En lugar de empacar sus maletas y marcharse en busca de nuevos horizontes, el estelar lanzador zurdo Clayton Kershaw seguir luchando por conseguir un anillo de campeón con los Dodgers de Los Ángeles, en las Grandes Ligas.
“Ganar sigue siendo lo más importante para mí. Eso no ha cambiado. Creo que este trato me da la oportunidad de demostrar que mucha gente está equivocada”, fueron las primeras reacciones de Kershaw, tras llegar a un acuerdo con los Dodgers por tres años y 93 millones de dólares.
Kershaw ha sido cifras en mano el mejor lanzador de esta generación, pero en la postemporada su comportamiento no ha sido el mismo, aunque en los últimos años ha mejorado, y tras caer con los Dodgers en las últimas dos series mundiales, muchos llegaron a creer que se marcharía para cerrar un capítulo de su vida e iniciar una nueva etapa en otro lado.
Kershaw estaba en la recta final de un contrato de siete años por 184 millones de dólares. Le hacían falta dos temporadas y 65 millones de dólares, pero ejerció una opción para dejar el contrato y convertirse en agente libre.
Sin embargo, el tres veces ganador del premio Cy Young, con una efectividad de por vida de 2.39, la que luce microscópica en una época de feroz ofensiva, no caminó lejos y rápidamente decidió seguir en Los Ángeles y ayudar a los Dodgers a ganar su primer título desde 1988.
Buena rotación
Con Kershaw garantizado, Walker Buehrler asomando como una futura estrella a corto plazo, Rich Hill con un buen cierre de su carrera y el zurdo mexicano Julio Urías aparentemente listo para tomar un lugar en la rotación, los Dodgers podrían mantener un fuerte núcleo de abridores. Además tienen a Ross Stripling, quien mostró destellos de grandeza.
Así que el plan en el marcado de agentes libres para los Dodgers debe ser fortalecer el bullpen, que fue el mayor dolor de cabeza del equipo, y tapar huecos a la ofensiva, con la salida de jugadores como Manny Machado, quien es agente libre.