Michael Buffer, el presentador oficial de las peleas más importantes de boxeo mundial, anunció la salida de Román González. Al fondo, en el túnel camino al ring el American Airlines Center de Dallas Texas, las cámaras enfocaron a Juan Francisco Estrada moviéndose de lado a lado con la bandera de México colgada a su derecho y la de Nicaragua a la izquierda. Pocos segundos después el Gallo salió de la toma y apareció el Chocolatito luciendo la gorra de la Policía Orteguista y una comisa en su interior con la imagen de la dictadura Ortega-Murillo.
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Estando en el ring ambos peleadores, el manejador de Chocolatito, Carlos Blandón, intentó quitarle impacto al gesto del mexicano sacando una bandera de Nicaragua. La imagen de ambos momentos se esparció como pólvora en las redes sociales. Muchos, quizás la mayoría, criticaron la presentación camino al ring de Román González y señalaron sus fuertes vínculos y sumisión a los Ortega-Murillo, mientras destacaban la acción del Gallo, quien sin ser nicaragüense mostró más identificación.
El Departamento del Tesoro de Estados Unidos sancionó en marzo de 2020 a la Policía Orteguista por su papel en “el grave abuso de los derechos humanos”, señaló Washington en ese momento. “El régimen de Ortega ha utilizado a la Policía Nacional de Nicaragua como una herramienta en su campaña de represión violenta contra el pueblo nicaragüense”, indicó el secretario del Tesoro, Steven T. Mnuchin en un comunicado donde colocaron en una lista negra a los diferentes líderes policiales como Juan Antonio Valle, Luis Alberto Pérez Olivas y Justo Pastor Urbina, entre otros, amparados en la Ley Magnitsky, que permite al Ejecutivo estadounidense sancionar a todos los funcionarios o ciudadanos extranjeros que estén involucrados en casos de corrupción o hayan sido acusados de violar los derechos humanos.