Después de cuatro horas de secuestro la noche de este domingo, con una herida en la cabeza y golpeado en todo su cuerpo fue liberado Roberto Collado Urbina, de 22 años, corresponsal de Canal 10 en Granada.
Collado es el segundo periodista que es secuestrado en menos de una semana por paramilitares y policías, mientras brindan cobertura a manifestaciones pacíficas.
La información de la liberación de Collado fue confirmada por sus familiares. El periodista es hijo del editor del Diario Hoy, Roberto Collado.
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“No nos daban información desde su secuestro sobre su estado de salud y tampoco sobre su paradero”, dijo la madre del reportero, Mariela Urbina al ser consultada por el diario.
El Centro Nicaragüense de Derechos Humanos (Cenidh) también informó a través de Twitter, la liberación de Collado, quien tiene tres años de ser corresponsal de Canal 10 en Granada.
Canal 10 reporta q su corresponsal Roberto Collado ha sido liberado. Su papá informó q está bastante golpeado y lo están llevando a atención médica. Reiteramos nuestra condena a la violación a la libertad de expresión y prensa.
BASTA DE REPRESIÓN Y AMENAZAS CONTRA PERIODISTAS— Cenidh (@cenidh) July 30, 2018
Según reportó Canal 10, Collado fue secuestrado por sujetos encapuchados cuando se encontraba cubriendo la marcha de apoyo a los obispos y sacerdotes de la Iglesia católica, en la ciudad de Granada, al oriente del país.
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Los encapuchados bajaron de una camioneta en el sector de Petronic y se llevaron al joven a la estación policial de Granada, confirmó en su momento Mauricio Madrigal, director del noticiero de Canal 10.
Madrigal tampoco tenía mayor información sobre el secuestro, pero le habían informado que el muchacho también fue golpeado.
Segundo caso en siete días
La semana pasada fue arrestado también por la Policía el periodista Francisco Daniel Espinoza Rivera, de 25 años, otro corresponsal de ese mismo canal, pero en Jinotega, al norte del país.
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Espinoza había denunciado en las redes sociales que la Policía lo andaba buscando para arrestarlo, tal como ocurrió, bajo cargos de secuestro, asalto, tortura, asesinato frustrado y lesiones.
Más agresiones
Durante las protestas, que iniciaron en abril pasado han sido muchas las agresiones que se han dado contra periodistas.
El pasado 14 de junio, la Policía golpeó y le robó su cámara al camarógrafo de Canal 10, Larry Pérez, mientras realizaba la cobertura del paro nacional en Nindirí, Masaya.
Madrigal manifestó que también han tenido incidentes y amenazas contra los corresponsales de Nindirí (Masaya) y Jinotepe (Carazo). En este último, la corresponsal se vio obligada a renunciar por las amenazas, relató Madrigal.
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“Estamos preocupados. Pedimos a las autoridades que dejen a nuestros equipos de noticias, que dejen de criminalizarlos, porque son chavalos sanos que no han cometido ningún crimen, porque el único motivo por el que se lo llevan detenido es por hacer la cobertura periodística”, recalcó Madrigal.
Un periodista asesinado
El más grave incidente contra el periodismo, desde abril pasado, fue el asesinato del periodista de Bluefields (Caribe Sur), Ángel Gahona.
Gahona realizaba la cobertura de una protesta contra el gobierno de Ortega, el pasado 21 de abril, y fue asesinado, mientras transmitía en vivo en su ciudad.
Los periodistas, familiares y la población de Bluefields señalan a la Policía de ser la responsable de la muerte de Gahona y también denuncian la impunidad tras un juicio que, según ellos, procesa a gente que nada tuvo que ver con el crimen.
Asimismo, en la ciudad de León, al occidente del país, fue incendiada Radio Darío, otro de los casos más emblemáticos de la represión del régimen contra el periodismo.
Amenaza al ejercicio
Los periodistas de Nicaragua han sido agredidos físicamente durante realizan su trabajo en medio de los enfrentamientos entre policías y civiles.
Entre los actos violentos, la agencia de noticias EFE denunció que el 28 de mayo varios policías agredieron con patadas y balas de goma a su camarógrafa Renée Lucía Ramos y al fotógrafo Jorge Torres.
Periodistas, reporteros y fotógrafos del Diario LA PRENSA han sido robados y golpeados por turbas y policías del gobierno. La situación de grave riesgo para el periodismo ha llamado la atención de organismos como la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP).