.
En el templo de Las Canoas, los cacos dejaron a los feligreses de pie, porque cargaron con todas las sillas, obligándolos a volver a recaudar fondos para comprar los bienes robados.
Se cree que los delincuentes llegan como “hermanos” en el día para observar qué van a robar en la noche, y ubicar los sitios por donde pueden entrar.
El capitán Martín Mejía, jefe de la Secretaría de la Policía de Tipitapa, afirmó que las iglesias evangélicas son víctimas de los robos porque no son guardadas por vigilantes, y los portones son asegurados con candados pequeños que se rompen con facilitad.
Los bienes robados, a pesar de ser muy costosos, casi nunca son recuperados. Se cree que pueden haber sido comprados por artistas o grupos musicales, e incluso vendidos a otras iglesias evangélicas más pobres que no contaban con estos aparatos musicales, o los mismos delincuentes se los llegan a vender a precios irrisorios.