Rosario Murillo, primera dama y vicepresidenta de Nicaragua, dedicó parte de su alocución de este lunes 21 de septiembre para insistir en el deseo de aprobar la cadena perpetua en el país para las personas que cometan “crímenes atroces, crueles, denigrantes, violaciones y promuevan el odio”. Asimismo, aseguró que la propuesta del régimen cuenta con el respaldo de las mayorías.
Al abordar el tema de la cadena perpetua, que se impulsa aprovechando el reciente asesinato de dos niñas en Lisawe, Mulukukú, Murillo arremetió contra los nicaragüenses que en abril 2018 se volcaron a las calles para protestar contra una reforma unilateral al Seguro Social y el sistema político del país y que fueron atacados con brutalidad por la Policía Orteguista y grupos civiles armados.
“Es un reclamo nacional para los responsables de crímenes atroces, de violaciones, de crímenes de odio, de tratos crueles, aberrantes, humillantes, denigrantes y degradantes en cualquier parte de nuestro país. Reclamamos castigo ejemplar”, pronunció Murillo antes de repetir que en 2018 fueron víctimas de un intento de golpe de Estado pero que “no pudieron ni podrán”, refiriéndose a los ciudadanos opositores.
Horas antes de que este lunes Murillo recordara la promulgación de cadena perpetua, instruyó que al regreso de la semana de vacaciones que fueron otorgadas a los empleados públicos por los días patrios, en cada institución estatal se levanten firmas para simular un amplio apoyo.
Para hablar de la cadena perpetua, Murillo combinó las protestas de abril 2018 y también la indignación popular de este domingo en las redes sociales tras circular la noticia de la intención de un hombre de violar a una menor de edad en Granada, pero que pudo ser evitado y fue entregado a las autoridades policiales. “Esos crímenes son barbarie y en esta Nicaragua de paz y bien no se puede seguir permitiendo impunidad contra esos criminales. Aquellos que se oponen por algo será, el que la debe la teme. A lo mejor han participado en esos crímenes o en esos tratos, crímenes de odio y tratos crueles, aberrantes, humillantes, inhumanos, denigrantes, degradantes. Solo recordemos los videos que conocimos en ese terrible 2018, cuando aplaudían esas mismas personas que hoy manifiestan su desacuerdo con esto”, insistió.
En noviembre 2018 Murillo fue sancionada por el Departamento del Tesoro de Estados Unidos, a través de la Oficina de Control de Activos Extranjeros (OFAC). Junto a Néstor Moncada Lau, secretario privado de Ortega, es señalada de corrupción desenfrenada, desmantelamiento de las instituciones democráticas, violación a los derechos y explotación de recursos públicos de Nicaragua para beneficio personal.