El sismo de magnitud 3.4, con profundidad de 9 kilómetros, que se registró el pasado 3 de agosto a 5 kilómetros de Managua, exactamente bajo el lago Xolotlán, según los datos que proporcionó sobre ese evento el Instituto Nicaragüense de Estudios Territoriales (Ineter), en realidad no da indicios de ser la antesala de un evento mayor, indicó a LA PRENSA el agrometeorólogo Agustín Moreira.
Detalló que el evento, aunque generó conmoción en la población capitalina, ya que se sintió bastante fuerte, es parte del fallamiento local y fue percibido con fuerza porque se registró a “poca profundidad”.
“Estos sismos son propiamente liberación de energía, pero decir que va a haber un terremoto me parece que no es tan seguro, porque es impredecible”, remarcó Moreira.
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Además, recordó que en Managua cruzan varias fallas locales que pueden generar la actividad sísmica que se percibe en la capital, destacando nuevamente que esto se da por liberación de energía. Apuntó que, aunque tras el sismo que ocurrió el pasado fin de semana en Managua “no hubo réplicas”, en realidad es propio de estos fenómenos la ocurrencia de réplicas con mayores o menores magnitudes.
“Cuando hay un evento de alta magnitud tenemos réplicas, que pueden ser menores o mayores de la magnitud registrada en el epicentro principal, o sea, del principal sismo, y pueden ir disminuyendo por el acomodamiento de las mismas fallas locales”, añadió.
El Ineter, a través de su sitio web, ubica que Managua es atravesada por al menos 13 fallas geológicas, entre estas; Las Brisas, San Judas, Estadio, Los Bancos, Tiscapa, Chico Pelón, Zogaib, Escuelas, Centroamérica, Waspán, Unidad de Propósitos, Aeropuerto y Las Mercedes.
Cabe mencionar que los temores ante un evento mayor comenzaron a manifestarse en redes sociales. Alerta Sísmica, a través de sus redes sociales, incluso indicó que Managua continuaba “moviéndose”, mostrando registros de gráficas del Ineter, documentadas el 4 de agosto.
Los integrantes de esa red de fenómenos naturales apuntaron que a través de su cuenta de Telegram, en comentarios que dejaron a sus seguidores, indicaron que asumían “que es una ruptura la que está ocurriendo”, aunque remarcaron que “por ahora pueden tranquilizarse, pero si la ruptura en realidad ocurrió (hay que valorar las ubicaciones de sitios) estaríamos hablando que en un par de semanas se puede dar más sismos posteriores a estos”.
Planes de emergencia
El especialista Moreira, aunque ve poco probable predecir un evento mayor, remarcando que esto es impredecible, recordó que Nicaragua está en una zona altamente sísmica, principalmente en el Pacífico.
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“Tenemos frente a nuestras costas el fallamiento de las placas Coco y Caribe, y dentro de nuestros territorios fallamientos locales que están en varios departamentos de Nicaragua, y a esto tenemos que agregar las fallas geológicas volcánicas, que también dan posibilidades de movimientos sísmicos”, explicó el especialista en agrometeorología.
Además, resaltó que “como los riesgos son latentes en Nicaragua, sobre todo en el Pacífico, que es altamente sísmico, lo recomendable es que tengan los planes de emergencia, rutas de evacuación definidas para la hora de un evento, mantener linterna, agua, alimentos adecuados, medicinas para el cuidado de personas adultas mayores o niños, no acercarse a zonas de riesgo, en general tener planes familiares y comunitarios”.