El presidente del Consejo Superior de la Empresa Privada (Cosep), José Adán Aguerri denunció este miércoles que el Gobierno, tras una movida legal discrecional, decidió clavar con impuesto las importaciones de ventiladores médicos y además a través del mecanismos de duda de valor ha encarecido el ingreso al país de mascarillas quirúrgicas, lo que representa una amenaza para la población que urge de estos insumos médicos para hacer frente a la pandemia.
Desde esta semana el Cosep comenzó a dar seguimiento a la decisión de la Dirección General de Servicios Aduaneros de reclasificar las partidas arancelarias. En ese proceso, la cúpula empresarial señaló que la administración aduanera optó por incorporar en la lista de productos que pagan impuestos a los ventiladores, cuando antes estaban exentos del IVA.
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“Los ventiladores que hoy son fundamentales para salvar vidas. Antes de este cambio, estos estaban registrados bajo una partida donde esos ventiladores no tienen por qué pagar el 15 por ciento del Impuesto al Valor Agregado (IVA). ¿Qué están haciendo las autoridades aduaneras ahora? Están haciendo una reclasificación donde obligan a que ese ventilador se ponga en otra reclasificación arancelaria que te obliga a pagar impuestos y que te abre la posibilidad de que la Aduana te quiera poner una multa diciendo que vos (el importador) registraste mal esa partida”, explicó Aguerri durante su acostumbrada conferencia de media semana.
Para el Cosep esto evidencia de una “necesidad de recaudación, que riñe, inclusive, contra la propia realidad de salvar vidas, que es lo importante en este momento. Una necesidad de recaudación tributaria que está llegando a aquellos equipos que son necesarios para poder enfrentar la pandemia y que entonces esto lo hace que se encarezca”.
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Otro de los productos que también el Gobierno ordenó gravar son los oxímetros, que sirven para medir la carga de oxígeno en la sangre. Lo lamentable, según el sector empresarial, es que luego en el mercado informal observan estos productos a precios bajísimos con relación a los de las empresas formales y que han pagado impuestos para ingresarlos al comercio nacional, todo esto en detrimento del empleo e incluso los mismos consumidores que desconocen qué están comprando y cómo usarlos.
A la sed recaudatoria no escaparon las mascarillas. Específicamente las de tipo quirúrgicas, a las que ahora el Gobierno ha optado por aplicarle el mecanismo de dudas de valor, que implica sobre estimar la factura que presenta el importador de los cargamentos, lo que aumenta el aporte en concepto de impuestos. Según Aguerri eso ha provocado que la facturación de este producto sea 18 por ciento más cara, lo que al final impacta al consumidor final.
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La situación empeora porque son los propios médicos los que están comprando sus propias mascarillas para atender a los pacientes infectados con el virus, lo que hace que estos ahora tengan que desembolsar más dinero para ese fin. Esto tomando en cuenta que las mismas autoridades del Ministerio de Salud no están garantizando esos insumos de producción al personal médico del país.
“En este tipo de cosas, es que hacemos el llamado a que tienen que detenerse, a que tienen que ir a una dirección contraria a lo que se está haciendo”, enfatizó Aguerri. “Todo esto está encareciendo la entrada de estos productos, cuando nosotros desde marzo hemos venido insistiendo que lo que se tiene que dar es una flexibilización fiscal de todo aquello que sirva para combatir la pandemia”, reafirmó.
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Todo esto en momentos en que se desconoce cuánto es que Nicaragua está invirtiendo para combatir la pandemia, pero además cuando a diario al menos 50 nicaragüenses se contagian de Covid-19, una cifra oficial, no obstante, que podría ser mayor si se compara que a nivel de Centroamérica en promedio realmente son 2,666 casos nuevos cada 24 horas, esto pese a que los gobiernos han adoptado duras medidas de contención del virus que distan de lo que está ocurriendo en el país.