CONTENIDO EXCLUSIVO.
CONTENIDO EXCLUSIVO.Aunque Elián Rayo tiene un admirable historial como jugador de beisbol en las pequeñas ligas en Nicaragua, sabe que la etapa más importante de su carrera apenas ha iniciado y el nivel de exigencia irá en ascenso a medida que progrese en las Menores con los Gigantes.
Rayo, al igual que Ismael Munguía, viajó el fin de semana a Estados Unidos a participar en un campamento que reúne a prospectos de la organización de San Francisco y la impresión que cause ahí, unido a su trabajo del año pasado, determinará su ubicación para este 2022.
Firmado en julio del 2019, Elián no pudo jugar en el 2020 debido a la suspensión de todas las actividades en las Ligas Menores por el coronavirus. El año pasado, terminó con .243, dos jonrones y 17 remolques en 38 juegos en la Liga de Verano de República Dominicana.
No fueron cifras brillantes, pero de acuerdo a métricas avanzadas que evalúan el trabajo de los jugadores a mayor profundidad, como impacto a la bola, ángulo de elevación y juicio sobre los pitcheos, Rayo causó buena impresión y no se descarta que juegue en EE. UU.
Elián es un bateador orientado al poder, una herramienta necesaria cuando se juega en una posición de esquina como tercera base. Y aunque se ponchó 27 veces en 115 turnos, a la vez recibió 24 bases, lo que habla de su buen juicio. De aquí que tenga .387 sobre las bases.
Rayo es un chavalo de 18 años que solo ha jugado una temporada como profesional en la liga dominicana, pero quienes tuvieron la oportunidad de verlo en acción con los Indios del Bóer en la liga rentada, pudieron constatar su evolución en todas las áreas de su juego.
Solo actuó en 12 partidos, pero terminó con una línea ofensiva de .364/.429/.545 y un OPS de .974 que es magnífico. Se fue de 44-16, con tres dobles, un triple y un jonrón, con cuatro anotadas y ocho impulsadas, con cinco bases y once ponches, bateando como octavo.
Y a la defensiva no tuvo errores en 21 asistencias, mientras conseguía 13 outs y participaba en dos doble plays, con un brazo que parece un cañón por la potencia y precisión. Exhibió además buen alcance, flexibilidad y control del cuerpo en sus intervenciones con el guante.
Elián mide seis pies y su peso debe andar sobre las 200 libras. Es un detalle al que le tiene que poner especial atención, aunque su capacidad atlética, su agilidad, salta a la vista. Todo eso hace pensar en que dispone de un gran futuro y que debe crecer en las Ligas Menores.
No sabemos qué tan brillante será su historial como jugador profesional, pero después de verlo imponerse en torneos Sub-12, Sub-14 a nivel panamericano y mundial, este chavalo, que además venció a Cuba como lanzador, parece destinado al éxito en esta nueva etapa.
Ojalá Rayo llegue a ser tan grande como lo han imaginado no solo los Gigantes, quienes lograron su firma a través de Sandy Moreno por 350 mil dólares, sino cualquiera que lo haya observado, porque un talento tan prometedor como ese de Elián, salta fácilmente a la vista.