El Consejo Superior de la Empresa Privada (Cosep) anunció este miércoles el fin de la reelección indefinida en su organización, un mecanismo que benefició al entonces expresidente y ahora preso político, José Adán Aguerri, quien eliminó dicho candado en 2008, en plena especie de “luna de miel” con la dictadura de Daniel Ortega, quien es adicto a la reelección indefinida.
A través de un comunicado, el Cosep informó que este miércoles se hicieron reformas a los Estatutos de la organización, que entre otros cambios se destacó que ahora el cargo de presidente, que seguirá siendo de dos años, solo tendrá derecho a postularse en una ocasión más al puesto, una vez finalizado su primer periodo.
“El proceso de consultas y aportes inició hace dos años, lográndose un consenso pleno de todas (las) cámaras), siendo uno de ellos que el presidente de la institución podrá ejercer sus funciones durante dos años, con el derecho a ser reelecto por un periodo más”, informó el Cosep en un escueto comunicado, que no ahonda más sobre los cambios adicionales que se hicieron a los estatutos de la organización.
Fuentes empresariales confirmaron a LA PRENSA que dicha reforma se venía trabajando desde hace tres años, pero el proceso se vio afectado tras el encarcelamiento de Michael Healy, quien en ese momento estaba a punto de cumplir su primer año en el cargo.
Healy ganó la presidencia del Cosep el 9 de septiembre del 2020, pero el 21 de octubre del 2021 fue detenido por la Policía orteguista junto con el entonces vicepresidente de la organización, Álvaro Vargas. Tras su detención, asumió las riendas el polémico empresario del sector eléctrico, César Zamora.
Fue precisamente por el estallido de la crisis sociopolítica y la ruptura de alianza entre Ortega y el Cosep en abril del 2018 que dentro de la cúpula empresarial se abrió el debate de poner fin a una de las mayores críticas contras la organización, por su decisión de mantener en el cargo a Aguerri durante 13 años, mediante la vía de la reelección.
Esto forzó a Aguerri a dar paso a un relevo en el cargo, el cual quedó en manos de Healy, quien no pudo terminar su periodo.
“Ahora se dejó dos años como presidente, con la posibilidad de reelegirte un año más. Cuatro años es más decente, normalmente las cúpulas en Guatemala, El Salvador, tardan tres años (cada periodo), pero no 13 años como estuvo Aguerri. En Panamá son tres años”, explicó una de las fuentes empresariales.
Indicó que entre otros cambios en los estatutos que se estuvieron discutiendo hace tres años estaban relacionados con aspectos administrativos en el manejo del Cosep, la conformación de la junta directiva, las funciones de los miembros, entre otros.
