Sin asumir ninguna responsabilidad sobre la actual crisis económica, el dictador Daniel Ortega admitió anoche que el próximo año se ejecutará un Presupuesto General de la República sumamente austero, muy limitado, porque pese a los malabares que hicieron con los números económicos, el dinero no daba para incrementar el gasto público.
Ortega volvió a responsabilizar a la oposición por las duras medidas de austeridad que recoge el proyecto de Presupuesto General de la República, al reconocer que la crisis política”ha tenido un golpe terrible en la economía”.
Tras atacar a la comunidad internacional, pese a estar rodeado de miembros del cuerpo diplomático, Ortega apeló a los países a que ayuden a Nicaragua para reactivar la economía.
“Que nos apoyen para que podamos seguir fortaleciendo un proceso que permita poner fin a la pobreza, la pobreza extrema, porque todavía tenemos un reto, que tenemos que culminar la meta, ahí esperamos colaboración de los países de forma incondicional”, expresó.
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Ortega dijo que como consecuencia de la crisis el PIB ha perdido casi nueve por ciento y que si se tiene una economía aún funcional es gracias a las pequeñas empresas, y algunas otras, que decidieron no sumarse a lo que él llama un intento de Golpe de Estado.
“El presupuesto tuvimos que reducirlo, lo que estamos haciendo es consolidar lo que hemos logrado avanzar pero no podemos hablar de que vamos a llevar un presupuesto mayor del que ejecutamos en el año 2018”, expresó el dictador.
Pero qué reflejan los números del proyecto de Presupuesto General de la República del próximo año, que pusieron a Ortega casi de rodilla ante los países para pedir cooperación “de forma incondicional”, más allá de los pocos fondos que aún recibe atados a proyectos, es decir no de forma líquida como aspira a recibir.
1.¿Cuál es la realidad económica que proyecta el próximo año el régimen de Daniel Ortega y sobre el cual se formuló el Presupuesto General de la República?
Luego de una caída de 3.5 por ciento en el Producto Interno Bruto este año, el Gobierno espera que el próximo año comience a despegar con 0.5 por ciento, aunque las proyecciones del Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial esta semana apuntan a que en el 2020 habrá otra reducción del PIB por tercer año consecutivo.
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El régimen de Ortega, que se niega a buscar una salida a la crisis política que estalló en abril del 2018, diseñó su Presupuesto General de la República “en base a medidas de austeridad y eficiencia del gasto, la continuidad en el proceso de racionalización del gasto tributario y la focalización de los subsidios”, se lee en el proyecto presupuestario que ya está en manos de la Asamblea Nacional.
2.¿Cómo se comportará el próximo año el Presupuesto General de la República de Gastos?
El próximo año Nicaragua tendrá un Presupuesto General de Gastos de 80,901.6 millones de córdobas y se elevará a 95,143.01 millones de córdobas, si se incluye el servicio de la deuda externa e interna.
Los 80,901.6 millones de córdobas son para gastos corrientes y de capital, lo que representará un crecimiento de apenas 0.1 por ciento con relación a los 80,823.5 millones de córdobas que se prevé termine el gasto público 2019.
Los números oficiales indican que para evitar una caída en el gasto público, el régimen aplicó una fuerte austeridad en el gasto corriente y un recorte en el de inversión.
Según los números, el gasto corriente apenas crecerá 0.4 por ciento (pasará de 63,389.7 millones de córdobas a 63,669.1 millones) y el de capital caerá -1.2 por ciento (17,433.8 millones a 17,232.5 millones de córdobas).
Y aunque en términos nominales el gasto público registrará un crecimiento raquítico, como porcentaje del Producto Interno Bruto hay retrocesos, al pasar de 19.3 por ciento en el 2019 a 18.9 por ciento. En el 2018 el gasto público significó el 19.5 por ciento del PIB.
3. ¿Cuáles son las metas en el Presupuesto General de Ingresos?
El gasto público se continuará financiando principalmente de los impuestos de los nicaragüenses y deberá encarar la pérdida de cooperación internacional, principalmente de donaciones y flujos de préstamos.
En el 2020 se prevé que el Presupuesto General de la República de Ingresos ascienda a 81,089 millones de córdobas provendrán de la recaudación tributaria y donaciones y se eleva a 95,202.7 millones de córdobas, si se incorporan los ingresos provenientes de las colocación de bonos y los préstamos.
Hacienda prevé que los ingresos totales caigan 0.1 por ciento, al pasar de 95,310.6 millones de córdobas a 95,202.7 millones de córdobas, aunque si solo se toman en cuenta los ingresos de recaudación (79,199 millones de córdobas) habrá un repunte de 0.4 por ciento en el periodo comparado.
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4. ¿Cómo se comportará la cooperación internacional? Caen drásticamente las donaciones…
El mayor desplome se registrará en las donaciones. En recursos externos se prevén 11,133 .1 millones de córdobas, 8.9 por ciento menos comparados con los 12,224.2 millones de córdobas estimados al terminar este año.
De ese monto, 1,890.3 millones provendrán de las donaciones, 24.9 por ciento menos con relación a los 2,518.4 millones previstos al finalizar el 2019.
En tanto, en préstamos el régimen espera obtener 9,242.8 millones de córdobas, 4.8 por ciento menos que los 9,705.8 millones de córdobas estimados en el 2019.
5. Tijeretazo en las colocaciones de títulos para financiar el presupuesto…
En el 2020 el régimen de Ortega redujo su apetito por conseguir financiamiento a través de la colocación de deuda pública. Luego de recortar su meta de colocación de bonos de la República en 2019 (de 11,264.2 millones de córdobas a 4,199.3 millones de córdobas), el próximo año espera solo obtener recursos por esta vía de 4,870.6 millones de córdobas.
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6. A menor crecimiento mayor restricciones en la recaudación de impuestos….
En ingresos tributarios el régimen de Ortega espera el próximo año recaudar 73,548.6 millones de córdobas, lo que representará un leve aumento respecto a los 73,410 millones de córdobas proyectados al término de este año.
7. Un presupuesto con superávit, gracias a donaciones…
Excluyendo los compromisos del servicio de la deuda público, en el 2020 se prevé que el Presupuesto General de la República funcione prácticamente con un frágil superávit de 187.7 millones de córdobas, después de donaciones. Esto representa un respiro comparado con el déficit de 8,244.9 millones de córdobas del presupuesto inicial de este año.
No obstante, el superávit previsto para el próximo año es menor comparado con los 582 millones de córdobas que se espera al término de este año, una vez realizados todos los ajustes fiscales y el rendimiento de la reforma de la Ley de Concertación Tributaria, que se aplicó a partir de marzo de este año.
Ese ajustado superávit obligará al régimen a mantener una dura disciplina fiscal para evitar que su gasto público caiga en déficit y que las proyecciones de recaudación sean las más acertadas.
Cabe aclarar, que si excluye las donaciones, se crea un déficit de 1,702.6 millones de córdobas, lo que es menor respecto a los 1,936.4 millones de córdobas este año, tras la reforma fiscal.
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8. Austeridad en el gasto público golpea el Programa de Inversión Pública…
Tras un año difícil para inversión privada, el próximo el Programa de Inversión Pública se ubicará en 14,888.6 millones de córdobas, por debajo de los 17,157 millones de córdobas programados para este 2019.
A excepción de Salud, las principales carteras que conforman el programa de inversión pública sufrieron fuertes recortes. El mayor golpe lo continuarán sintiendo las municipalidades, cuyas transferencias se redujo de 5,358.5 millones de córdobas programados para este año a 1,982.3 millones de córdobas en el 2020.
En tanto, al Ministerio de Educación se le asignó para inversión solo 749.5 millones de córdobas, menor a los 1,063.8 millones previstos para este año.
Al Ministerio de Transporte e Infraestructura se le quitó recursos, pasando el monto de 5,690.6 millones de córdobas a 5,213.4 millones de córdobas.
Solo al Ministerio de Salud se le mejoró su asignación, cuyo PIP pasará de 846.1 millones de córdobas este año a 1,589.9 millones en el 2020.
9. Castigo a las alcaldías y premio a la Alcaldía de Managua en año preelectoral…
Y mientras el Gobierno central castigará a todas las municipalidades del país, el próximo año, en un periodo preelectoral, inyectará fondos de inversión a la sandinista Alcaldía de Managua para la que se contempla 753.6 millones de córdobas, convirtiéndola en unas de las carteras importantes entre el PIP, algo que no ocurría en las programaciones de años pasados.
Este año la Alcaldía de Managua recibió del Gobierno central solo 20 millones de córdobas, lo que refleja la fuerte inyección de capital que hará el Ejecutivo.
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10. ¿Cómo se comportarán las asignaciones globales para el Mined y el Minsa?
Para el próximo año el régimen de Ortega pretende asignar al Ministerio de Educación (Mined) 14,587.8 millones de córdobas para todos sus gastos, inferior a los 14,816 millones de córdobas presupuestados este año, según el informe de ejecución presupuestaria hasta junio de 2019.
Sin embargo, la cifra se vuelve positiva para el Mined si el saldo proyectado para el próximo año se compara con los 14,059.5 millones de córdobas que se espera termine este año este ministerio en asignación, tras recortes.
Para Salud se prevé darle para su funcionamiento 16,022 millones de córdobas frente a los 14,081 millones de córdobas previstos en el 2019.
11. Otro premiado: la Policía Orteguista
Y mientras el régimen de Ortega le aplicó recorte a las alcaldías, Educación y construcción de obras viales, la Policía Orteguista, su principal brazo de represión, no solo le mantuvo su asignación de este año sino que se lo mejoró para el 2020.
Los datos oficiales revelan que para el próximo año le asignó 3,836 millones de córdobas, superior a los 3,586 millones de córdobas este año. Es decir que le dio cerca de 300 millones de córdobas más.
El Presupuesto General de la República de Nicaragua tiene cuatro componentes claves en su estructuración: Presupuesto de Ingresos, Presupuesto de Egresos, el déficit y sus fuentes de financiamientos, así como el servicio de la deuda externa e interna (amortización de capital e intereses). Todo esto acompañado de metas macroeconómicas.