Desde finales de febrero de este año, cuatro jóvenes permanecen en las celdas de La Modelo y uno más en las de El Chipote en Managua, después que fueran secuestrados por la Policía Orteguista (PO) que los vincula a explosiones con bombas artesanales registradas meses atrás en la ciudad de Estelí.
Los jóvenes son Bismark José Contreras Herrera, Gerald Marcelino Zelaya Hernández, Jessi Geovanny Martínez Casco y Deyling Alonso Hernández González, quienes en febrero la PO del departamento de Estelí los mandó a El Chipote y después fueron trasladados a las cárceles del Sistema Penitenciario de La Modelo de Managua, donde aún permanecen sin que nadie gestione su excarcelamiento.
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También el joven Daniel Picado Castillo, después de permanecer secuestrado desde el 17 de febrero pasado en las celdas preventivas de la PO de Estelí, fue trasladado la semana pasada a las celdas de El Chipote en Managua, según denunció Delia Valdivia, una de las madres de presos políticos, y que a pesar de que sus hijos tienen cambios de régimen carcelario, ella mantiene su apoyo y solidaridad con otras madres de presos.
Los vinculan a una explosión
La noche del 24 de enero de este año, dos potentes explosiones generadas por bombas artesanales impactaron a un costado del edificio de la alcaldía de la ciudad de Estelí y otra en la casa del delegado departamental del Ministerio de Salud (MINSA), Víctor Octavio Triminio Zavala, posteriormente el 6 de febrero otras dos explosiones sacudieron dos puntos de la ciudad de Estelí.
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Después de lo ocurrido se ejecutaron secuestros de jóvenes por grupos de paramilitares. “Pedimos a los organismos de derechos humanos de nuestros país e internacionales a no olvidarse de estos jóvenes que llevan meses secuestrados en las celdas de El Chipote y de las cárceles de La Modelo sin que hasta ahora se les haya abierto proceso judicial alguno”, dijo una de las madres de los jóvenes secuestrados.
No los dejan firmar
Otra denuncia hecha pública por las madres de presos políticos, algunos ya excarcelados con regímenes de arresto domiciliar, es que los jóvenes Kitzel y Kevin Pérez Valdivia, además de Tobías Gadea, David Ortez y Ronald Ruiz, liberados el 25 de febrero de este año, no han podido firmar por segundo mes consecutivo en los juzgado del Complejo Judicial de la ciudad de Estelí, donde no se les permite ingresar.
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“Es preocupante que a mis hijos y a otros jóvenes más no se les deja ingresar a los juzgados del complejo judicial, porque después van a decir las autoridades de la policía y los jueces es que no se presentaron a firmar cada mes a los controles de justicia que establecen después de sus libertades”, expuso de una de las madres de los excarcelados.