El cuatro veces candidato al Premio Nobel de Literatura Ernesto Cardenal, “debió haber ganado el Nobel antes que se muriera Somoza o en esos días”, sostiene Francisco Arellano Oviedo, presidente de la Academia Nicaragüense de la Lengua. Porque “la fuerza de su poesía era de protesta contra esa dictadura”, resaltó el académico.
Recordó que a la muerte del dictador Anastasio Somoza Debayle en 1980, el poeta trapense volvió a lo místico “al publicar el Canto cósmico (1989), donde vuelve como en los Salmos (1964)”.
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El académico también reveló que la primera vez que propuso personalmente a Cardenal al Premio Nobel de Literatura fue en 1968. Esta iniciativa fue a través de un artículo que el mismo Arellano publicó en la Prensa Libre de Guatemala, donde exaltó los méritos literarios del poeta.
Para entonces Arellano, estudiaba teología en el Seminario de los Salesianos en Guatemala. Además cuenta que era un estudioso de la obra de Cardenal, y que lo había visitado en Solentiname con el interés de descubrirlo como poeta y que terminó admirándolo como un “santo”, en ese momento.
En su texto en Prensa Libre titulado como El último renovador de la poesía castellana — añade Arellano — decía que Ernesto Cardenal “merece el Premio Nobel”. El poeta al recibir la noticia, le escribió que “todo está bueno conforme a los datos; pero las apreciaciones que hace de mí no las merezco”. Y fue la primera vez que el poeta rechazó a su manera este alto honor.
Para entonces el poeta había escrito las obras: Hora cero (1960), Epigramas (1961), Gethsemani Ky (1960) Salmos (1964), Oración por Marilyn Monroe y otros poemas (1965), El estrecho dudoso (1966) y Homenaje a los indios americanos (1969).
Propuesto en tres ocasiones: 2005, 2007 y 2010
Confirmó que en los recientes años como Academia Nicaragüense de la Lengua, en tres ocasiones han enviado la candidatura de Ernesto Cardenal al Premio Nobel de Literatura.
La primera en 2005. Luego en 2007, para entonces se conoció que también la Sociedad de Escritores de Chile y el poeta Raúl Zurita expresaron su respaldo a la candidatura.
Y la última en 2010. Ese año también se conoció que la Sociedad General de Autores y Editores (SGAE) de España dio su respaldo; a este esfuerzo se sumaron más de más de 150 poetas que participaban en el VI Festival Internacional de Poesía de Nicaragua.
El poeta español Daniel Rodríguez Moya, valoró a Cardenal como uno de los más grandes poetas vivos de Latinoamérica y del mundo.
Y la más reciente nominación en 2018. El Festival Internacional de Poesía de Milán (Italia) propuso al Comité de Literatura de la Academia Sueca la nominación del poeta Ernesto Cardenal al Premio Nobel de Literatura, 2018.
Este fue respaldado por José “Pepe” Mujica, expresidente de Uruguay; Milton Fernández, director artístico del Festival; el médico Giuseppe Masera; el poeta Guido Oldani —fundador del movimiento Realismo Terminale— ;y el periodista Andrea Semplici.
En su carta valoraron a Cardenal como “una de las más grandes figuras literarias de América Latina. De todos los tiempos”.
Para Arellano esta candidatura estuvo “desfasada”, ya que la academia cierra las propuestas el 31 de enero y las abre en febrero.
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Cabe recordar que en 2018 la Academia Sueca suspendió el anuncio del premio tras verse envuelta en un escándalo. La institución expulsó a la poetisa Katarina Frostenson por filtrar a su esposo, el artista francés Jean-Claude Arnault, a los ganadores del Nobel. Pero este mes fue nombrada la poetisa Tua Forsstöm.
Por lo que se espera, a final de este año (noviembre) se anuncie a los ganadores, tanto del 2018 como del 2019, estimó Arellano.
Candidatura de Cardenal sigue vigente
Arellano comentó que la candidatura de Cardenal, la última del 2010 sigue vigente. “Una vez que se propone su nombre este queda en la lista y siempre lo están revisando”, refiere el académico.
Por lo que solo un eventual deceso del poeta – que nadie desea – lo sacaría de la lista, observó Arellano. Cardenal recientemente estuvo internado en el Hospital Vivian Pellas. En lo que va del año pasado y estos dos primeros meses el bardo ha tenido cinco recaídas.
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Pero contra pronósticos el poeta se recuperó y recientemente fue dado de alta. Según fuentes cercanas, el poeta ha tenido mejoría admirable, come bien, duerme bien, sigue leyendo y ha dicho que piensa escribir otro poemario.
Por lo que su candidatura sigue vigente, a pesar de que el poeta ha dicho en mas de una ocasión que lo le interesa el Nobel.
Arellano también reveló que mientras tanto, a nombre de la Academia Nicaragüense de la Lengua le enviaron al poeta un pequeño mensaje donde le dicen que se alegren de su mejoría y especialmente de la noticia que su santidad el Papa Francisco había regularizado su situación eclesiástica.
Premios a su obra literaria
La vida y obra literaria de Cardenal ha sido reconocida con el Premio Internacional Mario Benedetti (2018), el cual el poeta lo dedicó al niño mártir Álvaro Conrado.
El Premio Internacional Pedro Henríquez Ureña (2014), Premio Reina Sofía de Poesía Iberoamericana (2012), Premio Iberoamericano de Poesía Pablo Neruda (2009), Premios Ondas Mediterráneas (2005), Premio de la Paz del Comercio Librero Alemán (1980), entre otros.
Cardenal realizó estudios de literatura en la Universidad Nacional Autónoma de México, luego en Nueva York, España, Suiza e Italia.
Participó en la llamada Revolución de Abril de 1954, contra el dictador Anastasio Somoza García. Se retira de la actividad política e ingresa a la abadía trapense de Nuestra Señora de Getsemaní (Kentucky, Estados Unidos).
Conoce a su maestro el monje y escritor Thomas Merton, a quien el poeta miró como su “padre espiritual”. En 1959 continúa sus estudios de teología en Cuernavaca, México.
Es ordenado sacerdote en Managua en 1965. Funda la comunidad de Solentiname. Lleva vida monástica y promueve las artes naif entre los isleños. Escribe el celebrado libro El Evangelio en Solentiname (1975).
Al triunfo de 1979 es nombrado Ministro de Cultura, para entonces el primero en ocupar este alto cargo en Nicaragua. Promueve el exteriorismo y los talleres de poesía.
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Entre su obras poéticas destacan
La Hora cero (1957), Epigramas (1961), Salmos (1964; Oración por Marilyn Monroe y otros poemas (1965). Homenaje a los indios (1969).
Los ovnis de oro (1988), Cántico cósmico (1989), El telescopio en la noche oscura (1993); Poesía Completa Tomo I y II (2007), Versos del pluriverso (2005), Hidrógeno enamorado (2012), Somos polvo de estrellas (2013).
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De sus memorias: Vida perdida (2003), Los años de Granada (2001) y La revolución perdida, (2004).
Así otros títulos con temas de religión, democracia y paz: Ansías y lengua de la poesía nueva nicaragüense (1948), Vida en el amor (meditaciones) (1970), La paz mundial y la revolución en Nicaragua (1981), Democratización de la cultura (1982), Los campesinos de Solentiname pintan el Evangelio (1982), entre otros.