La muerte de Carlos Aranda, coach de primera base del San Fernando y la negativa de jugar de muchos peloteros, obligó a la Comisión Nicaragüense de Beisbol Superior (CNBS) a doblegar su brazo y suspender el Campeonato Nacional de Primera División por dos semanas, con la posibilidad de extenderse una más, según indicó una fuente ligada al órgano que rige la pelota nicaragüense. Poco a poco la avalancha de peloteros que no estaban dispuestos a seguir jugando iba creciendo y las grietas se estaban rompiendo. Equipos como el Bóer, San Fernando, Matagalpa, Jinotega y Chinandega habían hecho públicas, pero de manera anónimas sus inconformidades, aunque en un principio habían sido descartadas por la terquedad de seguir el mismo discurso gubernamental que “todo está normal”.
Tras la situación de los jugadores del San Fernando, los primeros en nadar contra la corriente de la CNBS al decidir no jugar más, se unió el Bóer y fueron enfáticos. La noticia que Norman Cardoze y su hijo junto a Carlos Aranda estaban batallando por sus vidas con Covid-19 alertó a todos los jugadores. “Mi hijo fue obligado a ir con el equipo a la serie contra el Bóer”, reveló en una entrevista a Trinchera el padre de Carlos Aranda, llamado de la misma manera, revelando las presiones internas que sufren los peloteros.
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La tarde del miércoles seis peloteros en Jinotega había solicitado sus bajas entre ellos los ases del equipo y seleccionados nacionales: Luis Castellón, Harvin Talavera y Elías Gutiérrez. Castellón fue una de las estrellas del Premundial Sub-23 y logró hacer el grado para la Selección Nacional en las eliminatorias al Clásico Mundial de Beisbol, que más adelante fue suspendida. Elías Gutiérrez también era seleccionado nacional y una de las promesas del beisbol nacional. Talavera se hizo conocido a nivel nacional cuando dejó con un hit en seis entradas a los cubanos en el Premundial y por ser el líder de salvamentos del equipo jinotegano.
La propuesta
Según informaciones brindada a LA PRENSA la CNBS tiene que reunirse y aprobar una propuesta de cómo se debe continuar y concluir el campeonato, debido a que no piensan cancelarlo en su totalidad, sino que están apostando a una suspensión y pronta reanudación. El problema es que en Nicaragua no se tienen cifras reales del Covid-19 y no se sabe oficialmente en qué fase de la pandemia se está y cuando se alcanzará el pico de contagio para luego ir bajando la peligrosidad de los contagios.
La propuesta aún a la espera de aprobación es no continuar la segunda vuelta como tal y clasificar a los ocho primeros equipos en la tabla de posiciones. Sin embargo, en el caso del octavo lugar, en el cual hay tres equipos empatados (Matagalpa, San Fernando y Jinotega) se haría una serie de desempate. Luego se enfrentarían el mejor de la tabla contra el peor a una serie de cinco juegos a ganar cuatro. En otras palabras el Bóer se mediría al octavo lugar, Estelí contra Chontales, Dantos frente a Nueva Segovia y Chinandega ante la Costa Caribe.