Los llamados “entierros exprés” al principio eran rumores, pero luego se convirtieron en una pesadilla. Sin velas, sin caravanas y sin poder ver por última vez a su ser querido; no importaba la hora, pero normalmente se daban en horas de la madrugada para tratar de ocultar la realidad. Pero, ¿por qué en la segunda oleada ya no son comunes? Especialistas afirman que esto se debe a que se consideraban un indicador del mal manejo del Gobierno en la crisis sanitaria, pero que estos podrían volver en un par de semanas.
El epidemiólogo Leonel Argüello asegura que “los entierros exprés fueron la evidencia de que algo estaba sucediendo. Si vos tenés entierros exprés es un indicador de que la cosa está muy mal, entonces por eso no se hacen”.
Argüello agrega que en los barrios las personas que padecen esta enfermedad tienen un estigma, lo que hace que no compartan que están infectados. No entran en cuarentena, siguen relacionándose con familiares y amigos, “luego fallecen, hasta vela le hacen y se contagia más gente. Por todos lados nos estamos contagiando”.
Por su parte, el también epidemiólogo Álvaro Ramírez comparte que los entierros exprés se empezarán a ver en las próximas dos o tres semanas, aunque asegura que estos ya se están presentando en algunos departamentos como Jinotega y Matagalpa.
“El año pasado los entierros exprés empezaron a ser más notorios para mediados o finales de mayo, cuando ya la cantidad de muertos era mucho más grande y urgía enterrarlos. Los entierros exprés se van a empezar a ver más, de esta semana que viene a la próxima, la cantidad de muertos va a empezar a incrementarse significativamente”, enfatizó el epidemiólogo.
Añade que normalmente la mortalidad se incrementa dos o tres semanas después de que aumenta el número de casos, “digamos que se empezaron a incrementar la semana pasada, que fue el final de abril, la mortalidad va a empezar a subir, normalmente después del 12 de mayo al 30 de mayo, vamos a observar un incremento significativo de la mortalidad en Nicaragua”.
Casos van en aumento
Los casos sospechosos de Covid-19 siguen en aumento, del 1 de enero al 5 de mayo de 2021 se ha contabilizado un total de 3,199 casos sospechosos y 309 fallecimientos que podrían estar asociados a este virus, según el Observatorio Ciudadano. En la semana del 29 de abril al 5 de mayo se reportan 878 nuevos casos sospechosos y 74 muertes. Además, 45 nuevos contagios se registraron entre el personal de salud, con dos posibles muertes por esta misma causa.
“El periodo del 29 de abril al 5 de mayo de 2021 es el período con el tercer promedio diario más alto de reportes de casos sospechosos semanal, solo por debajo de dos semanas en junio y julio de 2020”, se lee en el informe.
El documento indica que en promedio se produjeron 125 nuevos casos sospechosos por día, entre el periodo antes mencionado y que esta semana han regresado los reportes de los llamados “entierros exprés” en algunos de los municipios del país.
Régimen promueve el contagio
Según el Observatorio, desde el inicio de la pandemia hasta el 5 de mayo de 2021 se reporta un acumulado de 15,257 casos sospechosos verificados, en todos los departamentos y regiones autónomas (141 municipios, 92 % de los municipios del país).
Los casos en Managua representan el 39 por ciento del total en el país, con un conteo de 5,918 casos. Seguido de Matagalpa (11 por ciento), con 1,709 casos y León (7 por ciento) situándose con 1,143. Asimismo, se han reportado y verificado 3,180 muertes por neumonía o sospechosas de Covid-19.
La contradicción
En el sector salud 1,004 trabajadores han sido afectados y se registran 125 muertes de personal sanitario.
Argüello asevera que en Nicaragua, el Gobierno y la sociedad deberían esforzarse por parar el contagio, “¿de qué sirve vacunar y hacer medidas de prevención si estás promoviendo el contagio?”, agregó.
“Continúa la política de no mostrar todo lo que está sucediendo, cuando vos no enseñás la realidad la gente no está alerta. Esto va para arriba, la diferencia con el año pasado es que no va de manera explosiva, sino que va de manera progresiva hacia arriba”, advirtió Argüello.
El informe del Observatorio señala que el virus ha vuelto a circular de manera acelerada en el territorio nacional, “al punto que casi alcanzamos las cifras más altas que vivimos entre mayo y julio de 2020. Esta semana reportamos un 141 % de incremento en el número de casos sospechosos reportados en comparación a la semana anterior, la que a su vez mostró un incremento respecto a las cifras de la semana previa”.
Consecuencias de la Semana Santa
Ramírez comparte que las aglomeraciones que se dieron en el país durante la semana Santa provocan que la curva epidémica empiece a presentar un incremento exponencial.
“Todavía el año pasado la gente escuchó el llamado a autocuarentena, había más temor y los mercados estaban cerrados para estas fechas, ahora no, ahora los mercados están abiertos y la contaminación comunitaria del Covid ha aumentado, significa que las tasas de ataques, el número de enfermos y el número de hospitalizados va a ser mucho mayor que lo que nosotros observamos el año pasado, porque el Covid ya está distribuido en todo el territorio nacional”, señaló.
Siguiendo esta línea, Argüello sostiene que la Semana Santa influyó significativamente en el índice de contagios. “Se sigue contagiando intencionalmente a la gente. A estas alturas no podemos decir que el que se contagia fue de manera accidental, no es cierto; ya sea por las aglomeraciones que hace el Gobierno o por tu propia decisión, porque a final de cuentas, el Gobierno puede decir que vayas pero vos no le hacés caso. Aquí es un asunto de la responsabilidad individual”, concluyó.