A las capturas arbitrarias en algunos casos o secuestros en otros, los más de 200 presos políticos que están en cárceles de Managua del Sistema Penitenciarios Nacional (SPN), deben enfrentar una serie de violaciones a sus derechos como la realización de audiencias secretas.
Uno de los ejemplos, lo sufren los jóvenes Kevin Rodrigo Espinoza, Hansell Manuel Vásquez Ruiz y Marlon José Fonseca, miembros del Movimiento Universitario 19 de Abril de la Upoli.
Brenda Gutiérrez, madre de Espinoza y Lilliam Ruiz, madre de Vásquez, organizadas en el Comité pro liberación de presos políticos explicaron que a las acusaciones infundadas que le hacen a sus vástagos, se suma el hecho que los han llevado a las audiencias de forma secreta. Por ejemplo a la preliminar no les informaron y a la inicial no les permitieron estar presente. Fue después de la misma que les permitieron el acceso para conversar con ellos unos 3 minutos, pero con la presencia de unos 15 policías.
El 11 de julio pasado, Espinoza y Vásquez fueron secuestrados junto a Marlon José Fonseca, en el sector de la rotonda de Nindirí, después que paramilitares armados los emboscaron y dispararon a las llantas del vehículo para obligarles a detenerse, relató Gutiérrez. En esa ocasión los tres jóvenes se dirigían a Masaya a llevar víveres a los autoconvocados como lo habían hecho otras veces. Ahora son acusados de una serie de delitos entre los que destacan terrorismo y la quema de la emisora oficialista Nueva Radio Ya.
Allí fueron golpeados y secuestrados posteriormente aparecieron en El Chipote y cuatro días después fueron remitidos a los tribunales.
En el caso de Espinoza, pese a que fue beneficiado con medidas cautelares por parte de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), este fue remitido a la Galería 300, de Máxima Seguridad.
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En esas celdas están 12 presos políticos, en la Galería 16 de La Modelo están unas 200 personas, y en la de Mujeres hay 9. Los 12 que están en la Galería 300, llevan la peor parte están aislados, en una celda donde solo alcanzan dos personas, hay condiciones deplorables, abundan los mosquitos, no entra el sol, el oxígeno es limitado por que las ventanas son pequeñas. Tienen rotundamente prohibido hablar a los presos de las otras celdas, como lo hacen los reos comunes, y si lo hacen, de inmediato pueden tomar represalias, “son violaciones sicológicas”, dijo Gutiérrez
“Estos estudiantes están haciendo su propia historia (…) nos están demostrando un ato de valentía y un amor a su patria, son dignos de admirar y de ejemplo porque están luchando por hacer su propia historia”, sostuvo Gutiérrez, quien pudo ver a su hijo en la Galería 300, por 15 minutos con un vidrio de por medio.
Y aunque dice Gutiérrez, allí “el tiempo se convierte en nada, y el amor se convierte en calidad”, ellas lo utilizan para darles ánimo a sus vástagos. “Hijo fortaleza, hijo ore, hijo encomiéndese a Dios, ánimo, no se me desanime, usted está aquí pero los demás estamos afuera luchando por todos los que están adentro, son 200 los que están adentro son los que estamos afuera peleando por ustedes”.
Todo esto lo hacen pese a que comentaron aunque sus hijos estén presos, la Policía ha mantenido vigilancia en sus viviendas.
Que los liberen
La principal demanda de las madres es la libertad de sus hijos por eso instaron a familiares de otros detenidos a integrarse al Comité pro liberación de presos políticos para defender sus derechos. También llamaron a la población a solidarizarse y participar en la jornada cívica Nicaragua exige justicia, vida y libertad, promovida por once expresiones de la sociedad civil. Una de las actividades que promueve para exigir la libertad de los presos políticos es la marcha nacional que realizarán este sábado 11 de agosto de la Rotonda Jean Paul Genie a la Catedral de Managua a las 11 :00 a.m.
Les quieren apagar su voz
Brenda Gutiérrez y Lilliam Ruiz están seguras que ellas han retomado la bandera de sus hijos. “Es el despertar de todos nosotros nuestros hijos empezaron la lucha pero creo que nosotros los padres la vamos a tener que terminar”, afirmó Gutiérrez, mientras Ruiz dijo: “les quieren apagar su voz, pero la voz de nosotros está en las calles”.
“Son jóvenes que simplemente su delito, su pecado ha sido querer una nación libre, una nación justa, donde exista la democracia”, expresó Ruiz, quien señaló que como en el caso de sus hijos, los acusan con cargos infundados. Y menciona que en una de la declaraciones dice que a uno de ellos le vieron en una mano un mortero, en otra una bomba molotov y hasta piedras, “ bueno estos se las ganaron a rambo con tantas habilidades”.