El término médico correcto para la falta de menstruación se conoce como amenorrea; esta puede ser transitoria, intermitente o una condición permanente causada por una función inadecuada de los órganos involucrados (cerebro, ovario, útero y vagina).

La misma puede ser primaria, en caso de no presentar menstruación hasta los 15 años, o secundaria que se refiere a la ausencia de la regla por más de tres meses en aquellas mujeres con ciclos regulares o seis meses en aquellas mujeres que tienen ciclos irregulares.  

Evaluar por qué no nos viene un mes, desde el punto de vista médico puede no ser importante, sin embargo, la evaluación en aquellas pacientes que su duración es mayor a tres meses se vuelve indispensable. Como sabrá, la primera posibilidad cuando estamos jóvenes y tenemos una vida sexual activa es el embarazo. Una vez descartado esto, es importante determinar la causa principal.  

Aunque parezca irreal, una de las mayores causas de amenorrea son las relacionadas por cambios realizados por la propia mujer, por ejemplo: el cambio de peso, desórdenes alimenticios y ejercicio excesivo; otras causas relevantes y que no dependen de los hábitos de la mujer son la presencia de leche a través de los senos, es importante investigar la presencia de acné, aumento en la distribución del vello o la existencia de otras enfermedades como azúcar o presión arterial elevada.  

Una vez realizado un historial clínico detallado, y habiendo hecho las preguntas necesarias es importante un examen clínico que nos aporte pistas adicionales para encontrar la posible alteración, como mencionamos antes, el peso es de las primeras variables a considerar teniendo en cuenta que ningún extremo es bueno.

Otras pistas que podemos observar durante el examen es el acné, estrías, coloración oscura en el cuello y/o pliegues, así como es importante la realización de un examen vaginal en búsqueda de datos que sugieran baja en los estrógenos.  

Por supuesto que es necesario realizar exámenes de laboratorio, evidentemente el primero es la prueba de embarazo, pero adicional podemos medir en sangre algunas hormonas, y de esta forma el médico especialista tiene los detalles necesarios para identificar en qué porción del cuerpo está ocurriendo el problema.  

Es importante además de saber cómo están las hormonas, valorar mediante algunos estudios de imagen ciertas estructuras a fin de garantizar que no exista alguna alteración, los estudios pueden variar, pero gran parte de las pacientes ocuparán un ultrasonido pélvico; algunas otras pueden incluso necesitar estudios más complejos como resonancia magnética para descartar algunos tumores. 

La evaluación es un poco compleja, en ocasiones se ocupa una comunicación directa entre el ginecólogo, endocrinólogo, radiólogo, para poder establecer el diagnóstico correcto, de tal forma que si está presentando este problema acuda de inmediato con su médico para una evaluación exhaustiva.