Aunque a partir de este domingo los combustibles experimentarán una segunda reducción en su precio, los consumidores están lejos de gozar el verdadero alivio que está produciendo el abaratamiento del barril de petróleo intermedio de Texas (WTI) a nivel internacional, que en el último mes ha bajado más de un veinte por ciento.
Sin embargo a los nicaragüenses de ese alivio no les ha llegado ni el diez por ciento, según reflejan cifras oficiales.
Por segunda semana consecutiva, para este domingo 18 de noviembre se prevé una baja en todos los combustibles: gasolina regular (1.40 córdobas por litro), súper (1.22 córdobas por cada litro) y diesel (0.78 córdobas por cada litro), después de que estos precios estuvieron congelados durante cinco semanas, desde el 8 de octubre hasta al 12 de noviembre.
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Hasta el 15 de octubre el precio del barril de petróleo era de 71.84 dólares, mientras que al 15 de noviembre el mismo barril se cotiza en 56.43 dólares. Esto quiere decir que hay una diferencia a la baja de 21.25 por ciento. De hecho el Banco Central de Nicaragua (BCN) en su página web admite una variación en ese periodo de 20.2 por ciento.
Si la comparación se hace desde que hubo la última alza en los combustibles, en la semana del 8 de octubre, la baja acumulada del barril del precio del petróleo sería de un 23.45 por ciento, mientras que la disminución en promedio de los tres combustibles es de apenas un 7.58 por ciento.
Dado a que ya es extremadamente evidente la caída del precio del crudo a nivel mundial es que las petroleras se han visto obligadas en Nicaragua a trasladar parte de ese ahorro que aún no está llegando a los consumidores en estas dos últimas semanas.
Esto es lo que ha permitido, que en el caso de la gasolina súper su precio en litro ha disminuido en un 8.85 por ciento; la regular 9.45 por ciento y el diesel 4.79 por ciento con las últimas dos reducciones.
De manera que a partir de este domingo el precio del litro de gasolina súper se ubicaría en 32.51 córdobas, la regular en 31.13 y el diesel en 30.58. Estos precios son válidos solo en Managua, porque en el interior del país son más altos debido a que se les debe incorporar el costo por distribución de estos.
Beneficio se queda en el bolsillo de allegados a Ortega
Los analistas han señalado que esta invariabilidad de precios de los combustibles que hubo hasta la semana del 5 de noviembre indica que las empresas distribuidoras de la familia Ortega-Murillo —quienes están detrás de la fijación de precios—, se siguen beneficiando de dicho negocio en detrimento del bolsillo de los nicaragüenses, ya golpeado por el desempleo a consecuencia de la actual crisis sociopolítica.
Nicaragua consume cada año más de diez millones de barriles de crudo y productos terminados, de los cuales al menos cinco millones de barriles se procesan en el país. El resto es importado principalmente por empresas ligadas a la familia Ortega-Murillo.
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Pero esta no es la primera vez que las distribuidoras se embolsan el alivio que el petróleo ha producido a nivel internacional. Durante tres meses, desde la semana del 13 de mayo, los precios permanecieron congelados lo que ha provocado que algunos productos como el diesel —el de mayor consumo nacional— sea el más caro de Centroamérica. Mientras la regular y la súper son los segundos más caros, superando solo a Costa Rica.