Hace ocho semanas cuando le preguntaron a Everth Cabrera si pensaba regresar a jugar fue más que honesto: “el corazón me pide volver, tengo la intención, pero cuando hay lesiones que son operaciones de todo tipo, tobillo roto, el hombro se me salió, las manos se me quebraron y el hamstring se me reventó cuatro veces, ya no depende de mí”, confesó el exjugador de Grandes Ligas.
No obstante, el pelotero no cerró por completo esa posibilidad: “estoy empezando a caminar agarrando el ritmo poco a poco, no descartemos, depende de la evolución del cuerpo. Todavía quiero ser pitcher, jugué todas las posiciones cuando pequeño y cuando aprendes algo nunca se olvida, necesito ponerme en forma. Si yo regreso sería a divertirme y a dar un mejor espectáculo. Si tú te cuidas y te alimentas bien la velocidad y la fuerza estará ahí”, concluyó en aquella entrevista en la cuenta oficial de Feniba.
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Y esas ganas de estar otra vez sintiendo el césped, el polvo y la adrenalina de un cajón de bateo mientras los fanáticos esperan el batazo oportuno ha hecho que el nandaimeño se prepare para dar sus últimos vestigios de su grandeza. “Quiero jugar otra vez, quiero jugar y estoy preparándome para eso. Al ver el estadio lleno me dan ganas. Primeramente Dios, en un mes podré jugar. Me siento muy bien y me estoy preparando mejor que nunca”, señaló Cabrera a Deportes VIP, tras recibir un homenaje en Granada junto a Bayardo Dávila, Iván Marín y Róger Acevedo como héroes deportivos de esa ciudad.
Si Cabrera retorna sería con Granada, ciudad que lo vio nacer y con la que ha jugado en el pasado. Tras jugar en 2004 y 2005 con el Bóer antes de ser firmado, el campo corto regresó en 2016 con Granada en donde bateó .235 en 12 encuentros, luego en 2018 volvió al terreno y mejoró a .357 en siete partidos y su última campaña había sido en 2019 con .167 de promedio en cinco partidos, ligando tres hits en 18 turnos.