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Nicaragua pierde otra oportunidad de bajar los combustibles, lo que desmonta la farsa del congelamiento de precios

Si los nicaragüenses fueran a comprar los combustibles a otros países de Centroamérica, estos serían los córdobas que necesitarían para llenar el tanque, lo que refleja la urgencia de rebajar los precios

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Tres semanas han transcurrido desde que el Gobierno de Nicaragua anunció el congelamiento temporal del precio de los combustibles, pese a esto, en el territorio nacional aún se mantienen los precios de venta más caros que en los demás países de Centroamérica. Además, disminuciones en el precio promedio internacional del petróleo, de las gasolinas y del diésel a nivel internacional y que no se han transferido a los consumidores nicaragüenses están compensando las dos semanas en que los precios debieron bajar a nivel local.

El problema es que a nivel internacional los pronósticos apuntan a que vienen menores precios en el último tramo del año y no está claro si finalmente el régimen de Ortega ordenará a las petroleras que apliquen las reducciones de precios a los consumidores locales, lo que se convertiría en una oportunidad de alivio al bolsillo azotado por un año de constantes alzas en todos los eslabones de la economía.

Un especialista en la materia, que prefirió el anonimato, explicó que el Gobierno congeló los precios de ventas debido a las continuas alzas que afectaban a los consumidores, pero, ahora los precios internacionales de las gasolinas y el diésel han bajado en las últimas dos semanas y “debe asegurar se apliquen en su momento las bajas correspondientes”. De lo contrario, la grave distorsión de precios se mantendrá.

“Puma y las Uno dominan el mercado, deberían revisar la estructura de costo con las petroleras para bajar el sobreprecio estimado en 0.12 dólar por galón que le dará alivio a los consumidores”, indicó.

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Asimismo, aclaró que los precios en el país están altos por la forma de operar de Puma y Uno, quienes están a cargo de casi todas las importaciones de estos productos, de la mano de Petronic. “Ellos ganan por incrementos en precios e incrementos en volumen”, sostuvo.

“Este año, la ganancia de ellos va a ser casi por incremento en volumen de ventas. Cuando ellos venden menos ajustan el precio para ganar casi a los mismos niveles. ¿Cómo es posible que ya no estando DNP, ni Albanisa en el mercado, la diferencia de precio con El Salvador es amplia? Es como que no existió la salida de DNP”, expresó.

El 23 de octubre el régimen de Ortega, 15 días antes de las elecciones presidenciales, ordenó congelar los precios de los combustibles, pero no aclaró cuánto tiempo duraría la medida y qué pasaría si a nivel internacional, estos empezarían a bajar y por tanto si se trasladaría a los consumidores.

Este fin de semana fuentes del sector petrolero informaron que por tercera semana consecutiva los precios de los carburantes no se tocarían, lo que ha ocasionado que las pizarras de las estaciones de combustibles se mantengan con precios aún históricos: el litro de gasolina súper en 41.96 córdobas, la regular en 40.90 córdobas y el diésel en 36.57 córdobas.

En lo que va del 2021 se han registrado 31 alzas y 11 bajas en el precio de la gasolina regular y súper, y 29 alzas y 13 bajas en el precio del diésel. “Estas variaciones se deben a las fluctuaciones que presentan los precios de referencia internacional de estos productos”, señala el Instituto Nicaragüense de Energía (INE).

Distorsión de precios se mantiene

El especialista compartió que el precio promedio del petróleo al cierre del viernes es ligeramente mayor que el observado en octubre, pero los precios promedios internacionales de las gasolinas y el diésel son menores.

“El precio promedio del petróleo West Texas lntermediate (WTI) del 1 al 14 de noviembre de 2021 está en 81.8 dólares por barril y respecto a octubre, los precios promedios internacionales para la gasolina regular han bajado 0.08 dólar por galón, la gasolina súper 0.10 dólar por galón y el diésel 0.06 dólar por galón. De mantenerse, las petroleras tendrían un aumento en el margen, según el volumen de ventas mensual estimado, de 3.8 millones de barriles”, señaló.

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Con él coincidió Patricia Rodríguez, especialista en temas energéticos, quien refirió que se mantendrá la distorsión de precios mientras no haya un sistema serio de regulación.

“Congelar precios no lo es (la solución a la distorsión), debe establecerse un sistema que vaya acorde con la evolución de los precios del petróleo, regulando el margen de ganancia de las petroleras por ser los derivados de este producto, que son bienes de uso masivo para la economía y la sociedad”, enfatizó.

Vienen más bajas internacionales

No está claro si el gobierno de Ortega mantendrá congelados los precios de los combustibles en lo que resta del año, pero a nivel internacional los pronósticos apuntan a que pese a que el petróleo se espera se mantenga alto, hay proyecciones de que los combustibles terminados cedan aún más en su precio.

El 10 de noviembre la Administración de Información Energética de Estados Unidos (EIA, por sus siglas en inglés), pronosticó el precio promedio anual del petróleo WTI en 69 dólares por barril, lo que significaría un aumento de 0.4 dólares respecto a lo estimado en octubre.

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“La EIA estimó un promedio mensual de niveles de 80.5 dólares por barril para noviembre y diciembre por aumentos de la producción de refinerías, menor consumo por altos precios, posibilidad de liberar reservas estratégicas de petróleo en Estados Unidos y disminución en las importaciones de China, entre otras cosas”, indicó el primer especialista consultado.

Y agregó que “los precios promedios internacionales respecto a octubre para la gasolina regular bajarían 0.12 dólar por galón, la gasolina súper 0.13 dólar por galón y el diésel 0.09 dólar por galón, que de mantenerse tendría un aumento en el margen mensual, según el volumen de ventas estimado, de 4.6 millones de dólares (en Nicaragua)”.

“Como ellos compran a futuro, están comprando a menores precios el diésel y la gasolina que no producen aquí, entonces están ganando. Del 1 al 14 de noviembre disminuyeron los precios y el Gobierno debe decirle a la Puma ´bájenlos´, si no lo hace es porque se pusieron de acuerdo en no hacerlo”, añadió.

Sostuvo que la decisión de congelar los precios fue correcta “en su momento”, porque en ese entonces estaban los precios al alza, “pero nadie puede decir que Puma no conocía cuál era el pronóstico que tenía la EIA, donde históricamente en noviembre en Estados Unidos el consumo de gasolina baja, los precios bajan y eso tiene un efecto en los precios internacionales, en la gasolina. El diésel es otra historia, porque este se usa poco en el campo vehicular, es más que todo para calefacción”.

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Indicó que es probable que en diciembre estén vigentes mejores precios debido a que la producción en Estados Unidos incrementará. “Sé que la tendencia es mantener los precios del petróleo” a nivel internacional, dijo.

Sobre la situación en Nicaragua, compartió que “lo positivo es que, si es una cuestión transparente, no van a agarrar esos impuestos para subsidiar a las petroleras. Si hubiese sido al revés, suponiendo que el precio se hubiera disparado, ellas tenían margen suficiente porque están vendiendo mucho más, tienen mayor mercado y tienen un sobreprecio, ese es el meollo. En el mercado, el consumidor nicaragüense está dispuesto a pagar lo que le pongan”.

“No creo que el Gobierno haya tenido la inteligencia de mercado para saber qué es lo que iba a ocurrir, lo hizo con fines electoreros. Las petroleras no pueden llegar a decir que no conocían cuál era el pronóstico de la EIA si van y la compran a ese mercado. Ahorita están felices porque llevan dos millones más de ganancias (por no bajar los precios). Pero no creo que el Gobierno haya tenido la intención de favorecer a las petroleras, el mercado hizo que el precio bajara y solo queda que les diga que acá los bajen”, concluyó.

Desde el 22 de octubre, un día antes que se anunciara el congelamiento de precios de los combustibles en Nicaragua, hasta la fecha, el valor del petróleo a nivel internacional ha experimentado seis bajas y ocho alzas, según el portal web Investing.com.

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Menos córdobas para comprar combustibles en el istmo

Pero más allá del panorama internacional, lo cierto es que los nicaragüenses necesitarían menos córdobas en los países de Centroamérica para comprar combustibles esta semana, pese a las tres semanas que llevan estos precios congelados, lo que demuestra el nivel de distorsión que aún persiste.

LA PRENSA hizo un comparativo del precio de los combustibles monitoreados por el INE y el precio promedio que circula en los demás países de Centroamérica, con datos de fuentes oficiales.

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Se tomó en cuenta el valor de la gasolina súper, gasolina regular y el diésel. Cabe recalcar que los precios fueron tomados con base en la moneda local de cada país, luego se realizó la conversión correspondiente a dólares y finalmente, con el tipo de cambio oficial, se convirtieron las cifras a córdobas para que usted tenga idea de cuán profunda es la distorsión de los precios a nivel local.

Panamá

La brecha es muy significativa si se comparan los precios locales con los valores que pagan los panameños por las gasolinas y el diésel, que son los más baratos de Centroamérica. Desde el 5 hasta el 19 de noviembre, en la Ciudad de Panamá usted podría comprar un litro de gasolina de 95 octanos (súper) con 35.43 córdobas, 6.53 córdobas más barato que en Nicaragua.

Asimismo, podría adquirir la misma cantidad de gasolina de 91 octanos (regular) con 34.36 córdobas, 6.54 córdobas más accesible que lo que pagan los nicaragüenses. Y finalmente, el litro de diésel en Panamá se compra en 30.82 córdobas, 5.75 córdobas más barato que aquí.

En Panamá se revisan los precios de los combustibles cada 14 días. Según la Secretaría Nacional de Energía del país canalero, en esta semana se registró un ligero incremento de precios con respecto al periodo anterior (del 22 de octubre al 5 de noviembre), cuando la gasolina de 95 octanos se podía encontrar en 34.72 córdobas y la de 91 octanos rondaba los 33.66 córdobas. El diésel no mostró variaciones en su valor.

El Salvador

Nicaragua y El Salvador tienen en común que comparten similar logística de importación de estos tipos de productos e iguales volúmenes de venta, sin embargo, en territorio nacional se comercializan a valores más caros.

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Desde el 2 hasta el 15 de noviembre, en la zona central de El Salvador, el precio del litro de gasolina superior se ubica en 38.61 córdobas, el de la gasolina regular se mantiene en 37.20 córdobas y el diésel se encuentra en 37.20 córdobas. Estos precios están por debajo de los 41.96 córdobas en la súper en Managua, 40.90 córdobas en la regular y 36.57 córdobas en el diésel.

En el caso de El Salvador, al igual que en Panamá, el ajuste se realiza cada 14 días. Según las estadísticas del Ministerio de Economía salvadoreño, en este periodo —con relación al anterior— se registró un ligero incremento.

La entidad atribuyó dicho incremento al aumento de los precios internacionales de los derivados del petróleo, en especial por el crecimiento de la demanda de los combustibles para la generación de calefacción, en vísperas de la llegada del invierno en Estados Unidos, Europa y Asia Oriental, entre otros factores.

Al respecto, el primer especialista consultado indicó que en El Salvador, a pesar de que el mercado es libre, hay mayor competitividad porque existe un intermediario más, que es Chevron. Además señala que lo contradictorio es que las mismas petroleras que operan en Nicaragua venden el producto más barato en ese país.

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“Están distribuidos, la participación del mercado es de forma equitativa entre ellos. Aquí no, aquí hay un mercado asimétrico. Debe haber intereses creados para mantener los precios altos. En El Salvador hay mercado libre, pero el Ministerio de Economía sugiere precios. Las ganancias en ese país son por volumen”, afirmó.

Honduras

Al igual que en Nicaragua, los precios de los combustibles en Honduras se encuentran congelados desde inicios de octubre. Las autoridades hondureñas indicaron que con esta acción buscan darle un “respiro” a la economía de los locales. La medida tendrá su fin hasta el 31 de diciembre.

Es por ello que, desde el 8 hasta el 14 de noviembre, en las gasolineras de Tegucigalpa un nicaragüense podría adquirir un litro de gasolina superior a un precio de 40.74 córdobas. Mientras, la regular se cotiza en 37.91 córdobas y el diésel en 34.01 córdobas.

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Costa Rica

Desde el 13 de noviembre, en el vecino del sur usted puede obtener un litro de gasolina súper con, aproximadamente 40.74 córdobas. Encontraría el litro de la gasolina regular en 40.03 córdobas y el del diésel en 34.36 córdobas.

En Costa Rica se revisan los precios de los combustibles cada mes, pero según la Refinadora Costarricense de Petróleo (Recope) se han hecho ajustes en la semana del 29 de septiembre, en la del 27 de octubre y recientemente, en la del 13 de noviembre. Todas han presentado incrementos con relación al periodo anterior.

Guatemala

En Guatemala, desde el 8 de noviembre un nicaragüense podría comprar un litro de gasolina superior con 37.20 córdobas. Por su parte, la regular se cotiza en 36.49 córdobas y el diésel se contabiliza en 31.88 córdobas.

En esta nación se revisan los precios de los combustibles semanalmente. Las estadísticas del Ministerio de Energía y Minas revelan que el 25 de octubre se efectuó un aumento en los precios con relación al periodo anterior. Sin embargo, en las siguientes dos semanas estos reflejaron una disminución, esto confirmaría las dos reducciones que no se han aplicado en Nicaragua, cuyo periodo de revisión es similar al de Guatemala.

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Sobre el incremento efectuado el 25 de octubre, el ministro de Energía y Minas, Alberto Pimentel, informó que la causa se debe a que los países productores incrementaron los costos de producción por la demanda mundial y por el comienzo de temporada invernal en Estados Unidos.

Y, como se mencionaba anteriormente, otro factor que impulsó el alza es el aumento de los precios del carbón y el gas, lo que hace que el petróleo sea una alternativa más atractiva para la generación de energía antes de la temporada de calefacción invernal.

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