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La gasolinera de DNP ubicada cerca de la estación V de la Policía, permanece cerrada al igual que otras que se encuentran en la capital. LAPRENSA/R. Fonseca

A cinco meses del cierre abrupto de 15 estaciones de DNP, Gobierno debe explicar daños económicos al Estado por medida

Una fuente cercana al sector estima que con el cierre de estas gasolineras, la empresa DNP está dejando de percibir entre 8 a 10 por ciento de lo que vendió en 2019

Pese a que han pasado cinco meses desde que  la Distribuidora Nicaragüense de Petróleo (DNP) anunciara la salida de operación de al menos 15 estaciones en casi todos los departamentos donde tiene presencia, bajo el argumento de que están en mantenimiento, varias estaciones de servicio en Managua continúan cerradas, según pudo constatar LA PRENSA en un recorrido realizado este domingo por varias de estas gasolineras.

Esto estaría ocasionando millonarias pérdidas al negocio de la familia Ortega Murillo, pero además ni el Instituto Nicaragüense de Energía, ni el Ministerio de Energía y Minas  ni ninguna otra autoridad llamada a fiscalizar los bienes del Estado han explicado de por qué estas instalaciones están inutilizadas.

Las estaciones de servicio Centroamérica 1, ubicada cerca de la estación V de la Policía, Petronic Bolívar, Petronic Larreynaga, Petronic Las Mercedes, Petronic Villa Fontana, Petronic Santa Ana y Petronic Las Colinas se encuentran cerradas y solamente con presencia de guardas de seguridad.

En estas gasolineras también se observó la presencia de mojones amarillos que bloquean el ingreso de cualquier vehículo a dichas estaciones. Sin embargo, la estación de servicio ubicada cerca de la rotonda Centroamérica, que también funcionaba como parte de DNP, se encuentra operando con normalidad.

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La empresa DNP fue sancionada por los Estados Unidos el pasado 12 de diciembre de 2019, junto a su subsidiaria Inversiones Zanzíbar, por controlar, financiar y lavar dinero para el régimen de Daniel Ortega.

Estación de servicio ubicada cerca de la rotonda Centroamérica. LAPRENSA/R. Fonseca

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Para el excontralor de la República, Agustín Jarquín Anaya, la empresa DNP hasta la fecha sigue siendo un bien del Estado, por estar integrada en la red de gasolineras administradas por la estatal Petróleos de Nicaragua (Petronic), por lo que considera que el hecho de que estas estaciones permanezcan cerradas implica que estas “requieren mínimo un mantenimiento si no ese patrimonio se va a deteriorar”.

“Los órganos de control y fiscalización, en este caso la Asamblea Nacional que fiscaliza la gestión pública y la Controlaría, que controla la gestión pública, debieran hace rato de tomar cartas en el asunto y ver que ese patrimonio del Estado no se deteriore, porque incluso si hay un deterioro es una negligencia de acuerdo a la obligación y responsabilidad que les establece a los funcionarios la Constitución”, agregó el excontralor, quien manifestó que independiente de que la Oficina de Control de Activos Extranjeros (OFAC) haya sancionado a DNP, la Contraloría “está obligada a cuidar el patrimonio del Estado”.

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Según Jarquín Anaya, la Asamblea Nacional está obligada a explicar si la empresa DNP continúa siendo patrimonio del Estado o si pertenece a otro propietario, “si no los que se consideren dueños tienen que alegar cómo es que la adquirieron del Estado”.

Cuando Estados Unidos sancionó a DNP y Zanzíbar, el régimen de Daniel Ortega ordenó nacionalizar los inventarios de combustibles de la petrolera, lo que permitió a la familia presidencial recuperar parte del capital invertido en el negocio. No está claro, qué compañía finalmente decidió asumir la venta de esas reservas de combustibles, porque hasta ahora el Gobierno no ha rendido cuenta al respecto.

Antes de las sanciones de los Estados Unidos, la imagen de las 69 estaciones de servicio que tenían las empresas DNP e inversiones Zanzíbar en todo el país habían sido fue cambiada como un intento de evadir cualquier castigo por parte del gobierno estadounidense, sin embargo eso no impidió el bloqueo, que ha ocasionado serias repercusiones en las operaciones de las estaciones de la petrolera.

DNP deja de percibir entre 8 a 10 por ciento

Un especialista conocedor del mercado de hidrocarburos en Nicaragua, que prefirió no ser citado,  estima que con el cierre de estas gasolineras, la empresa DNP está dejando de percibir entre 8 a 10 por ciento de lo que vendió en 2019, por lo que aseguró que ese porcentaje lo están ganando las otras empresas que operan en el país.

No obstante, aseguró que pese a que las sanciones afectaron directamente a DNP, esto no conllevó a una mejora de precio de los combustibles en el país.

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“Esto es un cartel de un mercado libre coludido, entonces no necesariamente las sanciones a DNP-Zanzíbar se trasladó a mejores precios, porque los precios de venta bajaron menos que los precios internacionales”, mencionó.

Las estadísticas de sobre las importaciones, ventas mayorista y minorista de combustibles en el país se mantienen desactualizadas por el Ministerio de Energía y Minas y, a criterio del especialista, esto se da a partir de las sanciones impuestas por los Estados Unidos a DNP. En el reporte se detalla cuántos barriles de combustibles venden cada una de las petroleras en el mercado nacional.

Entre enero y septiembre del 2019- el último dato publicado por el Ministerio de Energía- la DNP registraba caídas en sus ventas de 5.75 por ciento en la gasolina súper; -2.11 por ciento en la gasolina regular y una rebaja del 12.85 por ciento en diesel, principalmente por ventas en las gasolineras. La situación tiende a empeorar por la salida de operación de estas estaciones, principalmente las que están en Managua, situadas en lugares de alta concurrencia de tráfico en la capital.

Distorsión de precio se mantiene

El especialista indicó que pese al golpea a las operaciones de la DNP- principal negocio de la familia Ortega-Murillo-, eso no significa que el mercado local hay superado la distorsión de precios.

Al respecto explica, que a pesar de que Nicaragua y El Salvador cuentan con logística de importación similar, calidades de productos y volúmenes de venta, el primero tiene precios considerablemente más elevados que el segundo.

“En El Salvador el volumen de venta se cayó entre abril y mayo en 50 por ciento con la restricción vehicular, y aun así  los precios de venta en Nicaragua, sin impuestos, han bajado menos que los de El Salvador de enero a agosto”, explicó.

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El especialista asegura que mientras que Nicaragua fijó sus precios de ventas, durante la semana del 23 al 29 agosto, en 3.22 dólares el galón de gasolina regular; 3.28 dólares  el galón de gasolina súper y 2.74 dólares el galón de diesel; en El Salvador los precios del 25 agosto al 7 de septiembre son de 2.45 dólares el galón de gasolina regular; 2.61  dólares la súper y 2.16 dólares el  diesel.

Sobre la posibilidad de vender estas estaciones de servicio por parte de DNP, el especialista considera que el problema radica en quién las compre. “El que haya depreciación no significa que no las puedan vender, el problema es quién se la compre por el hecho de las sanciones”, señaló.

Economía combustibles DNP gasolineras sanciones archivo

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