El doctor José Luis Borgen Rayo, miembro de la Unidad Gremial por Nicaragua, organismo que también es parte de la Unidad Médica Nicaragüense (UMN), se presentó este martes ante el Ministerio Público de Nicaragua, respondiendo a la citatoria que recibió para entrevista relacionada a una consulta médica que brindó a la precandidata presidencial María Asunción Moreno el pasado 10 de julio.
Al salir de la Fiscalía, Borgen expuso que durante la hora y media de entrevista los fiscales lo interrogaron por la orden de reposo de 15 días que extendió a Asunción Moreno. El galeno agregó que la ciudadana ameritaba «reposo absoluto y tratamiento médico» por una infección severa, eso fue lo que explicó a los funcionarios del Ministerio Público.
Pese a que la Fiscalía fue insistente con el tema de la precandidata presidencial, el doctor Borgen restó importancia a las aspiraciones políticas de la ciudadana y recalcó que su trabajo es directamente atender a pacientes, sin importar su ideología. «Ellos no me aclararon si se trata de la aspirante a la presidencia, en una de las preguntas me decían ´la doctora´, entonces asumo que fue a ella, sino, no me hubieran citado».
Sustenta su actuar en el deber médico de atender a toda persona que lo necesite y plantea que han aumentado las consultas a médicos independientes, porque «lo mismo ha sucedido con la gente que ha perdido la confianza en el Ministerio de Salud, en cuanto al manejo de la pandemia. Entonces brindamos atención por consejería, por vía telefónica», agregó.
Fiscalía viola confidencialidad médico-paciente
Borgen detalló que como parte de la entrevista los fiscales lo obligaron a presentar como «prueba» el diagnóstico médico que realizó a la doctora María Asunción Moreno, revelar el padecimiento y de paso explicarlo, violando así, dice el especialista, la confidencialidad que existe entre médico y paciente.
Borgen considera que esto puede generar desconfianza entre los ciudadanos que buscan ser atendidos. «Me obligaron a traer el registro y yo se los entregué».
«Si el Ministerio Público nos está citando para hablar de las enfermedades de los pacientes, entonces es probable que los pacientes no quieran acudir a los médicos independientes (…) entonces esto va a disminuir (las atenciones) y la gente puede generar información falsa a los médicos. A mí me pidieron el diagnóstico de la doctora Asunción y se quedaron con una fotocopia», continuó.
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Esta minuciosa entrevista al galeno se da después que la precandidata presidencial María Asunción Moreno no se presentara a la citatoria que hizo la Fiscalía para el 12 de julio.
La entidad controlada por la dictadura también solicitó al doctor Borgen un contacto telefónico cercano a Moreno, pero él explicó que esa persona estaba en Estados Unidos. «Tendrán que investigar allá a ese contacto. Lo otro es que, yo no conozco la dirección de la casa de ella, yo la atendí en mi casa, como he hecho con otros pacientes», aclaró.
Para Borgen, esta citatoria en su contra podría traducirse en la nueva parada que está elevando la dictadura de Ortega, ahora contra los médicos independientes que desde el inicio de la pandemia —en marzo de 2020— han monitoreado el comportamiento del Covid-19 y han alertado sobre el avance del virus en el país.
El pasado 7 de julio, la vicepresidenta designada Rosario Murillo lanzo serias amenazas contra el gremio médico, acusándolos de «falsos doctores» que reportan «falsos pronósticos» sobre la pandemia, esto, después que los galenos alertaran sobre el aumento de hospitalizaciones a causa del Covid-19.
«Como los médicos hemos sido el contacto crítico en cuanto a la forma en que se ha manejado la pandemia, la falta de transparencia en la información, probablemente ese sea el trasfondo de la entrevista», destacó.
Asedio día y noche
Antes de ingresar a su entrevista con la Fiscalía, el doctor José Luis Borgen expuso el acoso del que está siendo víctima debido a personas afines al gobierno.
«El día de ayer mi casa estuvo siendo vigilada por algunos paramilitares, se identificaron entiendo yo como policías vestidos de civil, encubiertos, estuvo también una pareja de motorizados vestidos de civil que pasó hasta las 12:10 de la noche vigilando mi casa, ahora se trasladan también en los taxis, hacen un enlace con ellos, les llevan comida y les llevan todo para vigilar a las personas que son de su interés», describe.
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«Hoy que venía para acá sucedió lo mismo, desde que salí de mi casa me venían siguiendo en unas motos, pero no sé realmente cuál es el propósito, cuando uno se les acerca, agarran marcha y se van, porque uno les quisiera preguntar cuál es el problema con uno o quiénes son, pero como ni se quieren identificar, yo presumo que son policías de civil, espero que no sean paramilitares, porque aquí en Nicaragua ya han ocurrido cosas como sicariato y espero que eso no suceda», comentó Borgen.
Insiste en que los médicos defienden el derecho a la salud y los derechos humanos de todos los nicaragüenses y señala que «el problema es que ahora existe una línea. Desgraciadamente, la señora vicepresidenta en sus intervenciones de los discursos que da hizo referencia al quehacer de los médicos, nos ha tildado con epítetos de falsos, cuando solo hacemos nuestro deber».
Al finalizar la entrevista, la Fiscalía no le notificó sobre una nueva citatoria, solo le solicitó un correo electrónico y la disposición por si amerita una nueva colaboración futura, sin embargo el galeno no descartó ser citado nuevamente, debido a la información que brinda a los medios de comunicación con relación al manejo de la pandemia.
Con esta medida, Borgen se convierte en el primer médico independiente citado por la Fiscalía de Nicaragua en un contexto político donde la dictadura ha hecho desfilar a diferentes sectores de la sociedad, entre ellos organizaciones civiles, periodistas, empresarios, jefes de medios de comunicación, políticos, activistas y hasta banqueros.