El Ministerio de Salud (Minsa) ni la vicepresidenta de Nicaragua, Rosario Murillo, se refirieron en la mañana de este miércoles a la situación del Covid-19 en el país. Esta es la segunda vez en la semana que la entidad oficial de salud guarda su reporte diario. El lunes 4 de mayo tampoco lo hizo.
En un inicio, el Minsa presentaba sus reportes a las 10:00 de la mañana, pero este se fue atrasando hasta las 11:00 a. m., y la información consistía en el género de la persona, si era caso importado, cuándo fue ingresado al hospital o cuándo ingresó al país. Ahora, el sistema de salud se ha limitado a decir cuántos casos se mantienen activos y cuántas personas están bajo seguimiento “responsable”.
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Por su parte, Murillo tampoco se refirió, en su acostumbrada intervención del mediodía en sus medios de propaganda sobre los casos de contagio del nuevo coronavirus, y su discurso nuevamente se centró en la “normalidad” que quiere vender la dictadura Ortega-Murillo a los nicaragüenses.
“Gracias a Dios no hemos dejado de promover y proteger la salud y la vida. Asumiendo todas las medidas, incluso, multiplicando e intensificando las medidas de educación preventiva”, fueron las únicas palabras que expresó Murillo respecto al sistema de salud.
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Ante la crisis sanitaria que vive el país, profesionales de la salud han hecho un llamado al régimen orteguista de ampliar las pruebas del Covid-19 y poner en práctica las medidas de distanciamiento socia para mitigar la propagación del virus, sin embargo, esto ha sido ignorado por la pareja dictatorial Ortega-Murillo.
Epidemiólogos afirman que en el país ya existe la transmisión comunitaria y han advertido que los próximos días serán cruciales para Nicaragua, por el aumento de casos positivos del coronavirus. No obstante, el Minsa niega que haya contagio local y hasta este martes 5 de mayo manejaba la cifra de 16 casos confirmados y 16 personas bajo monitoreo.