Durante 18 semanas consecutivas los bolsillos de los nicaragüenses han venido soportando el alza constante de los derivados del petróleo: combustibles y gas licuado. Y la tendencia podría continuar, según análisis independientes. En medio de un ambiente preelectoral, el tema es de consulta obligatoria para los aspirantes de la oposición al régimen de Daniel Ortega. LA PRENSA les hizo la consulta y acá están sus propuestas:
Arturo Cruz
El académico y precandidato independiente apuntó que “cada fin de semana se ha vuelto un calvario para los consumidores. Necesitamos cambiar esta situación, porque es inadmisible que siendo el país más pobre de Centroamérica estemos pagando precios tan elevados. Estamos ante una problemática que si no fuera por el control férreo de los aparatos de seguridad del régimen, ya se hubiera convertido en una demanda popular con manifestaciones en las calles”.
Recordó que actualmente el precio del petróleo West Texas Intermediate (WTI), referencia para Nicaragua, ronda los 66 dólares el barril. En el año 2005, durante el gobierno de Enrique Bolaños, el precio promedio del barril de petróleo fue de 57 dólares y los precios de los combustibles tuvieron un precio promedio de entre 12 y 13 córdobas el litro. “Sin embargo, eso provocó asonadas que desestabilizaron al Gobierno. Hubo protestas del transporte urbano, interurbano, de carga y selectivo, una situación que hoy en Nicaragua se ve muy lejana, a pesar del impacto que estos precios indolentes tienen en todos los sectores económicos”, apuntó.
Reconoce que esta es una problemática compleja de resolver, “pero estamos decididos a hacerlo. Sabemos que en Nicaragua hay un entramado empresarial ligado al Frente Sandinista que ejerce control sobre la importación de petróleo y sus derivados. Ahora bien, yo soy un ferviente creyente en una economía abierta que permita la competencia. Necesitamos abrir más el mercado de los combustibles, hacer a un lado la intervención oscura de empresas ligadas al régimen y avanzar hacia soluciones a largo plazo”, indicó el economista.
Estimó que a partir de la Ley 898, Ley de Variación de la Tarifa de Energía Eléctrica al Consumidor, se está generando una distorsión en el mercado. “El ahorro que el Estado de Nicaragua genera cuando los precios del petróleo están a la baja no puede destinarse en su mayoría al pago de la deuda con Caruna. Aquí la prioridad debe ser el alivio al consumidor. Sin embargo, estamos en una situación en la que cuando sube el precio de referencia del barril de petróleo, los aumentos son inclementes y cuando se va a la baja, apenas se percibe la reducción”.
Comentó que en su proyecto político se plantean soluciones estructurales a esta problemática. “Estamos conscientes que nuestro país es dependiente de la importación de petróleo y sus derivados. Sin embargo, también abonan en las distorsiones de nuestros precios en los combustibles el hecho que Nicaragua no cuenta con un puerto de aguas profundas en la Costa Caribe. Dependemos aún de los puertos de nuestros vecinos, una situación que encarece el costo del transporte y que se traduce en precios elevados en muchas áreas de nuestra economía. Creemos en proyectos viables que hagan a Nicaragua dar pasos agigantados en el camino a su pleno desarrollo. Nosotros no vendemos falsas promesas, por lo que este es un tema que nos interpela profundamente y del que seguiremos hablando”, apuntó.
Cristiana Chamorro Barrios
Para la exdirectora de la Fundación Violeta Barrios de Chamorro y precandidata independiente, en la fijación del precio de los combustibles hay muchos elementos técnicos que intervienen.
“Sin embargo, para mí el principal problema es el conflicto de intereses de (Daniel) Ortega y la falta de voluntad política para pensar en los más necesitados”, aseguró.
“Recordemos que en Nicaragua tenemos los salarios más bajos de Centroamérica y el combustible más alto de la región, solo por debajo de Costa Rica. Una cuarta parte del precio de la gasolina y diésel son impuestos y Ortega sigue aumentando el precio, es decir asfixiándonos para recaudar dinero a costa del pueblo trabajador y utilizar esos fondos para reprimir las libertades públicas de todos y mantener el poder absoluto. Ortega ha demostrado que no le importa el bienestar del pueblo, por eso aumenta los precios de esa manera”, aseveró.
Y agregó que “cuando yo sea presidenta de todos los nicaragüenses, es decir servidora del bien común y por tanto funcionaria pública al igual que miles, lo primero que vamos a hacer en el Gobierno de unidad nacional es que nadie del equipo de servidores tendrá relación de propiedad con alguna empresa relacionada al Estado, porque es un principio ético. Eso nos va a facilitar tomar decisiones que beneficien al pueblo, al transportista, al taxista, al profesional, a la comerciante, al productor y a todo ciudadano”.
Aseguró que “con voluntad política lograremos bajar los impuestos y tomaremos acuerdos para reducir los márgenes de ganancia en toda la cadena de importación, producción y distribución de los combustibles. Si hay conciencia que el pueblo es primero, si hay sensibilidad política y por supuesto transparencia pública, vamos a eliminar cualquier conflicto de intereses entre el Gobierno y los más necesitados a quienes les garantizo que trabajaré en su beneficio, en este caso, con un precio más razonable de los combustibles”, indicó.
Juan Sebastián Chamorro García
El precandidato independiente y exdirector ejecutivo de la Alianza Cívica, indicó que más del 50 por ciento del precio del precio de los combustibles “se lo lleva la dictadura en forma de impuestos, por eso no debemos sorprendernos que pagamos la gasolina más cara de Centroamérica, no nos confundamos, estamos pagando caro la gasolina por culpa de que a (Daniel) Ortega se le han cerrado las opciones de financiamiento y está usando los bolsillos de los nicaragüenses como una guaca que empobrece más al pueblo”.
Recordó la relevancia del combustible en la economía nacional: “Todo lo que se produce, lo que se importa requiere vehículos que utilizan el combustible que cada vez está más caro” y estimó que los productos de consumo no están subiendo de precio “porque los productores se están echando los riales, los productos se están encareciendo porque el régimen se está echando los riales”.
El economista señaló que además de los combustibles, “el régimen ha implementado una política de recaudación de impuestos salvaje aun ante la disminución de la actividad económica debido a que enfrenta la necesidad de seguirle pagando a los 16,900 policías que reprimen a la población”.
También hizo referencia al aumento del desempleo, “el poder de compra de los hogares se ve más golpeado porque hay menos dinero para comprar las cosas que son cada vez más caras”.
Su planteamiento es implementar un Plan de Crecimiento Económico “que atraiga más empresas y traiga más empleos, con más personas trabajando y recaudando impuestos, el gobierno democrático del futuro ya no seguirá sacando más recursos del bolsillo de los trabajadores que más bien ellos los podrán utilizar para el bienestar de sus familias”.
También propone la eliminación “del poder absoluto” del Estado en la importación de los combustibles, “eso mantendrá los precios locales de acuerdo a los precios internacionales y no volverá a ser un mecanismo de recaudación desproporcionado. Para eso hay que quitar la piedra en el camino, que se llama dictadura”, indicó.
Luis Fley González
Para el dirigente de movimiento Fuerza Democrática Nicaragüense (FDN) y precandidato por la Coalición Nacional , “el alza de los precios de los combustibles es una fuente de ingreso de la dictadura de una manera fácil y sencilla que encarece todos los productos, porque todo se lo cargan al consumidor final: el pueblo”.
La única alternativa que Fley considera es la salida del régimen. “Aquí solo con un cambio de gobierno podrían haber alternativas”, apuntó
Dijo que desde la plataforma de gobierno de la FDN “creo que hay que revisar todo lo concerniente a los combustibles, los nicaragüenses no podemos seguir con estas alzas injustificables porque los precios internacionales del petróleo se han mantenido, pero en Nicaragua hay una carrera desenfrenada hacia el alza de los precios, así que en un futuro gobierno encabezado por Luis Fley, revisaremos todos los precios de los combustibles y también el tema de la luz eléctrica, tema que también nos preocupa”.
Se refirió también al alza en el “gas de cocinar de las familias nicaragüenses y no hay una justificación del Gobierno sobre estas alzas”. “Esto tiene que terminar en un futuro no muy lejano con un nuevo gobierno que Dios mediante seré yo quien lo encabece”, refirió Fley.
George Henríquez Cayasso
El precandidato independiente de origen creol, también aspirante en el seno de la Coalición Nacional, indicó que para enfrentar el alza en los precios de los combustibles debe considerarse “un paro de transportistas y luego paro nacional de manos caídas”.
Agregó que “el alza de combustible eleva el costo de todos los productos, hay una estabilidad en el precio internacional, no hay una justificación para esto (el alza)”.
Aseveró que es un tema que requiere un profundo análisis. “Este no es un tema que se puede resolver en un párrafo, tendríamos que revisar la deuda petrolera con la cooperación venezolana”, indicó a manera de ejemplo.
Para Henríquez, el costo actual de los combustibles no tiene relación con el precio del petroleo, “sino con la ganancia que el monopolio (del combustible) quiere generar a los socios del régimen”.
Como propuesta planteó “cambiar la matriz de monopolio del combustible a una de competencia la cual vendría a beneficiar a la población”.
Medardo Mairena
Para el líder del Movimiento Campesino y precandidato por la Coalición Nacional, “nos encontramos con una dictadura que está empecinada nada más en seguir manteniéndose en el poder a costa de los sacrificios del pueblo de Nicaragua, sabemos que cada día las facturas de la energía, el agua, el combustible están más caras y eso significa que este régimen no tiene recursos para sobrevivir, para mantener la planilla de los paramilitares, de mucha gente que defiende sus intereses económicos y los intereses políticos”.
Aseveró que los nicaragüenses “merecemos vivir en justicia, vivir en democracia y poder lograr justicia” y que mientras Daniel Ortega esté en el poder “no se va a recuperar la economía de este país y no va a dejar de violentar los derechos humanos”.
Recomendó “que tenemos que poner la barba en remojo, como el pueblo de Nicaragua la hemos puesto, la debe poner el gran capital, el sector empresarial, sabiendo que mientras Ortega esté en el poder la economía no se recuperará. Él tiene la Asamblea Nacional secuestrada para hacer leyes de manera que le permita sangrar al pueblo, ya sea incrementando los impuestos de cualquier índole para él salir adelante”.
Por ello apunta a la urgencia de salir de la dictadura “para que podamos tener amigos internacionales como son muchos países que han venido apoyando el desarrollo de la infraestructura de este país” y puso como ejemplo el deterioro de los caminos productivos.
“Aquí ya no hay retroceso, nos tenemos que unir todos los nicaragüenses para tomar esta decisión (fin del régimen) para que podamos generar confianza a la inversión internacional y lograr la construcción del desarrollo que necesita Nicaragua… está en nuestras manos el esfuerzo la unificación de todos para que podamos regresarle la paz a Nicaragua”, señaló reiterando que solo de esta manera se pueden definir soluciones a la crisis económica que enfrenta el país.
Félix Maradiaga Blandón
Félix Maradiaga, precandidato presidencial por la Unidad Azul y Blanco (UNAB) que es parte de la Coalición Nacional, aseveró que “no es aceptable, bajo ningún punto de vista, que tengamos el combustible más caro de Centroamérica, lo que impacta sustancialmente el costo de alimentos y servicios básicos”.
Indicó que este aumento de precios de los hidrocarburos no tiene relación con el comportamiento de los precios internacionales del petróleo crudo. “La única explicación de esa alza desmedida es una política energética desacertada y la existencia de un cartel de importación de hidrocarburos, vinculado al régimen de los Ortega”, apuntó.
Dijo que “en un gobierno democrático, será fundamental desmontar esos carteles y a la vez implementar una política energética y de hidrocarburos que democratice el mercado y lo haga más abierto y competitivo”.
El también especialista en inversión de impacto, señaló que “el actual mercado cerrado y de carteles, provoca que sea el pueblo el que pague los platos rotos de esa ineficiencia. He propuesto un modelo de transparencia, eficiencia y mayor libertad económica en el mercado energético, para apuntar a una disminución de precios de al menos 20 por ciento con relación a los precios actuales”.
Miguel Mora Barberena
El precandidato por el Partido de Restauración Democrática (PRD), quien también competirá por la candidatura única en el seno de la Coalición Nacional, apeló por la transparencia. “Vamos a transparentar el oscuro negocio de la energía eléctrica y los combustibles en el país”.
El periodista se preguntó ¿cómo es posible que paguemos la gasolina más cara de América?, “es por eso que con el objetivo de bajar el costo de los combustibles, el gobierno que presidiré revisará y ajustará cada una de las variables que afectan el precio que usted y yo pagamos en la gasolinera. Hablo del flete marítimo, impuestos, transporte interno, gastos y márgenes de distribución y comercialización”.
Y agregó que “no voy a permitir que nadie involucrado en esta matriz de costos esté obteniendo corruptos beneficios económicos más allá de la media de la industria”.
A juicio del exreo político, el alza constante de los combustibles se debe a que “la baja en las recaudaciones como producto del cierre constante de empresas, y empresas que se pasan al sector informal, han causado el aumento del déficit para pagar costos operativos y el clientelismo partidario (eso) hacen que se nos sangre por medio de los combustibles”.
Indicó que “la dictadura necesita dinero y lo saca aumentando a su antojo los combustibles. Los márgenes de ganancias para los operadores sandinistas es altísimo y no quieren perder sus ‘beneficios’ como producto de la corrupción, sobre todo después de que se les obligó a cerrar sus gasolineras”.