El Instituto del Café de Costa Rica (Icafe) informó que están esperanzados en realizar el primer ingreso “piloto” este domingo 1 de noviembre, de nicaragüenses que viajarán al vecino del sur para levantar la cosecha cafetalera, así como otros rubros productivos, que tradicionalmente han estado a cargo de la mano de obra nicaragüense, pero que este año se ha visto limitada por las restricciones fronterizas impuestas para frenar el ritmo de contagio de la pandemia de Covid-19.
Mediante un comunicado, el Icafe deja claro que no se trata de una apertura masiva de fronteras, sino excepcional y controlada para migrantes nicaragüenses que trabajarán en la recolección del café. El protocolo propuesto es que los empleadores en Costa Rica una vez tengan identificados y contactados a los recolectores, estos viajarán a Costa Rica a través de medios de transporte autorizados, al llegar al puesto fronterizo se realizarán las pruebas de Covid-19 y posteriormente estarán en aislamiento por 14 días en las fincas, bajo resguardo de salud pública.
En el documento no se detalla qué pasará si un nicaragüense da positivo al test molecular, ni tampoco quién financiará las pruebas, además de qué sucederá una vez los nicaragüenses vuelvan a su país, ya que el régimen orteguista mantiene como requisito de ingreso presentar los resultados negativos de una prueba molecular.
Icafe aseguró que siguen trabajando sobre el tema y los avances serán comunicados. Las conversaciones se han desarrollado desde hace varias semanas con las autoridades del Ministerio de Agricultura y Ganadería, Ministerio de Trabajo, Ministerio de Salud y Dirección General de Migración y Extranjería. De la parte nica, ninguna entidad se ha referido al tema.
“El día de hoy-viernes 23 de octubre- nos hemos reunido con los viceministros rectores que coadyuvan en este proceso y se acordó en aras de informar asertivamente de los avances, remitir el presente comunicado para trabajar sobre una línea de información veraz que se ampliara por los canales pertinentes en cada fase oportuna en la esperanza de que podamos iniciar con el primer ingreso piloto el 1 de noviembre”, se lee en el comunicado.
La semana pasada, Leonardo Torres, presidente de la Cámara Nicaragüense de la Micro, Pequeña y Mediana Empresa Turística (Cantur), explicó sobre la incertidumbre en la que estaban los trabajadores temporales y dijo que uno de los puntos que aún no se valoraba de este lado, es que una vez que los cortadores regresaran, Nicaragua se encargara de hacerles la prueba de Covid-19. Esperarían que se establezcan todos los lineamientos en Costa Rica para después iniciar conversaciones con las autoridades del Gobierno de Daniel Ortega. Estimaciones de Torres apuntan a que cada año unos 30 mil nicaragüenses se van a ese país para trabajar en las fincas.
Mientras tanto, ante la necesidad de mano de obra para recoger el café en el vecino del sur, los productores y autoridades de ese país han apostado por la mano de obra nacional y de migrantes que se quedaron sin empleo por efectos de la pandemia de Covid-19.
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Un reporte de La Nación señala que el Instituto del Café de Costa Rica (Icafé) tenía registrado hasta el 14 de octubre 20, 482 personas que deseaban participar en la recolección del café, de estos, la gran mayoría son costarricenses, exactamente 16, 021.
Otra cifra la tiene la Dirección General de Migración y Extranjería con corte hasta el 14 de octubre, la entidad costarricense contabilizaba la presentación de 12, 463 formularios de población migrante en Costa Rica en búsqueda de legalización y trabajar en el rubro agropecuario. Solo el sector café necesita de 73 mil personas entre diciembre y enero, que son las fechas de alta maduración, indicó el diario tico.