A ratos una lluvia de arena cae en el centro escolar Sendero de Luz y sobre las casas del barrio Oro Verde, en Ciudad Sandino, porque a escasos metros, maquinarias pesadas extraen este material y las autoridades de la Alcaldía no hacen nada para pararlo.
Esta postura de letargo municipal, pese a las constantes cartas enviados por los perjudicados durante cuatro años, ha llevado a estos mismos a protestar en las calles y a no pretender dejar de hacerlo por la magnitud de afectación.
Con documentos en manos, Heber Marenco, director de Sendero de Luz, explicó a LA PRENSA que la situación provocada por las areneras atenta con la salud de los estudiantes y por eso, como precaución se decidió que a la hora del receso, los niños y adolescentes se mantengan lejos del área donde más arena cae.
“Vamos a seguir realizando protestas colectivas con los pobladores del barrio, más o menos cada 15 días porque la situación es insoportable”, aseguró Marenco, quien este viernes participó en la manifestación matutina que se desarrolló en la entrada al casco urbano de Ciudad Sandino.
Tras hablar con los denunciantes, este medio buscó a Dulce Quintanilla y Patricio Pérez, dueños de las areneras más señaladas, pero los trabajadores de ellos aseguraron que no estaban. Se dejó un número telefónico para que se comunicaran pero hasta el cierre de esta edición no llamaron.
Amplia denuncia
Tanto el director del centro escolar como los pobladores guardan todas las cartas enviadas a las diferentes instituciones con el fin de que cesen las obras de excavación y extracción de arena, pero ninguna ha presentado una resolución definitiva en los cuatro años.
En la lista aparece el Ministerio de Educación (Mined), Alcaldía de Ciudad Sandino, Ministerio del Ambiente y los Recursos Naturales (Marena) y la Procuraduría General de la República.
Salida masiva de camiones
Luego de que se realizan los cortes en el cerro arenoso que está paralelo al lado oeste del lago Xolotlán y que corresponde a territorio del municipio de Ciudad Sandino, en camiones se saca el material selecto por un camino que tiene una extensión superior a los cuatro kilómetros. Este se empalma con la parte baja de la Cuesta El Plomo.
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