El presidente de la Cámara de Representantes de Estados Unidos, Paul Ryan, afirmó este jueves que el presidente, Donald Trump, no necesitaría la aprobación del Congreso para realizar un ataque sobre Siria.
“La existente AUMF (autorización para el uso de la fuerza militar) le da la autoridad que necesita para hacer lo que puede que haga o puede que no haga”, aseguró el republicano.
Ryan se refirió así a la legislación aprobada en 2001 como respuesta a los atentados del 11 de septiembre de ese año, una normativa que hace referencia exclusiva a Al Qaeda. En repetidas ocasiones grupos de legisladores han tratado de modificar la regulación con el objeto de que la autorización incluya también al Estado Islámico (EI), para adaptarla al nuevo marco.
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“Lo que odiaría hacer sería tener una AUMF que ate las manos del ejército detrás de la espalda en un momento en el que tenemos amenazas asimétricas en todo el mundo, particularmente con EI”, incidió Ryan, quien dijo que lo último que quiere es una norma que haga más difícil mantener a EE.UU. “seguro”.
Pero las palabras de Ryan chocan por completo con las expresadas por varios legisladores de ambas formaciones, entre ellas la líder de la minoría demócrata en la Cámara baja, Nancy Pelosi. “Nuestros representantes creen, como yo, que necesitamos una nueva AUMF”, subrayó Pelosi, quien señaló que Trump debería pedir la autorización del Congreso antes de bombardear Siria.
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Las reacciones llegaron en un momento en el que la Administración Trump considera responder contra Siria tras el presunto ataque con armas químicas en Duma este pasado sábado, en el que fallecieron al menos 43 personas.
En esta línea, el Gobierno suavizó este jueves su discurso sobre una posible acción militar contra Siria en respuesta al presunto ataque con armas químicas en Duma, después de que Trump amenazara en los últimos días con un ataque. “Nunca he dicho cuándo se producirá el ataque a Siria. Podría ser muy pronto o no tan pronto”, afirmó Trump en su cuenta de Twitter.
Luz verde a Theresa May
Por su parte el gabinete de Gran Bretaña dio luz verde el jueves a la primera ministro Theresa May para que se sume a Estados Unidos y Francia en la planificación de un posible ataque militar. Pero el llamado del gabinete a tomar medidas para evitar que se usen de nuevo armas químicas, no incluyen detalles sobre el método ni fechas para tales ataques, aunque también deja abierta la posibilidad de otras respuestas.
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Ministros de gobierno que estaba en descansos primaverales fueron llamados para hablar sobre el ataque ocurrido el pasado fin de semana en Duma, el cual ha dado pie a una tensa confrontación entre países occidentales y Siria y sus aliados, principalmente Rusia.
Después de reunirse durante más de dos horas, el gabinete respaldó el plan de May de trabajar con Estados Unidos y Francia “para coordinar una respuesta internacional”. La oficina de May dijo en un comunicado que el gabinete consideró que es “bastante probable” que el gobierno del presidente sirio Bashar Assad estuvo detrás de los ataques químicos en Duma y “estuvieron de acuerdo en la necesidad de tomar medidas para aliviar el sufrimiento humanitario y evitar que el régimen de Assad vuelva a usar armas químicas”.