14
días
han pasado desde el robo de nuestras instalaciones. No nos rendimos, seguimos comprometidos con informarte.
SUSCRIBITE PARA QUE PODAMOS SEGUIR INFORMANDO.

Una hermosa vista del Fuerte San Pablo en las Isletas del Gran Lago de Nicaragua.(Inserto) El cañón que sería para la defensa lacustre de Granada.

El Fuertecito de San Pablo cuida a la Gran Sultana

En 1780 el capitán general de la Audiencia de Guatemala ordenó construir la pequeña fortaleza para defender Granada del acoso de corsarios y piratas Pedro J. Vindell Matus/[email protected] GRANADA.- En el maravilloso paraíso que conforman las Isletas de Granada y con sus baterías apuntando hacia el este, se encuentra ubicado para la historia El Fuertecito […]

  • En 1780 el capitán general de la Audiencia de Guatemala ordenó construir la pequeña fortaleza para defender Granada del acoso de corsarios y piratas

Pedro J. Vindell Matus/[email protected]

GRANADA.- En el maravilloso paraíso que conforman las Isletas de Granada y con sus baterías apuntando hacia el este, se encuentra ubicado para la historia El Fuertecito de San Pablo, construido en la época colonial para defender a la Gran Sultana de las incursiones piráticas.

Aún se conserva el terraplén y las murallas desde donde se cruzaba el fuego de la defensa granadina con las baterías de los corsarios, pues con el fuerte se impedía el acceso de los bucaneros al muelle y la ciudad de Granada.

Este monumento histórico fue restaurado en 1974 cuando se celebró el 450 Aniversario de la Fundación de Granada, esa obra la emprendió el Banco Central de Nicaragua bajo la presidencia entonces del doctor Roberto Incer Barquero, dirigiendo los trabajos el arquitecto Lorenzo Guerrero Mora (q.e.p.d.).

La placa conmemorativa colocada en esta construcción del siglo XVIII denomina el lugar como Reducto Batería San Pablo. Interesa saber que esta instalación militar está asentada en una pequeña isla a la que se llega en 10 minutos desde el pequeño embarcadero “Marine” de La Cabaña Amarilla. Por tanto está a dos kilómetros de la Cabaña y a cuatro del muelle de Granada.

El Fuertecito es una construcción de piedra de cal y canto, ladrillo cuarterón o de barro, con dos escaleras laterales por las cuales se llega a una pequeña azotea con amplia vista hacia el este del vasto lago.

La forma de la instalación es la de un polígono regular recortado, con sus troneras vigilando hacia el este, explica el arquitecto Fernando López Gutiérrez, su acceso principal es una rampa de pura piedra que da paso hacia una gran puerta de madera, que al igual que al resto de la construcción está siendo destruida por la polilla.

Existen dos salas, una diseñada para bodega y otra para la guarnición de aquella época. Un patio hacia el sector este para la formación y el ejercicio de los soldados. Al suroeste existía otra construcción que debido al tiempo, la intemperie y el descuido desapareció.

Allí estaban los servicios para los soldados y una caseta para el oficial al mando de El Fuertecito, al cual se llega por un pequeño puente de madera y piedra, por el otro lado existe un embarcadero.

REGISTRO HISTORICO

La historia de la construcción textualmente dice: “En 1780, el capitán general de la Audiencia de Guatemala, don Matías de Gálvez, recomendó erigir dos reductos-baterías para proteger la ciudad (de Granada). Uno en las isletas (Castillo de San Pablo) y el otro en la costa del Gran Lago (El Fuertecito).

Lo mismo había recomendado al ingeniero Díez Navarro a mediados del siglo. En 1783, el ingeniero ordinario José María Alexandre ejecutaba los planos de ambas fortalezas, comenzando a construir el primero, El Fuertecito, cuyo terraplén y parte de sus murallas aún se conservan, y luego el segundo. De manera que ya para 1790 ambas instalaciones estaban concluidas, con sus cañones y auxiliadas por cuatro lanchas cañoneras llamadas a recorrer el Gran Lago”.

En aquel tiempo la invasión de piratas y filibusteros ingleses esencialmente tenían como escenario el Mar Caribe. Los bucaneros bajaban por el Río San Juan y se internaban en las aguas del Gran Lago de Nicaragua hasta llegar a las costa de Chontales y Granada.

Actualmente El Fuertecito no tiene mayor importancia militar pero sí como un lugar con potencial turístico aunque estuvo abandonado y lleno de monte por varios años.

Por ahora está limpio, pero en manos del Instituto Nicaragüense de Turismo a cargo del señor René Molina Valenzuela. Ahí más bien asustan a los que llegan, pues por sólo arrimar una lancha el cobrador o cuidador le entrega un boleto por la suma de 40 córdobas, lo que es una exageración, dijo el arquitecto López Gutiérrez.

Es un hermoso paraje en el cual podrían instalar un museo, una cafetería y ventas de refrescos naturales.

Pero ahí no hay nada, únicamente el cuidador Francisco Mena Lacayo, que desconoce la importancia del lugar y carece de relaciones humanas. Por eso cuando le reclamamos dijo disgustado: “Son órdenes de René Molina, venga quien venga debe pagar”.

COBRO ABUSIVO

Visitar el Fuertecito ahora le cuesta a usted cuarenta córdobas

En 1974 el BCN procedió a la restauración de esa reliquia histórica

Los planos de la fortaleza fueron hechos en 1783 por el ingeniero José María Alexandre  

Departamentales

Puede interesarte

×

El contenido de LA PRENSA es el resultado de mucho esfuerzo. Te invitamos a compartirlo y así contribuís a mantener vivo el periodismo independiente en Nicaragua.

Comparte nuestro enlace:

Si aún no sos suscriptor, te invitamos a suscribirte aquí