CONTENIDO EXCLUSIVO.
CONTENIDO EXCLUSIVO.En las protestas contra el régimen fue nombrada “La señora del huipil”. Dedicó 25 de sus 63 años a ser pastora evangélica, pero dejó la congregación cuando vio la indiferencia de varios pastores ante la masacre orteguista.
¿Cómo se describiría en tres adjetivos?
Alegre, hablantina y sociable.
¿Qué comida no puede rechazar?
El gallopinto.
Música favorita para bailar.
Me gusta la salsa, pero también el rock. Me gusta bailar al estilo de Elvis.
¿Qué olor la traslada a su infancia?
El olor a café.
Refrán favorito.
El que mal empieza, mal acaba.
¿Algún talento oculto?
Me gusta pinta pintar, creo que lo hago bien (ríe).
¿Qué es lo más loco que ha hecho?
Ponerme un vestido de folclor para protestar contra el régimen de Daniel Ortega. Me lo puse por primer vez en la “Marcha de las flores”, el 30 de junio de 2018.
Si le concedieran tres deseos, ¿qué pediría?
Ver a Nicaragua libre, que no se vuelva a repetir una dictadura en Nicaragua y poder vivir mis últimos años en paz en mi casa sin tener temor a ser agredida o perseguida.
Un sueño no cumplido.
Escribir un libro sobre la crisis que inició en abril de 2018, aunque sé que no ha terminado todo esto.
Si supiera que mañana es su último día, ¿qué haría hoy?
Correr al lugar en el que está mi familia, abrazarlos y decirles que los amo.
¿Ha estado a punto de morir?
Sí, en varias ocasiones. El 20 de enero cumplo un año de que me agredieron unos hombres
enviados por la dictadura. Conservo cicatrices de ese ataque.
Si tuviera a Daniel Ortega y Rosario Murillo en frente, ¿qué les diría?
Les diría que necesitan arrepentirse de todo corazón por todo el mal que han hecho. Que
necesitan a Dios en sus corazones.