Tragedia. El 18 de diciembre de 1972, poco antes de que Managua fuera devastada por un terremoto, otra tragedia sacudió la vida de Joe Biden. Acaba de ser electo por primera vez al Senado. Pero su alegría se esfumó cuando su familia sufrió un grave accidente de tráfico mientras él estaba en Washington DC entrevistando a personal para su nuevo despacho. Su esposa Neilia y los tres hijos de la pareja volvían de hacer comprar navideñas cuando un camión que transportaba mazorcas de maíz chocó lateralmente con su automóvil. Neilia, de 30 años, y la hija menor, Naomi, de 13 meses de edad, murieron en el accidente. Beau, de 3 años, y Hunter, de 2, resultaron gravemente heridos, pero sobrevivieron.
Heredero. El 5 de enero de 1973 Biden tomó juramento como senador de Delaware junto a la cama de su hijo Beau Biden, quien estaba en el hospital tras el terrible accidente. Al crecer Beau también hizo carrera en la política y era visto como el posible sucesor de su padre. Luego de servir en Irak con la Guardia Nacional en 2008, el hijo mayor de Biden fue fiscal general del estado de Delaware por dos períodos y se le pronosticaba una brillante carrera. Sin embargo, en 2013 le diagnosticaron una rara forma de tumor cerebral y murió el 30 de mayo de 2015, a los 46 años.
Católico. En la Universidad de Siracusa estudió Derecho. Recibió una formación católica romana. En sus primeros años como senador viajaba diariamente en tren de su casa en Wilmington, Delaware, a Washington DC para estar cerca de sus hijos. Es decir, recorría más de 300 kilómetros diarios.
Nicaragua. En su gestión presidencial Biden continuó en la línea de Estados Unidos contra los regímenes autoritarios de Nicaragua y Venezuela. En 2021 firmó la Ley Renacer que habilitó nuevas sanciones contra la dictadura de Daniel Ortega. Ha sancionado a decenas de sus funcionarios. En noviembre de 2023 declaró que Nicaragua “continúa representando una amenaza inusual y extraordinaria para la seguridad nacional y la política exterior de Estados Unidos”. Extendió por un año la declaración de emergencia nacional emitida en 2018 con respecto a “la situación en Nicaragua”.
Tartamudez. Sus detractores lo consideran propenso a las “meteduras de pata”. “Su estilo directo y campechano le ha causado algunos problemas, como cuando en plena campaña dijo que si un afroestadounidense no estaba convencido de votar por él significaba que no era negro, unas declaraciones por las que se disculpó posteriormente”, destaca un artículo de la BBC. Según el propio Biden, debido al recuerdo de su tartamudez infantil, no le gusta leer los discursos de un apuntador electrónico y prefiere hablar de memoria. Su equipo de campaña prefiere evitar que el presidente improvise sus discursos.
Polémica. Antes de la pandemia de coronavirus, su propensión a acercarse demasiado a la gente le causó muchos problemas. De acuerdo con la BBC, “en 2019, ocho mujeres lo acusaron por toques, abrazos y besos inapropiados. Mientras, la televisión estadounidense mostró videos en los que se le veía saludando a mujeres en eventos públicos con mucha proximidad física”. Biden se comprometió a “tener más cuidado” en sus interacciones. La controversia adquirió un tono más serio en marzo de 2020, cuando Tara Reade, una antigua asistente, aseguró que el presidente la agredió sexualmente 30 años antes en Washington. Biden y su equipo rechazaron la acusación y el caso terminó difuminándose.
Edad. Su larga carrera política le permitió alcanzar logros tanto por joven como por viejo. En 1973, a los 30 años, Biden se convirtió en el sexto senador más joven en la historia de Estados Unidos. En 2021, a los 78, tomó posesión como el presidente electo más viejo de la historia. De haber ganado Donald Trump su segundo mandato ese año, cuando tenía 73, habría continuado en posesión de ese título, que ya había ostentado en su primer periodo. Ahora Trump tiene 78 años y busca nuevamente la Presidencia.
Debacle. El 27 de junio de 2024 su deslucida participación en el primer debate con el expresidente republicano Donald Trump, previo a las elecciones que se celebrarán el 5 de noviembre, sumió en el caos su campaña de reelección. Biden, de 81 años, se vio disperso y divagante y masculló respuestas desordenadas. “Habló con voz ronca y entrecortada, cerrando los ojos de vez en cuando para reunir pensamientos que a veces no podía organizar”, detalló El New York Times. Hacia la mitad del debate, personas cercanas al presidente dijeron que estaba resfriado. Por su parte, según el mismo diario, “Trump se mostró seguro y contundente, aunque soltó una retahíla de ataques engañosos y falsedades”.
Errores. Tras el revés en el debate, las cosas no han mejorado. Biden, que estaba tratando de proyectar fuerza y lucidez, cometió dos graves e inoportunos errores en un solo día. El pasado jueves 11 de julio, durante una conferencia de prensa en el marco de la cumbre de líderes de la OTAN, se refirió a su vicepresidenta Kamala Harris como “presidente Trump”. Poco antes Biden había cometido otro desliz al presentar al presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski, como “presidente Putin” después de una reunión de líderes de la OTAN en Washington.
Demócratas. Muchos colegas demócratas lo han exhortado a abandonar sus deseos de reelección y darle paso a un candidato cuyas facultades físicas y mentales generen menos dudas. Kamala Harris es el nombre más mencionado. Hasta el momento Biden se ha mantenido firme en su propósito. Alega que es la persona “más calificada” y que se encuentra en la carrera presidencial no por aspiraciones personales, sino para culminar el trabajo que inició en su primera gestión. En los últimos días, sin embargo, circulan rumores de que el presidente, cada vez más acorralado, estaría decidido a renunciar a su candidatura.