Marcia Lorena Montes Sandino, tenía 20 años de trabajar en el Sistema de Biblioteca de la Universidad Nacional Autónoma de Nicaragua (UNAN León). Sin embargo, fue despedida este miércoles por las autoridades de esta casa de estudio. Según Montes, fue despedida por negarse a formar parte de las actividades partidarias a favor del Gobierno, y además, por participar en dos ocasiones en las marchas azul y blanco.
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Montes también denunció que otro de los motivos de su despido, es que las autoridades de la UNAN León la señalan de inflar chimbombas y lanzarlas en las calles de su barrio.
La bibliotecaria relató que trabajar actualmente en la universidad es una “gran presión”. “Te obligan a participar a las marchas. Son tres veces por semana, no se si ahora son diario y entonces protesté y dije que no era posible que se suspendieran las actividades laborales y educativas por ir a marchar”, expresó Montes, quién también denunció que su línea telefónica está intervenida.
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Agregó que cuando inició a trabajar en la UNAN León, en 1998 existía autonomía y libertad de expresión, pero a raíz de la crisis sociopolítica que inició el pasado 18 de abril de este año, empezó a protestar a través de las redes sociales.
“Empecé a decir que no estaba de acuerdo con lo que estaba pasando, posteaba fotos, a manifestar mi impotencia y la barbaridad que se estaba originando en Nicaragua. Lo digo públicamente, participé en dos marcha azul y blanco y no se sí eso fue el delito, luego iniciaron a decirme que bajara el tono”, dijo Montes.
La verdugo de los trabajadores
La carta de despido está dirigida por la rectora de la UNAN León, Flor de María Valle y firmada por el director de recursos humanos, Gersan Vásquez.
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Hasta el momento se conoce extraoficialmente que por orientaciones de la rectora Flor de María Valle, han despedido a más de 30 trabajadores de la UNAN León.
“En base al artículo 45 del Código del Trabajo y por interés institucional de esta alma mater se cancela su nombramiento como bibliotecaria del Sistema de Biblioteca a partir del dieciocho de septiembre del año en curso”, dice la carta de despido.
“Me dediqué a lo que más me gusta, que era el área de la biblioteca, puedo decir mi mundo, mi vida. El delito fue que yo no me callé a través de mi perfil de Facebook. La dignidad vale más y tengo la confianza que va a haber justicia y va a haber un cambio y regresaré a mi trabajo, esto lo que me hicieron es arbitrario”, denunció Montes.