La reforma fiscal que entró en vigencia el pasado 28 de febrero comenzó a producir sus primeros efectos en la economía: el alimento balanceado que se vende al sector pecuario comenzará a pagar el 15 por ciento del Impuesto sobre la Renta (IVA) a partir de ahora, luego de que los diputados sandinistas derogaran la exención.
La medida fue anunciada por una transnacional mediante un comunicado el sábado reciente a los puntos de venta de sus productos balanceados. En la misma, se señala que a partir del 28 de febrero quedaba “derogada la exención del 15 por ciento IVA en la venta de melaza, alimentos para ganado vacuno, porcino, aves de corral y acuicultura” y por ello sus ventas se ajustarían a la nueva disposición fiscal.
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Ante las reformas tributarias que están en vigencia desde el pasado jueves, los productores de carne contemplan varios escenarios sombríos: cierres de empresas, despidos de personal o disminución de su producción.
“Las reformas ni siquiera serían buenas en una economía en buenas condiciones”, dijo René Blandón, presidente de la Comisión Nacional Ganadera de Nicaragua (Conagan). “Hacer estas reformas en la economía quebrantada que actualmente tenemos es como pegarle una puñalada a alguien que está en cuidados intensivos, para quitarle la respiración más rápido”, agregó.
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Blandón descartó que hubiera un incremento de precios porque actualmente existe en el país “una economía de subsistencia”. “El poder adquisitivo se ha venido abajo y la poca gente que tiene ingreso, lo está cuidando para cosas elementales”, agregó.
De los alimentos cárnicos, el gobierno orteguista gravó con IVA ahora la costilla, cortes especiales y la lengua en carnes de res y en el pollo los filetes, que hasta ahora no pagaba impuesto. En la carne de cerdo pagarán impuesto ahora las chuletas, costilla y tocino; se mantienen gravados los filetes y lomos.
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Al régimen le urge obtener unos 10,100 millones de córdobas (317 millones de dólares) para cubrir el déficit del Presupuesto Público 2019, una meta que el sector privado sostiene que no la cumplirá porque se llevaría a la quiebra a muchas empresas, aumentará el desempleo y acelerará los niveles de pobreza en el país.
Los efectos
El primer efecto de la reforma, aun antes de que se aprobara, es que la industria está pagando a los ganaderos siete córdobas menos por cada kilo de carne para poder mantener los precios a los consumidores.
Según Solón Guerrero, vicepresidente de la Federación de Asociaciones Ganaderas de Nicaragua (Faganic), el precio del ganado está como hace tres años y en córdobas, cuando la inflación y el deslizamiento de la tasa cambiaria son más significativos. “La industria no va a perder. Lo que hará es trasladar los costos a los consumidores y productores”, agregó Guerrero.
Dañarán la productividad ganadera
“Las reformas de manera vertical van a afectar a todo el país. Si ves, en el sector agropecuario se agudiza más porque ahora los concentrados están gravados, cuando eran una manera de mejorar la productividad. Entonces tenés una serie de factores que no afectan de manera directa, pero sí indirecta”, añadió Guerrero.
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El otro problema es el aumento de la alícuota del anticipo mensual del Impuesto sobre la Renta anual en las plantas exportadoras, que ahora pagan hasta tres por ciento de sus ingresos, cuando antes era uno por ciento.
“Muchas plantas lo que harán será trasladar ese costo (el aumento de la alícuota mensual) al productor. De manera que si ahora la leche la están pagado a nueve córdobas, puede ser que la paguen ahora a un córdoba o uno y cincuenta menos. Pagarán menos para pagar ese aumento (en el reporte mensual al Fisco) que no estaba dentro de su presupuesto”, dijo Óscar López, director ejecutivo de la Cámara Nicaragüense del Sector Lácteo (Canisalac).
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“Todavía es muy poco tiempo para que se note el efecto de manera marcada. Pero las consecuencias de la reforma se van a ver en el corto plazo, porque golpeará en una situación donde la economía no anda de la mejor manera”, afirmó por su lado Guerrero.
Sin competitividad
Este escenario de impacto de la reforma dejaría a Nicaragua en dificultades para competir en los mercados internacionales, puesto que el 80 por ciento de la producción de leche del país está destinada a la exportación.
“No le podemos subir el precio a los productos terminados porque en mercados como El Salvador se compite con productos de Honduras y Guatemala, y no están teniendo alzas de impuestos. Es una clara desventaja; una competencia desigual”, agregó López, de Canisalac.
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López dijo que en el sector de los lácteos “gracias a Dios” se sacó a los productos helados gravados, que significaban casi 350 mil litros de leche mensuales.
Donald Tuckler, director ejecutivo de la Asociación Nacional de Avicultores y Productores de Alimentos (Anapa), refirió que en este momento están en un proceso de análisis por el que se reunirán hoy lunes las empresas avícolas para realizar un diagnóstico más exacto de las consecuencias de estas reformas.
Productores en problemas
Óscar López, director ejecutivo de la Cámara Nicaragüense del Sector Lácteo (Canisalac), dijo que el sector lácteo por el momento no tendrá afectaciones directas, pero sí los productores con los que trabajan, ya que son doble propósito: producción de leche y ganado en pie para matadero.
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“El grueso de nuestros productores es el ganado en pie, porque lo de la leche lo utilizan para el diario vivir. Pero para mejorar la finca, inversiones o medicinas para los ganados, tendrán problemas para invertir porque sus ingresos serán menores debido a que los precios de las carnes ya bajaron”.
Entre otros productos que afectan al sector ganadero, se encuentran la melaza, el concentrado para engorde y productos veterinarios.
“Hacer estas reformas en la economía quebrantada que actualmente tenemos es como pegarle una puñalada a alguien que está en cuidados intensivos, para quitarle la respiración más rápido”.
René Blandón, presidente de Conagan.