De Uruguay se conoce siempre algo intangible, probablemente sea su eslogan de lucha o su caracterización: “la garra charrúa”. No obstante, este conjunto liderado por el veterano entrenador Óscar Washington Tabárez, nunca hay que descartarlo para sorprender a un grande. Ubicados en el Grupo A, no se ve que tengan complicaciones para avanzar a la siguiente etapa, ni Rusia ni Egipto se ven como competencias para los sudamericanos que clasificaron en la segunda posición de las eliminatorias más complejas del mundo, así como la describió Jorge Valdano a la Conmebol.
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Uruguay presenta una delantera exquisita. Luis Suárez y Edison Cavani, dos depredadores capaces de meter el balón en el ojo de una aguja, llegan de una gran temporada, uno en el Barcelona y otro en el PSG. También Uruguay posee dos centrales de calidad como Diego Godín y José María Giménez, ambos del Atlético de Madrid con la certificación del Cholo Simeone.
Si bien es cierto que ganar el Mundial de Rusia 2018 no es una realidad para los uruguayos, buscan emular lo de 2010 cuando llegaron al cuarto lugar, dejando asombros por doquier. Su grupo será un entrenamiento de alta intensidad para luego asustar a algún favorito asentado en el Grupo B, en otras palabras, desde ya le hacen un guiño a España o Portugal.
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Por otro lado, Rusia salta a la escena para seguir a Uruguay en la próxima etapa, pero no más allá de los octavos. A pesar que se tendrá que devorar contra Egipto y Mohammed Salah, jugar en casa es otro de los factores que le favorecen.
Rusia es de esos equipos que no poseen una figura como tal, muchos de sus jugadores son de la liga local y habrá que esperar la evolución de este conjunto que fue incapaz de avanzar a la segunda ronda de la Copa Confederaciones. En fase de grupos quedaron eliminados, solo pudieron vencer a Nueva Zelanda, perdiendo ante México y Portugal.