La explosión de una tubería de agua hecha con material plástico fue decisiva para descubrir el asesinato del nicaragüense Larry Úbeda Sevilla, de 34 años, en Costa Rica y por el cual tres hombres han sido condenados a 30 años de prisión en ese país.
Los sentenciados a pasar tres décadas en la cárcel son dos hombres de apellidos Jiménez Rodríguez y un tercero apellidado Araya Ramírez, reportó este martes el diario La Teja, de Costa Rica.
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En el crimen de Larry Úbeda, acontecido en octubre del 2021, también participó un joven que en ese entonces tenía 17 años y fue juzgado en un tribunal de adolescentes.
Eran amigos
En el expediente judicial número 21-03518-0058 PE del Tribunal de Cartago se detalla la manera como los sentenciados engañaron al nicaragüense, de quien decían ser amigos.
La tarde del 9 de octubre del 2021, entre las 5:00 p.m. y las 5:35 p.m. Larry Úbeda salió de su casa en en Capellades de Alvarado, Costa Rica, hacia un supermercado, se detalla en el expediente judicial.
Pero en el camino la víctima se encontró con los tres hombres, a quienes por la confianza que les tenía aceptó abordar el vehículo donde estos viajaban.
Estando en el automóvil, sus victimarios se dirigieron a la casa de uno de los criminales y allí ejecutaron el asesinato, según las indagaciones del Organismo de Investigación Judicial (OIJ) de Costa Rica.
El médico forense encontró en el cuerpo del compatriota 15 heridas en la parte del tórax hechas con armas cortopunzantes y 10 a nivel de la cabeza y el cuello, causando fracturas del hueso hioides.
Le prenden fuego
Después los criminales le taparon cabeza con una camiseta blanca y le introdujeron un saco; para llevárselo en la cajuela del vehículo a la calle Las Praderas, en Oreamuno de Cartago, zona cercana a un volcán.
Estando en ese lugar el entonces adolescente fue el encargado de prenderle fuego al cadáver del nicaragüense cerca de una tubería de PVC, la cual por el calor provocado por el fuego explotó, se detalla en la acusación, dejando al descubierto el crimen.
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El móvil del crimen fueron rencillas personales entre la víctima y uno de los victimarios, según la investigación hecha por el OIJ.