Colocarse lentes de realidad virtual, dar un paso adelante y de pronto verse dentro de una celda de dos por dos, con un muro en el que solo hay un jabón, una litera de cemento y un agujero para hacer las necesidades. El agua cae a gotas de un tubo, de pronto suena un golpe contra metal, como el que emiten los guardas que vigilan a los presos políticos. Esta experiencia es parte de la exposición “Tu solidaridad puede detener la tortura”, organizada por Sé Humano en el Parlamento de Costa Rica.
La exposición es un llamado a la solidaridad para detener la tortura que sufren los presos políticos, mostrando a los visitantes en qué condiciones se encuentran, cómo eran antes de entrar a prisión y cómo algunos fueron presentados por el régimen de Daniel Ortega y Rosario Murillo más de un año después.
La celda virtual es pequeña y coincide con la que presenta el Colectivo de Derechos Humanos Nicaragua Nunca +.

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Esta experiencia busca que los visitantes se pongan en los zapatos de los presos políticos y no dejen de pedir su libertad.
La exposición es una iniciativa de Sé Humano y la Comisión de Derechos Humanos que preside la diputada de Costa Rica, Montserrat Ruiz Guevara.
Los asistentes pueden ver materiales donde se muestran las torturas que sufren los presos como:
Aislamiento: Han estado aislados por más de un año. No se les permite hablar entre ellos. Las celdas de castigo tienen luz encendida 24 horas al día, no tienen agua potable todo el tiempo y están cubiertas de moho.
Luz solar: En el Chipote solo les permiten tomar sol 15 minutos cada 10 días.
Privación de abrigo: No les permiten ropa para abrigarse y padecen de frío porque duermen en losas de concreto en condiciones inhumanas.
Comunicación con hijos menores: No pueden ver ni tener ningún contacto con sus hijos menores de edad.
Interrogatorios: Les someten a constantes interrogatorios diarios para debilitar su salud física y psicológica.
Material de lectura: No se les permite el ingreso de material de lectura. Tampoco pueden leer la Biblia, por lo que se violenta su derecho a profesar su fe religiosa o culto.
Atención médica: Las personas con enfermedades preexistentes o recientes no reciben atención médica. Dos presos políticos han muerto bajo custodia del régimen Ortega-Murillo.
Visitas: No reciben visitas programadas y pasan largos períodos de tiempo sin ver a sus familiares. En el Chipote han pasado más de 80 días sin que autoricen visitas.
Alimentos: No reciben alimentación adecuada como una forma de tortura, por eso han perdido entre 15 y 90 libras de peso.
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Al finalizar el recorrido y la experiencia virtual, los participantes dejan en las celdas mensajes de solidaridad para los presos políticos y sus familiares.
«Ninguna celda es capaz de apresar sus ideas. Mucha fuerza. Libertad ya», se lee en uno de los mensajes.
Otro hace referencia a las votaciones recientes, en cuyo contexto se incrementó la cantidad de presos políticos: «Nicaragua libre. Los sueños no caben en sus urnas».