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CONTENIDO EXCLUSIVO.La Ciudad de Guatemala es muy fría para Óscar Parrilla, de 34 años. Al artista le gusta el calor de Nicaragua, particularmente el de Estelí, su tierra natal y por cuyas calles ha dejado varios de sus trazos y pinturas. Se le ve animado por haber salido de la cárcel, pero su semblante cambia cuando recuerda sus días en prisión. “Es algo que no le deseo a nadie”, dice.
Hasta hace nueve meses y catorce días, Óscar usaba el cabello largo. En sus fotos de no hace más de un año es notorio su pelo lacio y negro al hombro que combinaban con su barba oscura y cerrada. De eso no queda rastro. En la cárcel le cortaron su melena y le dejaron un corte pequeño que desde hace varios años no ocupaba. Es un golpe a su rebeldía de artista.
Al que más le dolió el corte de pelo fue a Kevin Laguna, de 29 años, y también artista de Estelí. Él usaba unas largas, robustas y bien conservadas rastas cuidadas por años, que llegaban casi hasta su cintura y formaba parte de su look estilo hippie. Después de su paso por la prisión, sus hebras de cabello no superan los 15 centímetros.
De los dos artistas, Kevin Laguna es el más golpeado emocionalmente tras su destierro y prefiere no brindar declaraciones. El pasado cinco de septiembre ambos fueron enviados por el régimen de Daniel Ortega junto a otros 133 presos políticos hacia Guatemala, gracias a gestiones del gobierno de Estados Unidos y el apoyo de la Agencia para los Refugiados de Naciones Unidas (ACNUR) y la Organización Internacional de las Migraciones (OIM)
Todos los excarcelados políticos fueron ubicados en diferentes hoteles de la Ciudad de Guatemala cuyas habitaciones fueron conseguidas de urgencia, así como unos trajes grises porque no traían ropa.
Los dos artistas, que son muy amigos desde hace varios años, quedaron en hoteles separados a pocas calles de distancia y en sus primeros días de destierro se han reunido para comer, conversar e incluso recordar sus viejos tiempos en las calles de Estelí.
Ambos fueron detenidos el 21 de noviembre de 2023, tres días después de que Sheynnis Palacios consiguiera la corona de Miss Universo. Ellos estaban haciendo un mural con el rostro de la reina de belleza, pero la Policía les impidió terminarlo.
“Hasta ahí quedó el mural. Tuvimos la intención de terminar, cumplimos con nuestra palabra, pero las autoridades no permitieron continuar”, escribió Óscar en su cuenta de Tik Tok en aquel entonces. Horas después, los dos artistas fueron convertidos en presos políticos.
Arte y pintura
Óscar y Kevin se conocieron porque comparten la misma pasión: el arte.
Cuando Óscar tenía 15 años se dio cuenta que tenía talento para dibujar. “Empecé como cualquier niño. Dibujando a Gokú, Vegeta y lo que se va poniendo de moda. Cuando quise ver, ya estaba haciendo retratos”, relata.
Para entonces, Kevin era un niño de nueve años y como un familiar suyo era amigo de Óscar, se miraban de vez en cuando. En una ocasión, Óscar le regaló a Kevin un dibujo del cantante puertorriqueño Daddy Yankee.
Años después, Kevin se encontró con Óscar en un evento para artistas y este le obsequió otro dibujo, uno del actor y luchador John Cena. Desde entonces se hicieron muy amigos, se compartían sus trabajos, y se empezaron a ganar la vida dibujando como tatuadores, haciendo murales para empresas, hoteles, sitios turísticos y comercios en Estelí, e incluso para algunas casas.
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“Mi objetivo era que Estelí fuera como una galería de arte callejera”, cuenta Óscar y dice que varios murales que se encuentran en esa ciudad fueron hechos por él y Kevin.
Desde que estalló la crisis política en 2018, los artistas se dieron cuenta que no podían pintar nada que pudiera molestar al régimen de Daniel Ortega y Rosario Murillo, como símbolos patrios o la bandera de Nicaragua, “pero sí les encanta que andes pintando al Che Guevara, a Sandino”.
En noviembre de 2023, decidieron dibujar el rostro de Sheynnis Palacios porque acababa de ganar la corona de Miss Universo y ella gozaba de mucha popularidad en Nicaragua, y que podía llamar la atención de algunas personas que quisieran contratarlos para que les hicieran murales. “Pensamos que si la dibujábamos en ese momento nos iba a venir trabajo”, comenta Óscar y aclara que ninguno de los dos conoce a Palacios.
Desterrados por un mural
Apenas empezaron a hacer los primeros trazos en la pared de una vecina de Estelí, el domingo 19 de noviembre de 2023, una camioneta civil comenzó a asediarlos y vigilarlos. Lo mismo sucedió el lunes y fue el martes que llegó una patrulla a eso de las diez y media de la mañana y los policías los llevaron a la delegación de Estelí para entrevistarse con el comisionado Alejandro Ruiz.
–Borren eso. No se metan a problemas – les dijo el comisionado
–Pero si solo es un dibujo
–¡Que lo borren! – insistió
Los artistas fueron llevados nuevamente por la patrulla al lugar donde estaba el dibujo. Pasaron comprando pintura blanca y tuvieron que cubrir la pared.
El día transcurrió con normalidad para ellos, pero a las nueve de la noche, ambos recibieron una llamada por parte del comisionado Ruiz quien les dijo que debían llegar nuevamente a la delegación para firmar un documento. Minutos después una patrulla los pasó trayendo por sus casas.
–El documento lo tienen que ir a firmar a Managua porque es allá que lo están pidiendo.
–¿Y cómo vamos a ir hasta allá ahorita?
–Nosotros los vamos a llevar y los vamos a traer de regreso –prometió el comisionado.
Llegaron al Distrito III de Managua en una patrulla cerca de la una de la mañana y a esa hora los empezaron a interrogar. En el caso de Óscar, su primer interrogatorio terminó a las cuatro de la madrugada y después tuvo otro de ocho a once de la mañana.
–Ya me dijo tu amigo que ese mural lo tenían planeado desde hace tres meses – le dijo un policía a Óscar
–¿Y acaso yo hace tres meses iba a saber que la mujer iba a ganar? – respondió
–Ni verga. Quedan presos
Por la tarde, los policías los llevaron al Sistema Penitenciario La Modelo y ahí los desnudaron, los pusieron a hacer sentadillas y les cortaron el cabello.
Al que más le golpeó el corte fue a Kevin, señala Óscar. “Se le burlaban. Le agarraban las rastas del suelo y se las ponían en la cara vulgareándolo”, cuenta su amigo.
Una vez rasurados los llevaron esa misma tarde a la primera audiencia en donde los acusaron por menoscabo a la integridad nacional y traición a la patria. Óscar recuerda que la Policía llevó testigos falsos que dijeron que ellos estaban escribiendo “Viva Nicaragua Libre” en la pared y que incluso golpearon a los policías cuando estos llegaron a detenerlos.
Luego, los regresaron a La Modelo en donde estuvieron nueve mese y dos semanas hasta que fueron desterrados hacia Guatemala.
A Óscar le parece que el destierro por solamente pintar un mural de Sheynnis Palacios es “una medida extrema”, y que su vida no será igual. “Yo estaba súper bien con mi arte. Estos te arruinan la vida. Te la cambian totalmente”.