Las misiones permanentes de Bolivia, Brasil, Canadá, Colombia, Paraguay y los Estados Unidos ante la Organización de los Estados Americanos (OEA) solicitaron a la Secretaría General de ese organismo, que el tema “La situación en Nicaragua” sea incluido en el proyecto de temario del quincuagésimo período ordinario de sesiones de la Asamblea General, a celebrarse en la Sede de la OEA (Washington, D. C.) los días 20 y 21 de octubre de 2020.
“Este tema denota la importancia del permanente compromiso de la OEA en los asuntos relacionados con Nicaragua, lo cual concuerda totalmente con las actividades que realizan el Grupo de Trabajo sobre Nicaragua, la Comisión de Alto Nivel de la OEA sobre Nicaragua y la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), con sus continuos informes”, manifiesta la solicitud.
La solicitud fue hecha por la Misión Permanente de Estado Unidos, en representación de Bolivia, Brasil, Canadá, Colombia y Paraguay.
En noviembre pasado, la Comisión de Alto nivel diplomático de la OEA confirmó que en Nicaragua hay “una alteración del régimen constitucional que deteriora seriamente el orden democrático” debido a la serie de violaciones a los derechos humanos cometidos por la dictadura de Daniel Ortega y Rosario Murillo. Ante esta grave situación, recomendaron que se convoque de forma “inmediata” a una sesión especial de la Asamblea General de la OEA, para que revise el informe y se adopten decisiones.
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La acción de los Estados democráticos significa un paso más en el proceso de aplicación del artículo 20 de la Carta Democrática, que manda a agotar las gestiones diplomáticas, para rencauzar a un Estado Miembro por el camino de la democracia. Si no se logrará ese objetivo y las gestiones diplomáticas resultan infructuosas, se pasa a la aplicación del artículo 21 que establece que: “Cuando la Asamblea General, convocada a un período extraordinario de sesiones, constate que se ha producido la ruptura del orden democrático en un Estado Miembro y que las gestiones diplomáticas han sido infructuosas, conforme a la Carta de la OEA tomará la decisión de suspender a dicho Estado Miembro del ejercicio de su derecho de participación en la OEA con el voto afirmativo de los dos tercios de los Estados Miembros. La suspensión entrará en vigor de inmediato”.
Para que se aplique en el artículo 21 de la Carta Democrática Interamericana se necesitan 24 votos de los 34 Estados miembros. Lo máximo que se han logrado para apoyar las resoluciones adoptadas en la OEA por la crisis nicaragüenses, en donde se ha condenado el actuar represivo del régimen de Daniel Ortega, han sido el voto de veinte gobiernos.
“Nicaragua está bajo un escrutinio”
El opositor y jurista José Pallas Arana manifestó que la iniciativa de los países democráticos indica que “Nicaragua está bajo un escrutinio cercano” de la comunidad internacional.
“Hay una preocupación ascendente que se mantiene, principalmente porque no se ve que el régimen de los Ortega-Murillo esté dando pasos en la dirección correcta. Se esperaría que a esta hora se hubiera negociado una reforma electoral, se hubieran dado cambios en la composición del Consejo Supremo Electoral y no se avizora ninguna de esas posibilidades y tampoco se ve mejoría en cuanto al cumplimiento de las obligaciones de derechos humanos”, dijo Pallais.
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El opositor manifestó que el objetivo de la OEA no es llegar a la aplicación del artículo 21 que corresponde a la expulsión de un Estado Miembro, sino empujar al régimen orteguista a buscar una salida pacífica y democrática a la crisis que vive el país.
Violeta Granera, miembro del Consejo Político de la Unidad Nacional Azul y Blanco, manifestó que las acciones que los seis países están empujando para visibilizar la situación de Nicaragua en la OEA, demuestra el compromiso que mantienen los Estados democráticos de ayudar a resolver la crisis que vive el país; y también dijo que es el resultado de “la insistencia de la oposición nacional”. Granera señaló que estas iniciativas se dan pese a que los países miembros de la OEA enfrentan sus propios desafíos como la crisis sanitaria del Covid-19 y sus propios contextos electorales.
“Los países están claros que a toda la ingobernabilidad y represión del régimen se han sumando los efectos sanitarios, sociales y económicos provocados por la irresponsabilidad criminal del régimen en el tema de la pandemia. Ellos estan bien informados. Inclusive, hace unos días varios fuimos invitados por el Grupo de Trabajo para Nicaragua de la OEA para una sesión de actualización sobre esta grave situación. Hubiéramos querido una sesión extraordinaria para Nicaragua antes de octubre, pero también comprendemos que los países de la región están enfrentando sus propios desafíos en este momento”, expresó Granera.
Crisis desde 2018
Nicaragua vive en crisis desde el 18 de abril de 2018, cuando comenzó la represión armada contra las protestas civiles, de parte de policías y simpatizantes del régimen de Daniel Ortega. Más de 320 personas han muerto por esa represión, según un informe de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH).
Estados Unidos ha estado al frente de las presiones internacionales contra Ortega, para que busque una salida pacífica a la crisis. Sin embargo, Ortega ha ignorado los llamados de más de 20 países, organismos de defensa de derechos humanos y organismos internacionales, y ha mantenido la represión en el país.
