El diputado orteguista Wilfredo Navarro minimizó que el bloqueo económico impuesto por Estados Unidos (EE.UU) a Venezuela traiga repercusiones a Nicaragua, pues dijo que la empresa Alba de Nicaragua S.A. (Albanisa) que desde 2007 ha controlado los negocios con Venezuela, “ya se acabó”.
“Eso ya se acabó. Ya Albanisa es más cuento que otra cosa. Ya todo eso está en otras condiciones y no tiene ninguna afectación con Albanisa”, respondió el diputado Navarro este 6 de agosto al finalizar una sesión en la Asamblea Nacional.
Navarro, uno de los operadores políticos del orteguismo no explicó cuál ha sido el cambio que ha sufrido los negocios de Albanisa. Se limitó a responder que el régimen ha venido adoptando medidas para enfrentar las sanciones directas anunciadas por el gobierno estadounidense contra Albanisa así como por efecto de la relación política con la dictadura de Nicolás Maduro.
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Albanisa es filial de la Petróleos de Venezuela SA (Pdvsa) que es dueña del 59 por ciento de la empresa y el otro 49 por ciento de las acciones son de Empresa Nicaragüense de Petróleos (Petronic).
Al ser consultado por LA PRENSA de cómo evitaría el régimen que el Estado de Nicaragua sea afectado por las sanciones a Albanisa por estar vinculado Petronic, el diputado Navarro respondió: ” Todo eso creo que ya se ajustó, se cambió, se transformó y ya no hay nada que ver en eso”.
¿Ya no existe Albanisa?, insistió LA PRENSA a lo que Navarro dijo “no sé, yo no manejo los negocios del Frente Sandinista”.
En la noche del lunes, el gobierno de Donald Trump anunció el bloqueo de «las propiedades del gobierno de Venezuela debido a la continuación de la usurpación del poder por el régimen ilegítimo de Nicolás Maduro”. Y este martes el asesor de seguridad nacional de la Casa Blanca, John Bolton, elevó la advertencia a los gobiernos aliados de Maduro que “procedan con extrema cautela” diciéndoles que si mantiene el apoyo al dictador venezolano será arriesgarse a sufrir medidas similares por parte de EE.UU.
“Funcionó en Panamá, funcionó en Nicaragua una vez, y va a funcionar allí (Nicaragua) otra vez, y va a funcionar en Venezuela y Cuba”, expresó Bolton, en el marco de la Conferencia Internacional por la Democracia en Venezuela, que se realiza en Lima.
Esas palabras de Bolton han sido interpretadas por diferentes sectores nicaragüenses como una advertencia de que está la posibilidad de que EE.UU. también imponga un bloqueo económico al régimen orteguista de Nicaragua, debido a la represión contra la población y su negativa de negociar con la opositora Alianza Cívica (AC) para lograr un acuerdo democrático que permita el restablecimiento de los derechos ciudadanos, así como reformas electorales que garanticen elecciones transparentes y adelantadas.
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Sin embargo el orteguista Navarro minimizó la situación diciendo que por el bloque a Venezuela “la afectación a Nicaragua es prácticamente cero porque no tiene incidencia en los recursos y los bienes” del país.
Aunque la administración Trump ya ha declarado a la dictadura de Ortega una amenaza para la seguridad nacional de EE.UU. considerándola a Nicaragua, Venezuela y Cuba parte de “la troika de la tiranía” en América Latina, el legislador Navarro dijo que “hay una gran diferencia” entre el enfrentamiento de los estadounidenses con Maduro.
“Es posible” que se aplique un bloqueo económico a Nicaragua, “pero de todas maneras nos mantendremos firmes, en el pasado hemos sufrido intervenciones, pero aquí estamos”, dijo un envalentonado Navarro.
Albanisa fue creada por los regímenes chavistas y el orteguismo para manejar el negocio del acuerdo petrolero que fue manejado discrecionalmente por allegados de la pareja de dictadores, Daniel Ortega y Rosario Murillo. Llegó a manejar unos 4,000 millones de dólares desde 2007.
EE.UU. sancionó en enero pasado a Albanisa por su vinculación con Pdvsa en su mecanismo por golpear económicamente a los regímenes de Nicaragua y Venezuela, que son acusados de mantener una política de represión reflejadas en las constantes las violaciones a los derechos humanos de su población. Ortega al igual que Maduro se aferran al poder por la fuerza y en el caso del régimen en Nicaragua, éste cerró el diálogo con la oposición.