A casi tres meses de haber sido encontrada muerta en unas piedras de un río en Upala, Costa Rica, las causas de fallecimiento de la nicaragüense Evelyn del Rosario Ortiz Berríos, de 31 años, continúan siendo un misterio.
El cadáver de Ortiz fue hallado desnudo la tarde del pasado 2 de septiembre en en un cauce del río Negro, en Guayabal de Aguas Claras, Upala. El cuerpo de la mujer fue identificado el 14 de septiembre por sus familiares, quienes lograron establecer su identidad por los tatuajes que tenía en el pecho, abdomen, espalda y pie izquierdo, explicaron las autoridades ticas.
Eveling Ortiz era originaria de León, había emigrado a finales de 2016 a Costa Rica en busca de mayores oportunidades laborales.
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Bastián Méndez, hijo mayor de Ortiz, contó que los resultados de la autopsia todavía no han sido dados a conocer por las autoridades costarricenses. “Se supone que fueron a investigar adonde se encontró el cuerpo, pero dijeron que no encontraron nada”, informó Méndez. “Igual fueron adonde residía y ni siquiera sus pertenencias encontraron”, agregó el familiar.
LA PRENSA se contactó con la oficina de prensa del Organismo de Investigación Judicial (OIJ) de Costa Rica, desde donde informaron que el caso se mantiene en investigación. “Se han realizado varias diligencias, entre ellas el allanamiento a la vivienda donde vivía la ahora fallecida y donde se aplicó la técnica de luminol, recolectando indicios importantes para la investigación, los cuales están siendo analizados en los laboratorios del Complejo de Ciencias Forenses del Organismo de Investigación Judicial”, reportaron vía eléctronica las autoridades ticas.
La técnica de luminol consiste en buscar trazas de sangre en una escena. Al aplicar el químico, este brilla si hay rastros de sangre, aún cuando no son visibles al ojo humano.
Sin rastros de pareja
Mientras las autoridades ticas siguen con las investigaciones, la familia de Ortiz, originaria de barrio La Providencia en León, todavía no saben nada del paradero de la pareja de Eveling.
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“Se lo tragó la tierra”, dice el hijo de la mujer sobre el nicaragüense del que solo tienen una fotografía y su nombre: Noel. También saben que el hombre es originario del departamento de Chontales.
El hombre desapareció al mismo tiempo que Ortiz y la familia de la leonesa solo recibió una llamada donde una persona les informó que los celulares de ambos estaban dañados. Días después el cadáver de la nica fue hallado en el río.
La familia de Eveling quiso repatriar el cuerpo, pero al final decidieron cremalo y traer sus cenizas al país, las cuales guardan en su casa en un altar.