La petrolera UNO Nicaragua negó este martes que la decisión de cancelar la concesión de operación a Martha Elena Guerrero Manfut de tres estaciones de gasolina en Managua esté relacionada con asuntos políticos y afirmó que la medida se tomó por incumplimiento de pago por parte de Guerrero.
Desde el fin de semana, en las redes sociales se difundió información en la que se señalaba que Guerrero había sido despojada de la concesión como represalia del régimen, dado a que esta es una autoconvocada que ha participado en manifestaciones cívicas.
Sin embargo, según la petrolera, “la acción de terminación de contrato de servicio de las 3 gasolineras con la señora Martha Guerrero, es producto del incumplimiento de las obligaciones contractuales originada por las cuentas en moras que la señora Guerrero tiene con UNO desde hace más de un año, cabe hacer mención que se le indicó la oportunidad de cumplimiento de sus obligaciones otorgándole planes de pago, no habiendo solventado la deuda en mención”.
LA PRENSA se comunicó con Guerrero, quien el sábado 25 de mayo fue notificada que se cancelaba el contrato en las tres estaciones de servicio y descartó que el asunto esté relacionado con aspectos políticos.
“No creo que sea por asunto político, por mi posición política. La empresa es dueña de las concesiones y ella estima que era tiempo de terminar mi ciclo con ellos”, sostuvo vía telefónica.
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Fueron 17 años que Guerrero gozó de la concesión de dos gasolineras y la tercera la obtuvo hace cuatro años. Una está ubicada en la parte norte del centro financiero Lafise, la otra en la parte sur de Galerías Santo Domingo y la última en el kilómetro 10.5 de la Carretera a Masaya.
La petrolera UNO Nicaragua forma parte del Grupo Terra, de capital hondureño y el comunicado aclaratorio fue enviado esta tarde a LA PRENSA tras consultar sobre el tema.
El modo de operación del régimen
A diferencia de las estaciones de gasolinas que fueron intervenidas por el Instituto Nicaragüense de Energía (INE) sin una explicación clara, las tres estaciones antes descritas continúan operando normalmente, según constató LA PRENSA.
El INE, por ejemplo, cuando despojó de la licencia de operación al dueño de la estación Puma situada en un costado del centro comercial Metrocentro, en Managua, esta fue inmediatamente clausurada y luego la tienda fue desalojada tras varios meses de permanecer cerradas las bombas de despacho.
Este Diario ha comprobado que algunas de las gasolineras clausuradas por el INE están en manos abiertamente opositoras al régimen de Daniel Ortega, lo que confirmaría que detrás de la medida arbitraria habría represión estatal.
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