“Se comenzó a oír que no tocaron el timbre, comenzaron a sonar los portones con fuerza, viene la Policía”, dijo Christian Tinoco —hija del exguerrillero y exvicecanciller, Víctor Hugo Tinoco—, quien se encontraba en la vivienda y presenció todo el allanamiento. Tinoco narra que el contingente policial era de una treintena de oficiales armados de la Dirección de Operaciones Especiales Policiales (DOEP), que llegaron a eso de las 3:00 p.m. del miércoles 16 de junio con una orden de allanamiento de la jueza Nalía Úbeda. El operativo fue dirigido por el teniente oficial que se identificó como Juan Pérez.
Previo al allanamiento, Tinoco alertó sobre la presencia policial a través de un video en Facebook, en el que urgió ayuda debido a que en la vivienda solo habían mujeres: ella con su padecimiento de cáncer, su abuelita de 90 años, su mamá de 65 años que sufre de artritis y su hermanas. “Nosotras estábamos aterradas, aquí en esta casa solo habíamos mujeres y saqué las fuerzas para pedir ayuda porque nos podían golpear”, relató Tinoco.
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Al momento en que los oficiales de la Policía ingresaron a la vivienda, Tinoco se vio en la necesidad de pedir que no las agredieran. Así fue la escena.
— Tinoco: Mire aquí es una casa de paz, habemos solo mujeres, por favor no nos agredan.
— Teniente: Si ustedes cooperan no las vamos a lastimar, solo cooperen con la investigación.
Allanamiento duró tres horas
Después de esa escena, Tinoco comenta que los oficiales se dirigieron al cuarto de su papá. Estando ahí comenzaron a revisar todo lo que había en la habitación, incluyendo ropero, cama y muebles.
“Allí es donde se pasaron todo el momento, el allanamiento duró tres horas, tres horas que fueron eternas para nosotras, mi mamá estuvo en el cuarto y a ella le preguntaron de qué eran los documentos. Se llevaron de mi papá su pasaporte, celular, computadora portátil, una tableta y una documentación de hace cinco años de una federación alemana Friedrich Ebert Stiftung (FES)”, describió Tinoco.
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El cateo continuó en los siguientes cuartos, uno por uno, y finalizaron en una bodega donde metieron a un perro para que buscara. Adentro habían al menos 10 oficiales de la DOEP, en el patio otros 10 y afuera de la vivienda otros 10.
“En cada uno de los cuartos se les abrían los roperos, gavetas y solamente de un ropero no teníamos llave del candado, pero ellos lo rompieron y encontraron documentos de una de mis hermanas de sus bachilleratos y carreras. Hasta una tableta de mi abuelita encontraron y la revisaron. Posterior metieron un perro que andaban a una bodega para que buscara supongo que armas, pero no encontraron nada”, comentó.
Escondieron los celulares
Tinoco revela que se vieron en la necesidad de ocultar los celulares para que los oficiales no se los quitaran, pero como habían publicado en las redes sociales el video en el que pedían ayuda, el celular de ella comenzó a sonar por las llamadas.
“Comenzó a sonar, entonces los oficiales inmediatamente preguntaron ¿dónde suenan esos teléfonos? Los encontraron. Uno era de mi mamá, el otro de la trabajadora doméstica y el mío, nosotras fuimos pacíficas siempre. El teniente me cuestionó si había subido un video en Facebook y le respondí que sí (…) nosotros estábamos aterrorizadas, hemos escuchado que ustedes golpean y roban. A mi respuesta él me dijo: ‘Ahora suba un video diciendo que no le hicimos nada'”, atinó Tinoco.
“Emocionalmente era horrible, estábamos rodeadas”
A pesar de que Tinoco reconoce que “no las agredieron” afirma que se sintieron “afectadas psicológicamente, estábamos hechas un mar de nervios, éramos puras mujeres, con mi abuelita y mamá y yo con dolores horribles por mi enfermedad de cáncer en el abdomen, no aguantaba los dolores, pienso que del mismo nervio. Emocionalmente era horrible estábamos rodeadas. Fue algo terrible pensar que mi abuelita o mamá les diera un infarto”.
Añadió que los oficiales a las que estaban dentro de la casa las vigilaban e incluso a ella, la siguieron para ir al baño. Tinoco comenta que hubo un momento en el que hubo contrariedades. Cuando Tinoco logró cuestionarle al teniente la detención de su padre: “¿Cómo puede ser que lo tengan detenido, si es inocente? Él me alzó la voz y me dijo que ‘no podemos entrar en esas deliberaciones de que si su papá es o no inocente, que eso lo determina el juez”, remarcó.
Detención del exguerrillero
Según la familia, el exguerrillero Víctor Hugo Tinoco fue secuestrado alrededor de las 9:00 p.m. del domingo 13 de junio, en el parqueo del centro comercial Galerías Santo Domingo por civiles en una camioneta Hyundai. Antes había sido retenido por una patrulla policial cerca de su casa, pero lo dejaron ir. Ese mismo día fueron detenidos otros cuatro opositores del partido Unión Democrática Renovadora (Unamos), antes Movimiento Renovador Sandinista (MRS), la presidenta de Unamos, Suyén Barahona; el vicepresidente del partido y general en retiro del Ejército, Hugo Torres, y los integrantes y dirigentes Dora María Téllez y Ana Margarita Vijil.
En comunicados la Policía dijo que Tinoco está siendo investigado por haber realizado “actos que menoscaban la independencia, la soberanía, y la autodeterminación, incitar a la injerencia extranjera en los asuntos internos, pedir intervenciones militares, organizarse con financiamiento de potencias extranjeras para ejecutar actos de terrorismo y desestabilización, proponer y gestionar bloqueos económicos, comerciales y de operaciones financieras en contra del país y sus instituciones, demandar, exaltar y aplaudir la imposición de sanciones contra el Estado de Nicaragua y sus ciudadanos, y lesionar los intereses supremos de la nación”.
Cuarto día de detención y no han logrado verlo
Dos días después, el 15 de junio, el Ministerio Público informó que Tinoco pasará 90 días en prisión. Después de que se le realizara una audiencia a puerta cerrada, en la que no se le permitió estar con su abogado. Su hija reconoce que ya se cumplió el cuarto día de la detención de su padre y como familiares no lo han logrado ver. Además denunció que la familia está completamente vigilada por civiles.
“Desde el día que ellos secuestraron ilegalmente a mi papá, siempre hay hombres en la entrada del portón de la casa, hoy que iba a salir a las 6:00 a.m. vi a tres hombres sentados en el muro de la casa. Hay vehículos que nos andan siguiendo, tenemos miedo de nuestra integridad física, por nuestra vida, hay un temor que tomen represalias”, afirmó.
Enseguida dijo que hasta el momento “no hemos visto a mi papá, nosotras por fe en Dios creemos que él está en el Chipote. Vamos en los horarios de visita que hay, les llevamos paquetería, comida no dejan pasar. Mi papá es un hombre de 67 años de edad, que tiene enfermedades crónicas, es hipertenso, problemas de broncoespasmos por asma, pos-Covid, tenemos temor por mi papá”, concluyó.