Comen rondón, pan de coco, mariscos y bailan palo de mayo. Mulatos, miskitas, sumus, ramas, mayagnas, creoles, garífunas, mestizos y otras etnias luchan por conservar su idiosincrasia. Estas son algunas imágenes de la vida en la Costa Caribe de Nicaragua, esa parte del país que pareciera quedar en el olvido.
Lo que es común a este lado del pacífico pareciera no serlo en el Caribe. Son muchas las comunidades de la Región Autónoma de la Costa Caribe Norte y Sur en las que las familias no cuentan con conexión al servicio público de agua potable. Las mujeres, en la mayoría de los casos, todavía caminan hasta los ríos o quebradas con los motetes de ropa para poder lavar.
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Aunque con el paso del tiempo es posible la construcción de casas modernas, aquí las casas de tambo son las tradicionales y las más comunes. La mayor parte de las viviendas tienen el piso levantado del suelo unos tres o cuatro pies, de manera que las casas parecen estar sobre zancos. Al ser una zona lluviosa esta modalidad evita inundaciones en los hogares. Por mesas y sillas usan cajones de madera y las hamacas también son populares para descansar.
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Desde un pepino de mar, langostas, camarones o un pez, son extraídos de las aguas del mar Caribe en las que abundan los recursos marinos. La pesca es una de las principales actividades económicas que desarrollan los hombres de esta zona, ya sea de forma artesanal o industrial. Todas las mañanas las embarcaciones salen mar adentro por horas o incluso por días para obtener los mejores ejemplares que serán puestos en el mercado local y nacional.
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Las tortugas, una especie en peligro de extinción y que ha sido prohibida su caza, comercialización y consumo, es muy usual en los mercados improvisados de este lado de Nicaragua. Los mismos costeños alegan que prohibirles que consuman tortuga es como negarle a la gente del pacífico que coma carne de res. Sin embargo, las autoridades han empleado grandes campañas para crear conciencia de la importancia de las tortugas en los océanos y la dificultad con que estas se reproducen.
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En las comunidades remotas, las mujeres continúan realizando trabajo pesado para alimentar a sus familias. A estas tareas los hijos se suman a edades tempranas. Algunas de las actividades tienen que ver con jalar agua de un pozo y cargarla por largos trayectos.
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Además, pilan el arroz que se produce en el Caribe. En decir lo limpian, le quitan la cascarilla que envuelve el grano, de forma manual. Se apoyan sobre un pilón, tronco de madera, y una mano de pilón, que es una especie de barra, también de madera.
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La educación en los comunidades remotas de la costa Caribe es una problemática. Los niños que asisten a las aulas son pocos. Los padres no tienen las condiciones para enviarlos o no están interesados en hacerlo. Las escuelas quedan largo de los caseríos. La infraestructura es paupérrima y en muchos casos los docentes atienden a varios grados a la vez en un mismo salón o galerón.
La costa del Caribe nicaragüense también tiene su atractivo turístico. Uno de los sitios considerados paradisíacos y con mucha afluencia de turistas son las playas de Corn Island o Isla del Maíz, frente a la ciudad de Bluefields, en la Región Autónoma de la Costa Caribe Sur. En todo el país estas playas destacan por sus características: arena blanca, aguas clara color turquesa, bosques de cocoteros y la abundancia de arrecifes coralinos. Las aguas de estas playas son propicias para practicar natación, buceo y snorkeling. La tranquilidad de su entorno no tiene comparación.
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En la Costa Caribe prevalece una amplia variedad de religiones. La católica, representa a la gran mayoría, pero también hay evangélicos, adventistas, moravos, bautistas, testigos de Jehová, entre otros. Todas las religiones tienen presencia a través de sus iglesias, ubicadas en distintas puntos de las ciudades y comunidades.
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Desde hace varias décadas en la Costa Caribe de Nicaragua se han registrados brotes de una enfermedad, hasta la fecha contemplada como extraña, la cual se conoce como grisi siknis, que pareciera propia de la región. Esta enfermedad es un enigma para la ciencia, debido a que solo el Instituto de Medicina Tradicional y Desarrollo Comunitario (Imtradec), de la Universidad de las Regiones Autónomas de la Costa Caribe Nicaragüense (Uraccan), ha realizado un estudio para tratar de registrar este mal.
Existen varias teorías sobre el grisi siknis. Para los psiquiatras es un trastorno mental culturalmente determinado, cercano a la histeria colectiva altamente contagiosa. Mientras que en las comunidades miskitas se le conoce como la enfermedad del mareo y tiene origen en la espiritualidad. En la imagen arriba, curanderos de la zona realizan ritual para el mal que ha afectado en diferentes momentos a habitantes de las comunidades o de las ciudades del Caribe.