Aunque los restaurantes y bares en las últimas semanas parecen gozar de más afluencia, principalmente en días de descanso, el sector se encamina a cerrar con cifras todavía negativas comparadas con las observadas en el 2017, según la Cámara Nicaragüense de Restaurantes y Similares (Canires).
Según el gremio hasta el 30 de noviembre de este año, los restaurantes registraban caída en sus ventas de entre 20 y 50 por ciento. Los que han sentido mejoría, menciona, experimentan reducciones de entre 20 y 30 por ciento y los que siguen mal la merma asciende hasta 50 por ciento comparado con antes del estallido de la crisis política.
Sector no espera mejoría
“En cuanto a las perspectivas para el cierre de este año consideramos que para la mayoría de los restaurantes no se verá ninguna mejoría en sus ventas, sin embargo hay algunos que esperan un mejoramiento de al menos un 10 por ciento con respecto al 2018”, afirmó René Hauser, de Canires.
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El sector termina un año severamente resentido con los efectos de las reformas fiscales. Los costos de operación de los comensales han subido 10 por ciento, debido también al ajuste en la tarifa eléctrica, otros servicios básicos y el aporte a la Seguridad Social.
En paralelo, aunque el gobierno pregona estabilidad de precio de los alimentos, los dueños de restaurantes estiman que solo los perecederos subieron 15 por ciento, “lo que ha generado una reducción entre un 40 por ciento y 60 por ciento de las utilidades. A pesar de la difícil situación socioeconómica los establecimientos no han incrementado sus precios desde abril del año 2018”, expresa.
Licor sube fuertemente
Uno de los productos fundamentales en los restaurantes, además de los alimentos, es el licor, cuyo precio de la bebida importada ha subido a partir del 30 de noviembre de este año un 30 por ciento.
El incremento en estas bebidas, según Hauser, fue anunciado por los importadores de licores, “con la posibilidad de que este porcentaje se incremente hasta en un 300 por ciento como estaba previsto, ya que a la fecha no han recibido ninguna respuesta del gobierno central para cambiar la aplicación que se les estaba imponiendo desde inicios del presente año”.
No hay nuevas inversiones
Para Hauser se requiere de mayor unificación del sector para afrontar la crisis económica. “Vemos con preocupación que existen muchas empresas medianas y pequeñas en nuestro sector que actualmente están con graves problemas de endeudamiento, lo que puede causar más cierre de establecimientos y mayor desempleo para el próximo año 2020”, afirmó.
Sobre las inversiones, indicó que “a la fecha solo tenemos conocimiento de la reapertura de una cadena de comidas rápidas y creemos que no se registrarán nuevas inversiones en el sector”.
La crisis que afrontan los restaurantes en Nicaragua está en correspondencia con la situación en la que se encuentra el turismo, cuya mayoría está sobreviviendo con el poco turismo internacional que está yendo y con la esperanzan de que el turismo nacional siga fluyendo.
Según un estudio de la Fundación Nicaragüense para el Desarrollo Económico y Social (Funides), los locales turísticos experimentaron una reducción de 51.1 por ciento en sus ventas en el primer semestre de este año, comparado con el 57.1 por ciento en igual periodo del año pasado.
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“Para el segundo semestre de 2019 se espera que las ventas hayan aumentado en promedio 36.1 por ciento en comparación con el primer semestre de este año”, según los resultados de un análisis realizado por Funides en conjunto con la Cámara Nacional de Turismo (Canatur).