En medio de la no amistosa relación que Nicaragua mantiene con Estados Unidos, y que el año pasado se tensó por la decisión de Daniel Ortega de establecer un puente aéreo que estimula la migración irregular, acortando la travesía hacia suelo estadounidense, en 2023, la Inversión Extranjera Directa (IED) proveniente de ese país se redujo en 32 por ciento. Sin embargo, esa merma no evitó que se mantuviera como el principal emisor de inversión, seguido de Panamá y Barbados.
En 2023 el ingreso bruto de IED totalizó 2,534.5 millones de dólares, monto 37.6 por ciento mayor a 2022, cuando se captaron 1,842.3 millones de dólares. Por su parte, el flujo neto de IED registró un acumulado de 1,230.1 millones de dólares, que resultó menor en 4.9 por ciento en términos interanuales en comparación con los 1,293.8 millones dólares de 2022, detalla el Informe sobre Evolución de la Inversión de Extranjera Directa (IED) publicado por el Banco Central de Nicaragua (BCN).
Según el informe, “con relación al origen de la IED neta en 2023, los flujos procedentes de Estados Unidos fueron de 269.6 millones de dólares, representando el 21.9 por ciento del total recibido”. Estos recursos se concentraron principalmente en el comercio y servicios, la industria, y el sector energía. Este monto fue menor en 32 por ciento, en relación a los 399.9 millones de dólares registrados en 2022, cuando ese país aportó en 30.9 por ciento del total de la IED neta.
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Otros emisores de inversión
El segundo gran emisor de IED neta fue Panamá con 233.2 millones de dólares, que representaron el 19 por ciento del total y se destinaron principalmente al sector financiero y al energético. Este flujo, fue superior a los 104.8 millones de dólares de 2022, cuando su aporte solo representó el 8.1 por ciento del total.
En tercer lugar se ubicó Barbados con un flujo neto de 120.5 millones de dólares, que representaron el 9.8 por ciento del total y se dirigieron al sector minero. En 2022 este país no apareció en la lista de emisores de IED.
Luego se ubicó México con 103.2 millones de dólares, equivalentes al 8.4 por ciento del total, orientados principalmente a los sectores de comunicaciones, industria, y comercio. El monto, es inferior a los 171.1 millones de dólares de 2022 cuando ese país aportó el 13.2 por ciento del total.
Le siguió Países Bajos, con un flujo neto de 94.1 millones de dólares que representaron el 7.7 por ciento del total, estos recursos se dirigieron principalmente al sector industrial y al agrícola. Este país tampoco apareció en la lista de inversiones del informe del BCN de 2022. Finalmente, la IED neta procedente de Colombia fue de 88.5 millones de dólares, equivalentes al 7.2 por ciento del total; estos recursos se concentraron en la industria y las minas; Colombia tampoco figuró en el informe e IED de 2022.
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Reinversión de utilidades sustenta la IED neta
Con respecto a la emisión de IED neta desde los países centroamericanos, el informe del BCN detalla que desde Costa Rica llegaron 88.5 millones de dólares, equivalentes al 7.2 por ciento del total. Estos recursos se destinaron, entre otros sectores al comercio, la industria y la minería. Además, el monto es superior a los 75.3 millones registrados en 2022 cuando de ese país provino el 5.8 por ciento de la IED neta que se recibió.
Con respecto al componente, el informe del BCN explica que “el principal componente del flujo neto de la IED fue la reinversión de utilidades”. En 2023 la reinversión de utilidades totalizó 721.9 millones de dólares, es decir el 58.7 por ciento del total. Sin embargo, este monto representa una disminución interanual de 23.7 por ciento en comparación con los 946.3 millones dólares en reinversión de utilidades registrados en 2022.
En 2023 se reinvirtieron utilidades principalmente en actividades de las industrias textil y alimenticia. “Del total de la reinversión de utilidades, la industria aportó el 31.2 por ciento; energía y minas representó el 25 por ciento; el sector financiero contribuyó con 18 por ciento; y el aporte del comercio y servicios fue de 12.5 por ciento, entre otros”, concluye el informe del BCN.