En la etapa final de los juicios contra los presos políticos de la más reciente ola represiva del régimen, el Sistema Judicial nicaragüense condenó a otros dos opositores. El martes 1 de marzo, el juez Quinto Penal de Juicios de Managua, Félix Ernesto Salmeron Moreno, juzgó y declaró culpables de conspiración para cometer menoscabo a la integridad nacional al activista político José Alejandro Quintanilla, conocido como Alex Hernández y al abogado Róger Reyes.
Durante el proceso que se realizó en el Complejo de la Dirección de Auxilio Judicial (DAJ) ambos se declararon inocentes. El Ministerio Público pidió la pena de 10 años de prisión para ambos y la inhabilitación para ejercer cargos públicos. Esta es la pena máxima para ese delito que se castiga con entre 5 y 10 años de cárcel.
Hernández y Reyes son miembros del Consejo Político de la Unidad Nacional Azul y Blanco (UNAB). Reyes es originario de Carazo y está preso desde el 20 de agosto pasado. Sus familiares han denunciado que las condiciones extremas que enfrenta han afectado su salud física y mental.
Al concluir el juicio, Reyes le dijo al juez y a los fiscales que los podía ver a los ojos asegurando su inocencia. “Soy inocente, amo a Nicaragua y sería incapaz de cometer menoscabo”, y añadió que en el futuro sus hijas sabrán con orgullo que él estuvo preso por defender a su país.
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Alex Hernández está preso por segunda vez
Mientras tanto, Hernández instó a los nicaragüenses a “seguir fomentando los espacios de unión, tendiendo puentes y derribando muros”. Y añadió que lleva tres años luchando por los derechos de los nicaragüenses.
“Soy una persona que lleva más de tres años luchando por la reivindicación de derechos, por la dignidad y la justicia. Hoy regreso de nuevo a mi celda, pero con la misma dignidad con la que me capturaron”, dijo Hernández.
Hernández es originario de Catarina y está preso desde el 24 de agosto pasado. Para él este es su segundo encarcelamiento. La primera vez fue capturado el 1 de septiembre de 2018 por lanzar chimbombas azul y blanco en las calles de Catarina.
En esa ocasión, lo acusaron de portar armas ilegales, cometer asaltos, incendiar la casa del FSLN en su municipio y otros delitos. Estuvo preso hasta marzo de 2019, cuando fue liberado a través de la cuestionada Ley de Amnistía. Desde entonces se había exiliado en Costa Rica, pero posteriormente regresó y fue recapturado en agosto del 2021.
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