Aunque el pastor de una iglesia evangélica en Matagalpa ha sido condenado a 37 años por los delitos de violación en menor de 14 años, abuso sexual y lesiones psicológicas graves en perjuicio de su propia hija, el reo solo cumplirá a 30.
Cabe aclarar que no se revela el nombre del sentenciado por parentesco que tiene con la víctima (hija) para no revictimizar a la menor de edad.
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La sentencia condenatoria fue dictada por el juez Distrito Penal Especializado en Violencia de Matagalpa, William Montalván Avendaño.
El judicial explica que el pastor no cumplirá los 37 años de encierro en la cárcel porque la Constitución establece como pena máxima 30 años de prisión para los delitos que no están contemplados como “crímenes de odio” (asesinato, femicidio).
Aberración tras aberración
En el juicio declaró la víctima, quien narró que su padre comenzó a abusar de ella y para ello inicialmente le pedía que se cruzara a su cama cuando la mamá no estaba en casa.
Después bajo la justificación que le enseñaría a manejar se la llevó a un campo deportivo en Matagalpa en su camioneta y allí la violó.
En una de las ocasiones lo hizo en presencia del hermano menor de la víctima. Otra de las violaciones ocurrió en la iglesia de la cual era pastor.
Condenado alega venganza
En el juicio declaró como testigo el pastor evangélico y alegó que la acusación en su contra es porque su pareja y madre de la niña “lo quería correr de la casa desde hace seis años”.
“Cuando yo escuché lo que ellas (madre e hija) decían de mí en el juicio me desmayé; porque yo nunca haría eso”, dijo el sentenciado al declarar como testigo de su propia defensa.
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En la sentencia el juez William Montalván señala que la declaración del condenado no desvirtuó los cargos formulados en su contra, pues él en su testimonio no se refirió a los hechos descritos en la acusación.
Los abusos sexuales y la violaciones ocurrieron el año pasado cuando la menor tenía 10 años.